Cubadebate

  Posada Carriles, preso ahora en Panamá, tiene viejos nexos con elementos golpistas venezolanos  

La contrarrevolución en Venezuela ha incrementado el accionar terrorista para atemorizar a los venezolanos que luchan por las conquistas sociales alcanzadas por la Revolución Bolivariana y que se extienden y diversifican a todo el país.

La prensa recoge hechos, intentos y planes de los contrarrevolucionarios del patio y de sus aliados anticubanos de Miami para sembrar el terror, donde no está ausente el magnicidio contra el presidente Hugo Chavez, ya fraguado en el pasado reciente.

En una de las noticias se mencionaba a Hermes Rojas Peralta, ahora a cargo de la policía en el Estado de Miranda en Venezuela. Este golpista es uno de los más cercanos amigos venezolanos del terrorista internacional Luis Posada Carriles desde los años en que este criminal era el Comisario Basilio en la DISIP.

Posada Carriles le dedica varias paginas de su libro a reconocer la preparación especializada de Rojas, quien volvió a trabajar con él en El Salvador, cuando estuvo al frente del grupo de asesores venezolanos que adiestraron a la policía de ese país a finales de la década de los ochenta durante el gobierno de José Napoleón Duarte.

Los avales demuestran que Posada y Rojas son entrañables desde que fueron compañeros de trabajo en la DISIP, que Rojas apoyó decididamente a su mentor cuando se esperaba que los terroristas iban a ser liberados en Venezuela donde se les acusaba de haber sido autores intelectuales del crimen en Barbados. En víspera de la imaginada salida de la cárcel, Posada expresó: "Hermes Rojas me dice que ya se ha preparado una oficina en la DISIP para mi regreso. Le pido que me organice un operativo de seguridad para cuando se produzca mi salida. Ya tiene un lugar en el litoral donde iré por unos días. También se ha ocupado de un carro para mi traslado, de los chalecos a prueba de bala y del armamento adecuado."

Sobre Rojas escribe Posada: "Recuerdo muy bien que cuando lo introduje en la policía, tenía menos de 20 años. Desde el principio demostró gran capacidad, se hizo paracaidista. Experto en explosivos, en operaciones SWAT (comando), piloto de helicóptero y llegó al grado de comisario."

"Cuando llegué a la oficina del chileno José Miguel Fritez, fui con Ignacio Castro. Mis temores se disiparon cuando vi al comisario Hermes Rojas en la reunión. Agradable sorpresa;  nos abrazamos y a Hermes se le humedecieron los ojos." En otra parte dice: "Cuando llegue a la casa de Hermes;  al llegar todo estaba oscuro, de pronto se incendieron las luces y un grupo de mariachis comenzaron a tocar; me estaban dando una fiesta sorpresa." "Desde ese día comencé a trabajar con los asesores venezolanos dirigidos por Hermes."

Cuando Posada Carriles resulta herido en Guatemala el 28 de febrero de 1990, sus primeros pensamientos fueron para Hermes Rojas. El terrorista rememora: "Recuerdo perfectamente las clases de manejo defensivo que recibí  de Hermes Rojas en El Salvador. Piso violentamente el pedal del freno..." En el libro Los Caminos del Guerrero escrito por  Luis Posada Carriles hay más de 30 comentarios sobre las estrechas relaciones entre estos dos sujetos especialistas en la violencia.

Otro de sus allegados a Posada en Venezuela es Joaquín Chaffardet, devenido en su defensor por las cuentas pendientes que tiene el terrorista en ese país. Sobre Chaffardet el terrorista escribe: "Joaquín me localizó y estuvo varios días viviendo conmigo en El Salvador"

Estos, junto a Francisco Pimentel y  Nelly Rojas son parte del equipo que todavía desde Venezuela asiste a Posada Carriles detenido en Panamá y que son enemigos de la Revolución Bolivariana. Hermes Rojas ha equipado a la policía que dirige con armamentos fuera de lo establecido para mantener el orden, ha preparado unidades de combate para reprimir al pueblo, en espera de un nuevo golpe contrarrevolucionario. Muchos de sus subordinados han recibido entrenamiento en explosivos. Al amplio expediente divulgado por el periódico Ultimas Noticias se le puede añadir estos datos de estos agentes de la desestabilización.

*El Dr. José Luis Méndez Méndez es investigador del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado.