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Según el C3S, el año pasado la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó el nivel más alto registrado hasta ahora, de 419 partes por millón. Foto: Getty Images.

El 2023 fue el año más caluroso registrado hasta ahora en la Tierra y probablemente haya sido el más cálido de los últimos 100 000 años, con una temperatura media superior en más de un grado centígrado a los niveles preindustriales, informó este martes el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea.

El dato es una confirmación de lo que esperaban los científicos, luego de que, a partir de junio, todos los meses fueran los más calurosos de que se tiene registro en comparación con los mismos meses de años precedentes.

Copernicus confirmó que 2023 fue el año más caluroso desde 1850. Con base en el cotejo de los registros de datos paleoclimáticos procedentes de fuentes como los anillos de los árboles y las burbujas de aire de los glaciares, el director del servicio europeo, Carlo Buontempo, afirmó que es “muy probable” que haya sido el más cálido en 100 000 años.

En promedio, durante 2023 el planeta tuvo una temperatura 1.48 grados centígrados superior a la del periodo preindustrial (1850-1900), cuando los humanos empezaron a quemar combustibles fósiles a escala industrial, bombeando dióxido de carbono a la atmósfera.

En el Acuerdo de París, la comunidad internacional adoptó un compromiso para emprender acciones que impidan que la temperatura media global supere los + 1.5 °C respecto a los niveles preindustriales para evitar los peores escenarios del cambio climático, pero ha sido incumplido.

El C3S advirtió que el hecho de que las temperaturas superaran ese nivel en casi la mitad de los días de 2023 sienta “un nefasto precedente”.

Hayley Fowler, catedrática de Cambio Climático de la Universidad de Newcastle, dijo que este año subraya la necesidad de actuar “con extrema urgencia” para reducir las emisiones.

“La velocidad del cambio en el mundo político y la voluntad de reducir realmente las emisiones de gases de efecto invernadero no están a la altura de la velocidad del cambio de las condiciones meteorológicas extremas y el calentamiento”, afirmó.

Pese a la proliferación de objetivos climáticos de Gobiernos y empresas, las emisiones de CO₂, procedentes de la combustión de carbón, petróleo y gas, siguen persistentemente altas y nuevamente alcanzaron niveles récord en 2023.

Según el C3S, el año pasado la concentración de CO₂ en la atmósfera alcanzó el nivel más alto registrado hasta ahora, de 419 partes por millón.

El 2023 fue también el primer año en el que todos los días hubo más de 1 °C por encima de los niveles de la época preindustrial. Por primera vez, dos días, ambos en noviembre, fueron 2 °C más cálidos que en el periodo preindustrial.

El año pasado fue 0.17 °C más cálido que 2016, el anterior con temperaturas más altas (se sumaron la influencia de El Niño y la tendencia del cambio climático), batiendo el récord por un margen “notable”, según destacó Buontempo.

El evento climático cíclico El Niño calienta las aguas superficiales del Pacífico oriental y contribuye al aumento de las temperaturas globales.

Samantha Burgess, subdirectora del C3S, señaló que los científicos aún no pueden confirmar que el calor extremo de 2023 es una señal de que el calentamiento global se está acelerando.

“Necesitamos más tiempo y más estudios científicos para saber si se ha producido un cambio de fase o un punto de inflexión, o si se trata de un año anómalamente cálido”, explicó.

Cada fracción de aumento de la temperatura agrava los eventos meteorológicos extremos, con alto poder destructivo.

En 2023, el hecho de que el planeta estuviera más caliente empeoró olas de calor, que llegaron a cobrar numerosas vidas, desde China a Europa, y provocó lluvias extremas que causaron inundaciones que mataron a miles de personas en Libia y también la peor temporada de incendios forestales en Canadá.

“Cada décima de grado es importante”, dijo Friederike Otto, científica climática del World Weather Attribution. “Pequeños cambios comparables en las temperaturas globales tienen enormes efectos en las personas y los ecosistemas”, agregó.

(Con información de Reuters y AP)