Condecoran en Angola a primer embajador cubano en ese país
Oramas prestó servicios como diplomático en distintas partes del mundo y encabezó la dirección de África y Medio Oriente del Ministerio de Relaciones Exteriores. Foto: Prensa Latina
El primer embajador de Cuba en Angola en 1975, Oscar Oramas, recibió la Orden Sagrada Esperanza, de la Fundación Dr. António Agostinho Neto, promotora del legado histórico del estadista africano.
La viuda del otrora presidente de la República, María Eugénia Neto, entregó el galardón al ex diplomático caribeño, en una ceremonia celebrada en el Memorial, donde reposan los restos mortales del médico, poeta, escritor y padre fundador de esta nación del África subsahariana.
Oramas, mereció el reconocimiento por su “relevante dedicación” al apoyo internacionalista que Cuba prestó a la defensa de la soberanía de Angola, señala el acuerdo leído por el administrador ejecutivo de la Fundación, Amarildo Cândido Vieira Dias da Conceição.
Se trata de una figura que presenció algunos de los momentos más difíciles de la historia de nuestro país, abundó el orador al recordar los vínculos del galardonado con la naciente República y el presidente Neto.
Creada en 2015, la Orden tiene el propósito de resaltar virtudes y reconocer méritos de distinguidos ciudadanos nacionales y extranjeros por los servicios prestados a la lucha por la liberación nacional de Angola, así como por sus aportes en el campo de la ciencia, el arte y la literatura, explicó el funcionario.
Doctor en Ciencias Políticas y máster en Historia del Arte, el galardonado prestó servicios como diplomático en distintas partes del mundo y encabezó la dirección de África y Medio Oriente del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, recordó el directivo de la Fundación.
Al decir de Oramas, recibió la condecoración en nombre de los muchos compañeros que lo han acompañado a lo largo de la vida, con la misma convicción demostrada hace años, cuando la dirección revolucionaria cubana y su Comandante en Jefe Fidel Castro, respondieron al pedido de ayuda de Neto.
La vida, resumió, me ha dado la oportunidad de estar nuevamente en Luanda y digo hoy que “valió la pena” los sacrificios y los esfuerzos de entonces.
De cara al futuro, aconsejó "fuerza y confianza", pues como dicen los angoleños: "La lucha continúa y la victoria es cierta"
(Con información de Prensa Latina)
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Muy merecido homenaje. Felicitaciones. Como embajador de Cuba actuó con inteligencia y valor. Contribuyó y contribuye a las relaciones de Cuba con los países africanos y al respeto y conocimiento en Cuba de esos países. Bravo!! Y gracias a las autoridades angolanas.
Mi querido amigo de los años, merecida la Orden Sagrada Esperanza que te honra no solo por tu meritoria labor en la hermana Angola sino creo que también por tu constante servicio en favor del acercamiento y conocimiento del continente africano con aportes verdaderamente significativos en tu labor diplomática que han redundado, desde entonces, en los indestructibles lazos fraternos de los pueblos africanos con el pueblo de nuestra pequeña Isla.