Cataleya: Lucha desesperada por la vida
Por Pastor Guzmán.
Venida al mundo con menos de 2 libras de peso y graves complicaciones de salud, la niña sierpense Cataleya de la Caridad Torres debió a los médicos que la atendieron —y a la fortuna— su muy improbable supervivencia.
Cuando vino al mundo mediante cesárea, el 24 de junio del 2016, en medio de graves complicaciones de salud de madre e hija, Cataleya de la Caridad Torres Jiménez era tan minúscula que el nombre escogido por su mamá —Yanetsy Jiménez Fernández— parecía demasiado grande para ella, entonces un ser esmirriado, de piel casi transparente, surcado de venas en todas direcciones, y un poco de pelo. “Podría habérsele confundido con un gatico o una salamandra”, refiere emocionada hoy su progenitora.
El caso de esta niña sierpense de raro nombre empieza en Ecuador, donde la madre, ya sin esperanzas de concebir por las complicaciones de salud con que debuta, se relaciona con un oficial del ejército y al cabo de casi dos años de permanencia en esa “tierra de la mitad del mundo” un test le anuncia el embarazo, al que durante un mes no le dio crédito.
Pero la realidad acabó por imponerse: estaba encinta, así que, consciente de sus limitaciones físicas y la realidad de aquel país, decidió regresar para tener a su hija en Cuba. Ya al mes de estar en la patria, se le abrió a Yanetsy el cuello del útero y le hicieron un cerclaje, ocasión en que se contaminó con una bacteria en el salón.
“En estos casos muy complejos siempre advierten con antelación si la mamá quiere continuar con el embarazo o interrumpirlo de inmediato por medio de microcesárea, y entonces yo decidí que no; o sea, decidí que mi hija si iba a vivir, viviría; pero si iba a morir, que no fuera por una decisión mía.
“Allí me advirtieron todo lo que podía pasar: que la niña podía quedar ciega, sorda, e incluso parapléjica; o sea, podía no sobrevivir. Me alertaron que yo debía decidir mientras mi cuerpo lo asimilara, pero cuando no fuese así, pues había que sacar el feto. Unas semanas después, rompí la bolsa, o sea, la rompí con 26.6 semanas y me hicieron la cesárea con 27.1 semanas.
“Cataleya, por tanto, nació con seis meses y medio y 914 gramos, o sea, menos de 2 libras, y bajó a 700 gramos, porque este tipo de niño tiende a bajar de peso y la minúscula neonata se quedó solo en una libra y media, por lo que se veía aún más pequeña y depauperada”, refiere Yanetsy.
A brazo partido por la vida.
Cuando a Cataleya la extraen del seno materno no se movió, no se vio respirar, no lloró, no había en ella nada que denotara vida y su color era azul pálido. “Fue una decisión del neonatólogo resucitarla, pues al comenzar a suministrarle oxígeno, el médico vio en ella algún indicio de esperanza y salió corriendo con la niña para Neonatología, a donde llega ya con una tonalidad rosada y cuando intentan ponerle el catéter empieza a patear.
“Un primer objetivo fue tratarla para lograr en aquel feto la maduración pulmonar. Además de eso, Cataleya nació con algunos problemas en el corazón e incluso se complicó una vez con enterocolitis necrosante, que es como si una tripa se empezara a podrir. Esos casos, generalmente, hay que meterlos al salón y pocos sobreviven. Afortunadamente, se dieron cuenta y le quitaron la dosis de leche. Durante algún tiempo la alimentaron con sueros y le aplicaron muchos antibióticos, y entonces logró rebasarlo.
“En total Cataleya estuvo 75 días en estado crítico y grave. Luego logró tomar leche por primera vez en un pomo, porque todo ese tiempo fue alimentada por un levín, con bajas dosis. Yo nunca di leche, pero había una mujer a la que no tengo cómo agradecerle, que se extraía cada tres horas para darle el alimento a mi hija”.
Después de las primeras semanas en estado crítico, cuando la niña apenas aumentaba 2 o 3 gramos por jornada —otros niños ganaban diariamente 50 o más gramos de peso—, ella empezó a estabilizarse. La fecha de parto normal era la del 30 de septiembre y Yanetsy salió del hospital el 5 de octubre del 2016, a los 105 días del nacimiento de su hija, con 2 500 gramos; o sea, 5 libras y media. Ahora, con dos años y seis meses, cuenta hasta el 20, se sabe los colores, es muy viva y se percata de todo. ¿Quién puede decir que nació del tamaño de una ratita y que ni siquiera llegó a sietemesina?
Gratitud infinita.
Al cabo del tiempo con ese portento de niña inquieta revoloteando por toda la casa, con sus juegos, ocurrencias y reclamos, Yanetsy no olvida ni por un instante a los médicos y enfermeras que salvaron a su hija amada, sin escatimar desvelos, esfuerzos, ni perder la esperanza.
De la complejidad extrema del caso nos habló el doctor José Enrique Bellón González, especialista de segundo grado en Neonatología en el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, quien destacó además las dificultades de la mamá, quien padece desde los 15 años de un severo trastorno de la coagulación y, posteriormente, se le detectó un microadenoma de hipófisis, a lo que se suma, ya ingresada en este hospital, una incompetencia de la matriz que requirió el cerclaje.
Bellón refiere a grandes rasgos los pormenores del caso y sintetiza que si hay alguien destacado en esta historia es Yanetsy, “con esa mente siempre positiva que tuvo, con esa entrega como madre, lo que contribuyó al éxito”. De Cataleya expresa con un brillo en los ojos: “Esa niña es un gran orgullo para todos nosotros”.
La doctora Migdiala Soria Díaz, jefa del Servicio Provincial de Neonatología del centro hospitalario, subraya por su parte la cohesión y espíritu de sacrificio del colectivo, así como su alta profesionalidad, todo lo cual ha sido reconocido por Yanetsy. Interrogada por este redactor acerca del costo aproximado de un tratamiento tan complejo, la experimentada facultativa hizo un cálculo basado en los medicamentos específicos, antibióticos, incubadoras, gomas y otros medios y adujo: “Es muy costoso, aunque exactamente no lo sé, pero en un país capitalista un tratamiento como el aplicado a Cataleya se inscribe en el rango de las decenas de miles de dólares”.
Para la enfermera neonatóloga Bárbara Cabrera Rodríguez, “Baby”, Yanetsy tiene el mérito de que cuando comenzó con el embarazo decidió venir para Cuba para tratar de lograr su bebé, algo que hubiera sido muy difícil en Ecuador. “Pero un caso como este —opina— allá no se hubiera salvado, porque ella tuvo que realizarse aquí una amniocentesis —que es la llamada prueba de la aguja que se les efectúa a mamás de regular edad—, y por tantas patologías que tiene Yanetsy, allá era imposible realizárselo”, reconoce ella.
Yanetsy está consciente de todo y como muestra de su agradecimiento infinito dejó en la Sala del Servicio de Neonatología del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos una misiva tan emotiva que hace llorar a muchos de quienes la leen. Es que está escrita con “tinta” del corazón. Es evidente: “Hoy no sé qué nos deparará el destino. Lo que sí sé es que no podré pasar una vez más por ese pasillo sin tocar a esa puerta cerrada porque justo ahí para mí será siempre el lugar donde una vez me devolvieron la vida”.
(Tomado de Escambray)
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Waooooo me impresionó super linda y triste la historia
Sí a la vida, NO AL ABORTO. Felicidades !!!!
Tu comentario no viene al caso, esta mujer quería con todas sus fuerzas ser madre y se aferró a una vida que deseaba traer al mundo y que ella consideró desde el primer momento una bendición. Cada persona es diferente, así como sus sinsustancias. Mi primer y único embarazo fue buscado y deseado, estoy en contra de que el aborto se emplee como método anticonceptivo porque no lo es (hay muchísimas variantes y las mujeres hoy tenemos el agrado de poder elegir el que mejor nos acomode), pero ni tú ni yo somos nadie para juzgar las decisiones que hace alguien sobre su propio cuerpo. Es tu opinión como yo tengo la mía, pero no te atañe reclamar el cese de un procedimiento que en muchas ocasiones preserva vidas y futuros y que es nuestro derecho como mujeres, si alguien quiere ser madre solo le incumbe a ella decidir cómo y cuándo. Además, lo que hay que hacer es educar y concientizar a las personas, informar sobre los riesgos que pueden tener estos procedimientos, hacerles entender que tener un hijo a pesar de las dificultades es algo maravilloso que vale la pena vivir cuando se esté preparado si a fin de cuentas esa es su decisión.
Estas son las cosas que, en medio de tanto egoísmo humano, distinguen y hacen grande a nuestra pequeña isla y a nuestros consagrados médicos. Soy cubano y estoy en el Ecuador. El reportaje dice que hubiera sido muy difícil (salvar la niña) en Ecuador, yo corrijo y digo imposible, porque conozco el sistema de salud de este país, donde prevalece (sin desdeñar la existencia de médicos competentes) la salud como mercancía. Viva nuestra Cuba bella y su médicos excelentes, no solo por su profesionalidad, sino también por su extraordinaria sensibilidad humana!
Buen día cubadebate y cubadebatientes,me incorporo después de disfrutar de unas merecidas vacaciones.
La maternidad siempre bien recibida aunque incluya algo de dolor y sufrimiento.Si el final es feliz como este,mejor aún.
Gran equipo médico,valiente madre y guapísima nena que acabada de nacer demostró que sabe luchar por su vida.
Nada Cataleya,eres una cubanita 100% que tendrá una vida llega de logros que alcanzarás siempre que saltes los obstáculos.
Bienvenida, cuchurrumí... a la carga y con nuevas energias, como Cataleya.
Bienvenida, cuchurrumí... a la carga y con nuevas energias, como Cataleya.
Darle gracias a la extraordinaria labor de esos médicos que nunca perdieron la fe, esa es una labor que nos orgullese a todos los cubanos
Bella historia. Sin palabras. Un agradecimiento a esos profesionales que hacen que me sienta cada vez mas orgullosa de mi Cuba querida. Y felicitaciones a esa madre y su hija que tanto lucharon porque esta historia tuviera un final tan hermoso
.
HERMOSA decisión de una madre. EXCELENTE trabajo del personal de la salud
Pastor: Te felicito por regalarnos esta comovedora historia.
Estos casos hscen la diferencia el imperio no comprende cómo un país bloqueado,en medio de grandes desafios económicos y con las adversidades que nos ha impuesto los eventos de la naturaleza dedique grandes esfuerzos humanos financieros y de todo tipo solo por salvar a un bebé de una muerte casi segura
Cada dia siento mas orgullo de ser cubana!!!
Realmente al leer historias como estas, que logran que broten lágrimas de mis ojos me siento más orgullosa de haber nacido en esta hermosa patria llena de oportunidades y milagros por doquier, gracias a los médicos que atendieron a esta guerrera familia y en general a todos los médicos cubanos. Muchas bendiciones para esta pequeña y le deseo a su madre que siempre se mantenga con esta determinación y valor. #amomiCuba
Q conmovedora historia esta, y q linda esta Cataleya, bien por Yanetzy y por los expertos yayaberos. Solo Minsap Cuba puede lograr estas cosas. Repito q linda esta Cata.
Esa es nuestra cuba que se da todo para salvar una vida
Esa es nuestra cuba que se da todo para salvar una vida ya sea de nuestro país o de cualquier otro
Este caso de Cataleya es muy conmovedor. Gracias a nuestra Revolución, a nuestro Comandante en Jefe, esa niña y muchos casos parecidos nos hemos salvado.
Soy 7 mesina de 2 libras y medio naci en el hospital La Covadonga, el 30 de noviembre de 1964, este año cumplo 55. Mi mamá me contó que estuve varias horas fuera de la incubadora porque la única ambulancia que había en aquel momento en el hospital estaba fuera de La Habana, el médico junto a su equipo con pocos recursos en aquella época hicieron todo lo posible por salvarme, y le dijo a mi mamá, que si yo me salvaba el me iba a poner el nombre y me puso Milagros de la Caridad.
Así que historias o mejor dicho hechos como los narrados aquí, nosotros, siempre seremos los Agradecidos a esta Revolución, a nuestro Fidel y a todos los héroes que dieron sus vidas para poder disfrutar de la educación, la salud y todos los beneficios que tenemos gratuitamente.
En otros países no hubiese sido posible salvarnos.
Gracias Comandante, una vez más los agradecidos nunca los olvidaremos y siempre defenderemos esta tierra, este cielo, este mar y esta Revolución.
Eso es Cuba. Mi Patria, y la de tantos cubanos. Esa es una de tantas historias que pudieran contarse día a día desde cualquier hospital de esta isla.Y aunque cambiemos los muebles de la casa como nos invita Toni Avila, estos son los horcones imposibles de derribar.
Depende de mí, de ti, y de todos los cubanos.
El esfuerzo y el empeño junto a él AMOR dió un lindo final....
Hechos, más que palabras. Una proeza de la voluntad de todos, del espíritu de un país por salvar la vida humana y no de hacer negocio a costa de ella.
Felicidades a todos los protagonistas de esta historia porque Cataleya es fruto de la unión de todos, de la conjunción del amor de sus padres y de todos los que incidieron en esta historia de final feliz que, aclaro, no es la única que conozco aquí en Cuba.
Que VIVAN nuestros profesionales de la SALUD. A pesar de los detractores, son muchos los retos que se vencen en nuestras instituciones de la SALUD. VIVAN esta madre y su hija que juntas lucharon por la VIDA!!!
Orgullo de ser cubana.La vida abriéndose paso con ayuda del Amor ,el empeño y la cualidad HUMANISTA de nuestro sistema de Salud..Viva la Vida! Salud a esa pequeña ,a su madre! Cuba Adelante!
cuando se vio en apuros dijo para mi cubita regreso,y como somos tan buenos la recibimos y nos gastamos miles dolares.jejehehe
Por salvar esa vida, esa niña linda y darle felicidad a una famlilia cubana, ¡BIEN HECHO! Vale la pena. ¡Viva la Revolución!
Pues si, para cuba, de donde soy sin Importar donde esté, y es una pena, en Ecuador solo tenia con vomitos, nada me había pasado. Solo quería q mi hija fuera cubana, como yo, rectifico, no me vi en apuros en Ecuador.
Ahhh señora Jorge y tiene razón; nos gastamos miles de dólares, todos, no me excluya q sigo siendo cubana y mi familia también, por tanto como usted, también aportamos para no tener q pagar luego
Yo viví esa experiencia con mi niño que nació de 32 semanas y peso 2300 gramos,gracias a mi revolución, a los médico y enfermeras de la sala de neonatología del hospital Ernesto Guevara de Las Tunas mi niño hoy cuenta con buena salud y tiene 12 años..Bendiciones para Cataleya y mucha salud
bella historia y conmovedora de esa madre que siempre tuvo fe en ella y en dios y supo que su hija podia vivir y en cuba donde estan los medicos cubanos que siempre dan todo por la salud humana
No sé a qué se refiere el autor cuando dice que la niña le debe la vida a la fortuna, excepto que aluda a la fortuna de haber nacido en Cuba. Ese colectivo médico es el verdadero creador de la magia que nos ha permitido "conocer" a Cataleya.
Ahora quisiera que los que se dedican a publicar en Cibercuba lo supuestamente malo de nuestro pais publicaran esto tambien, sin dudas solo publican en esa web lo que les conviene con tal de desprestigiar y criticar solamente, jamas he visto en esa web nada postivo sobre nuestro pais. Muy inolvidable historia mis felicitaciones al equipo medico y sobre todo a esas guerrilleras.
Conmovedora esta historia la primera batalla la ganaste Yanetzy ahora a darle todo el amor del mundo a tu hermosa Cataleya que dios la bendiga.
Felicitaciones para esa mami y todo el maravilloso colectivo que tuvo que ver con la recuperación de esa bebita,siempre pongo de ejemplo a mi isla y su sistema preventivo en embarazadas y recien nacidos,se antepone el factor humano .
ESTA HECHO ME HACE SENTIR SER CUBANO Y MUY ORGUYOSO , MILES DE GRACIAS
Y DONDE QUEDO EL AGRADECIMIENTO A LOS OBSTETRAS. PORQUE SI ELLOS NO ENTREGAN EN NIÑO A LOS NEONATOLOGOS EN EL MEJOR ESTADO POSIBLE NO SOBREVIVE
Disculpe: a mi obstetra que lucho para salvar a mi hija, a los que se le sumaron porque conocieron mi historia. Y el plural ahí no era muy extenso, porque quisieron sacarla de mi viente al primer problema. Así q no, no tengo que agradecer a los obstetra, sino a mi obstetra y a los otros valientes q se impusieron y de hecho saben mi agradecimiento
Situaciones como estas evidencian la grandeza de nuestros galenos. Su abnegación, sapiencia y sobre todo su humanismo.
Son los héroes de cada día,nuestros médicos donde quiera que se encuentren y bajo cualquier circunstancia,los felicito y les deceos lo mejor,no hay palabras para agradecerles su trabajo...
Que historia tan bella Yane la tuya y de tu princesa hermosa, ya la conocia pero leerla ahora me llena de satisfacción y orgullo de la medicina cubana ...Que la vida les ofrezca mucha salud y dones maravillosos...Un abrazo para ti y para Olga y Leonel..