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Cómo se hizo la mascarilla mortuoria de Frank País García

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Desde el punto de vista artístico, la mascarilla es un retrato escultórico que permite identificar rápidamente al joven revolucionario. Se logró con bastante limpieza y fidelidad, aun cuando algunos artistas plásticos opinan que el rostro de Frank era muy difícil de trabajar porque tenía los pómulos salientes, la barbilla con cierta reducción respecto al labio y la frente más aguda. No obstante, la obra refleja sus rasgos más significativos y naturales, como la serenidad de su rostro, cualidad de su carácter que lo acompañó siempre, incluso en los momentos más difíciles.

Desde el punto de vista artístico, la mascarilla es un retrato escultórico que permite identificar rápidamente al joven revolucionario. Se logró con bastante limpieza y fidelidad, aun cuando algunos artistas plásticos opinan que el rostro de Frank País era muy difícil de trabajar porque tenía los pómulos salientes, la barbilla con cierta reducción respecto al labio y la frente más aguda. No obstante, la obra refleja sus rasgos más significativos y naturales, como la serenidad de su rostro, cualidad de su carácter que lo acompañó siempre, incluso en los momentos más difíciles.

Por José Luis Cuza Téllez de Girón*

El 30 de julio de 1957, ante el hecho monstruoso del asesinato de Frank País en plena calle de San Germán y Callejón del Muro, la parte de la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 26 de Julio radicada en Santiago de Cuba convocó a una reunión en la casa de Miguel Ángel Duque de Estrada en San Basilio 404.

Allí estaban Agustín Navarrete, Alberto y Taras Domitro Terlebauca (Roberto) y acudieron René Ramos Latour (Daniel) y Vilma Espín (Deborah) para adoptar las decisiones con que enfrentar la irreparable pérdida del jefe de Acción Nacional del 26 de Julio.

En la tarde del 30 lo primero fue recuperar el cadáver de Frank, quitárselo a los asesinos que lo tenían en el necrocomio del Cementerio de Santa Ifigenia.

Vilma localizó a su amigo de la Universidad de Oriente, uno de los abogados de la Causa 67, el Dr. Jorge Serguera Riverí, y le encargó que acompañara a Doña Rosario y a los reverendos bautistas Agustín y Celestino González a reclamar el cuerpo de Frank. Allí fueron apoyados por el médico forense, Dr. Manuel Prieto Aragón, quien increpando al teniente coronel José María Salas Cañizares le exigía, que si ya había matado a Frank, que al menos le entregara el cadáver a su madre.

El cuerpo de Frank se llevó para su casa en San Bartolomé 226. Su madre, América, Graciela Aguiar, Marinita Malleuve y Carmona limpiaron su cuerpo, taponaron sus 36 perforaciones y lo vistieron con el traje blanco, regalo de sus compañeros para el juicio por la Causa 67 en mayo de 1957. Hasta allí fue su compañero desde la infancia y subordinado en los movimientos insurreccionales, Luis Clerge, quien cumpliendo instrucciones de Vilma había ido a solicitarle a Doña Rosario, en nombre del Movimiento Revolucionario, el cadáver de Frank para velarlo en la casa de su novia América Domitro Terlebauca, en Heredia y Clarín, un lugar más céntrico de Santiago de Cuba.

"Hagan lo que crean mejor. Frank es de ustedes", le había contestado la valerosa madre.

Mientras esto sucedía, en La Habana el gobierno analizaba con la embajada de EEUU la visita a Santiago de Cuba del nuevo embajador Earl Smith, y se acordaba que se cumpliera el plan, a pesar de las dos muertes ocurridas ese día en la ciudad… ¡Total cada día las fuerzas represivas del gobierno de Batista mataban impunemente en pueblos y ciudades y no pasaba nada!

Conocedores de la visita a la ciudad del nuevo embajador yankee el día 31, las organizaciones revolucionarias Resistencia Cívica y el Frente Cívico de Mujeres Martianas de Santiago de Cuba, dirigido por Gloria Cuadras, Estrella Figueredo, Isabel María Benavides y Pura Amador, desde días atrás venían preparando una demostración de protesta contra los asesinatos de los hijos de las madres cubanas en el céntrico parque Carlos Manuel de Céspedes, frente al Ayuntamiento municipal santiaguero.

La célula de combatientes clandestinos que laboraban en la compañía telefónica, donde militaban Carlos Amat, Rosita Casán, Rogelio Soto y Humbelino Díaz, verificó a la Dirección Nacional que el Embajador vendría de todas formas a Santiago, por lo que rápidamente se acordó movilizar la mayor cantidad de mujeres y concentrarse en la Catedral en la mañana del 31.

Mujeres de todas las clases sociales, creencias religiosas, color y edades se movilizaron vestidas de negro o negro y blanco para volcarse a través del parque sobre la comitiva gubernamental en cuanto esta se detuviera frente al Ayuntamiento para el recibimiento protocolar.

Se confeccionó un comunicado que denunciaba los crímenes de la Dictadura para ser entregado al Embajador. Una de las mujeres, Nanana O´Falon, cumpliría esa misión.

La noche del 30 se veló a Frank en casa de América y en horas del amanecer, llegaron cuatro revolucionarios vestidos con sus uniformes de chóferes de los autobuses y junto con Marinita Malleuve vistieron el cuerpo de Frank con el uniforme verde olivo Sobre su corazón una flor blanca, un brazalete del 26 Julio en su pecho y a su derecha una escarapela con las tres estrellas de Comandante en Jefe, en honores póstumos, del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el mismo grado militar de Fidel Castro Ruz.

Tres días después, los cuatro jóvenes fueron vilmente asesinados: Edgardo Salmón Romaguera, Jaime Contreras Pagés, Manuel Prada Contreras y Facundo Duany Ruiz.

Luego de participar en la demostración en el parque, donde fueron salvajemente golpeadas y apresadas gran cantidad de mujeres, la jovencita Sonia Martínez Riera fue para casa de su tío, Miguel Ángel Duque de Estrada Benítez.

La Dirección Nacional quería hacer más por Frank y se les ocurrió hacerle la mascarilla mortuoria.

El viejo Duque de Estrada habló con su vecina de la calle San Basilio, la escultora y profesora de Dibujo de la Universidad de Oriente, Olga Maidique Patricio, y esta le dijo que no tenía yeso, pero si se lo conseguían, se la hacia.
De inmediato, Sonia se dirigió al Ten Cent, en la calle Enramadas entre San Félix y San Pedro, pero ya las tiendas habían cerrado en señal de huelga espontánea por el asesinato del hijo más querido de Santiago de Cuba.

Sonia habló con el policía del establecimiento de la empresa norteamericana F.W.Woolworth Company, de apellido Valdés y le dijo que necesitaba yeso para hacerle la mascarilla a Frank País. De inmediato, le permitió entrar y tomar la cantidad requerida. La muchacha le pagó los 25 centavos que costaba el paquete.

Silvia Duque de Estrada compró el aceite también necesario en la tienda El Colmado, en Calvario y San Basilio

Integrando la enorme multitud que había llevado a Frank y a su fiel compañero Raúl Pujol Arencibia por las más céntricas calles santiagueras al Cementerio de Santa Ifigenia, Sonia y Olga penetraron en el recinto, donde el Dr. Prieto Aragón le realizaba la autopsia a Pujol en presencia del juez Dr. Eduardo Cutié.

Frank yacía en su féretro, lo destaparon y Olga preparó el material en una pequeña palangana y lo aplicó en su sereno rostro. Esperaron sobrecogidos el tiempo necesario. Una vez que el molde fraguó, Olga lo desprendió con sumo cuidado, apreció con dolor lo bien que había quedado, lo colocó en el cartucho de bodega en que habían llevado el yeso y Sonia salio rápidamente con aquella prenda de incalculable valor.

En una guagua de la ruta Cementerio-Vista Alegre, fue de nuevo para la casa de Duque de Estrada. Allí la estaban esperando Agustín Navarrete y Taras Domitro. Ya Vilma había partido para su escondite en la casa de Rosa Bastilla, en Terrazas de Vista Alegre, y Ramos Latour para el suyo, en Rey Pelayo 160, casa de los esposos Claudia Rosés Montes de Oca (Francesa) y Carlos Ortega Portuondo.

En casa de Duque de Estrada la mascarilla se envolvió en una toalla húmeda y unos días después se llevó para la peluquería Lucy, de Agustín Molina y Silvia Duque de Estrada, en Santo Tomás 751 1/2. Luego se transportó para la casa de Mercedes Riera Lara en San Carlos y Santo Tomás, donde se guardó hasta que fue escondida celosamente en uno de los pasos de las escaleras que iba al sótano de la casa de Miguel Ángel.

Esa noche, se recibió la llamada de Celia Sánchez Manduley desde Manzanillo.  Fidel le había enviado una carta desde la Sierra Maestra y era necesario irla a buscar…Y para allá fue Sonia Martínez con el viejo revolucionario Antonio Parada y su esposa, Enriqueta Marañón. El viaje fue muy azaroso, pues los combatientes clandestinos, en apoyo a la huelga que se desarrolló espontáneamente, habían regado de alcayatas las carreteras y se poncharon varias veces. Un viaje de seis horas se convirtió en casi de dos días.

En esa carta Fidel plasma su dolorosa reflexión por el asesinato de Frank:

¡Qué bárbaros! Lo cazaron en la calle cobardemente, valiéndose de todas
las ventajas que disfrutan para perseguir a un luchador clandestino. ¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado. No sospecha siguiera el pueblo de Cuba quién era Frank País, lo que había en él de grande y prometedor. 

Pero sí. ¡El pueblo de Cuba sí sabía quién era Frank País!

El nombre de Frank País era un secreto bien guardado en los corazones de su pueblo en Revolución, que cuando lo supo asesinado se volcó a la protesta espontánea contra el crimen atroz… A la huelga revolucionaria, que nacida en su Santiago de Cuba se extendió por todo el país yendo hasta las mismas puertas de la Capital de la República, estremeciendo a la odiada tiranía.

Su muerte no amilanó al pueblo cubano y mucho menos a su juventud.¡Su nombre se convirtió en bandera!

Un combativo Frente guerrillero, al mando del Comandante Raúl Castro Ruz, lo llevaría hasta la victoria contra la ignominia y el crimen. Y al triunfo del bien, el 1ro. de Enero de 1959: escuelas, hospitales, aeropuertos, fábricas, granjas, cooperativas, pueblos y muchos niños, llevarían el nombre glorioso de Frank País García.

¡Honor y Gloria eterna a todos los héroes y mártires de la patria!

Al mediodía, después de almorzar, se reunió con dos muchachos del Movimiento. Le traían el libro que había pedido: Entre la libertad y el miedo, de Germán Arciniegas. Una de las mujeres se percató de que la policía batistiana venía registrando unas cuadras más abajo, casa por casa, subiendo por la santiaguera calle San Germán. Él tomó una decisión: ordenó a los dos jóvenes que se marcharan en el carro. Alegó que le sería mucho más fácil alejarse a pie. A las mujeres les entregó unos documentos. "No pueden caer en manos de la tiranía", dijo. Salió con el dueño de la casa, el combatiente Raúl Pujol, San Germán arriba. "Eh, detengan a esos dos", gritó un esbirro. Les rodearon los uniformados. "Pero, ¿no sabe quién es este, coronel? –un connotado chivato sonreía cínicamente–. Es Frank País." Comenzaron a golpearlos. Cuando finalmente ametrallaron a Pujol, ya el joven estaba sin conocimiento. A Frank lo empujaron hasta el callejón del Muro y allí le acribillaron a balazos. "Aquí todo el mundo tiene que tirar, delante de todo Santiago", vociferaba el coronel. Los esbirros vaciaron sus armas sobre los cadáveres. Arrojaron cerca del de Frank una pistola 45 con dos peines; luego se vio que eran de un calibre distinto. Era el 30 de julio de 1957.

Al mediodía, después de almorzar, se reunió con dos muchachos del Movimiento. Le traían el libro que había pedido: Entre la libertad y el miedo, de Germán Arciniegas. Una de las mujeres se percató de que la policía batistiana venía registrando unas cuadras más abajo, casa por casa, subiendo por la santiaguera calle San Germán. Él tomó una decisión: ordenó a los dos jóvenes que se marcharan en el carro. Alegó que le sería mucho más fácil alejarse a pie. A las mujeres les entregó unos documentos. "No pueden caer en manos de la tiranía", dijo. Salió con el dueño de la casa, el combatiente Raúl Pujol, San Germán arriba. "Eh, detengan a esos dos", gritó un esbirro. Les rodearon los uniformados. "Pero, ¿no sabe quién es este, coronel? –un connotado chivato sonreía cínicamente–. Es Frank País." Comenzaron a golpearlos. Cuando finalmente ametrallaron a Pujol, ya el joven estaba sin conocimiento. A Frank lo empujaron hasta el callejón del Muro y allí le acribillaron a balazos. "Aquí todo el mundo tiene que tirar, delante de todo Santiago", vociferaba el coronel. Los esbirros vaciaron sus armas sobre los cadáveres. Arrojaron cerca del de Frank una pistola 45 con dos peines; luego se vio que eran de un calibre distinto. Era el 30 de julio de 1957.

*Contralmirante®, Capitán del ER, jefe de la compañía B “Pedro Sotto Alba”, Columna 19 “José Tey”, Segundo Frente Oriental “Frank País”.

Se han publicado 56 comentarios



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  • Torres dijo:

    Creo que Frank fue la cúspide de la juventud que luchaba en las calles, a mi juicio la lucha mas difícil, hoy todos tenemos por agradecimiento, que lograr que nuestros hijos conozcan, pero además que les interece la vida de estos muchachos casi niños, que apenas podían disfrutar de breves instantes de esparcimiento, posible con una novia o con amigos, la mayor cantidad de las veces escondidos, hoy los nuestros lo tienen todo, pero quieren mas, aspecto propio del desarrollo, pero el gran peligro no es eso, es olvidar a Frank, a Pujol a Josue y muchos mas que es olvidar la historia, hoy eso es un peligro latente, no podemos permitir que ocurra, porque sería perder La Revolución.

  • Yelegny dijo:

    Precioso este artículo, cuanto valor!!! Todo un pueblo luchando, que clase de pueblo el santiaguero!!! Por eso no podemos olvidar la historia porque nos ayuda a entender el presente y construir el futuro.

  • Ana Isabel dijo:

    Que dolor tan grande lacera a la patria ante tantos hijos asesinados por defenderla y librarla de los desmanes de gobiernos corruptos y entregistas. Por eso no debemos renunciar jamás al sagrado deber de inculcar en nuestros jóvenes los valores que Frank representa, nuestros héroes y mártires lo merecen.

  • David dijo:

    Gran articulo. Esa es la Historia de Cuba!!!!!!!!

  • LG74 dijo:

    Muy estremecedora historia, la he leido varias veces y todo lo que se dice de Frank País nos nutre y enseña siempre.

    Tremenda valentía, y coraje con tan solo 22 años tenia nuestro Frank País, la juventud de ahora debe de inspirarse en jovenes como ellos que dieron su vida siempre por esta Revolución.
    Nuestro Frank fue único e irrepetible, digno de admirar.

  • Ruben Ruis R dijo:

    Dice el relato que la mascarilla fue escondida en uno de los pasos de escalera en casa de Miguel Angel, debe ser un combatiente, pero si pudieramos saber sus apellidos completariamos conocimientos de esta gran historia del valeroso Frank y otros que lucharon por la misma causa.

  • granito de arena dijo:

    Esos jóvenes fueron el fruto de las circunstancias de su época. Y de esas circunstancias nacen hombres como esos, con ese temple, entrega, altruismo. En esa época los jóvenes maduraban muy temprano. Recuérdese la edad de Fidel, Camilo, Che, Raúl, etc. al triunfo revolucionario, y cuán grande era su trayectoria ya en aquel momento. Sería infinita la lista de jóvenes con una actuación que superaba su corta edad: Abel, Fontán, Chiqui Gómez-Lubián. Llama la atención no solo el valor, sino la capacidad movilizativa, el talento desplegado por cada uno de ellos. Mucho he pensado en cómo podía alguien tan joven llegar a hacer cosas como Frank, Fidel, Raúl, que era un muchacho apenas, y muchísimos más. Siempre me llega la respuesta: el momento histórico.

  • VBG dijo:

    Impresionante e interesante el escrito sobre la muerte de Frank, ejemplo de convicción, valentía, patriotismo, heroísmo. Fran vivirá eternamente en el corazón de su pueblo.

  • VBG dijo:

    Por la sangre derramada de nuestros valiosos mártires, la Revolución cubana es y será e invencible.

    Cuba libre está hecha con la sangre de sus mejores hijos.

  • Roberto Luis Benitez Orta dijo:

    Aunque fue muy corta la vida de Fran que valor y que puresaen su ideal revolucionario su madre que valor al decirle a suscopaneros el pertenece a ustedes la juventud de hoy debe tener presente estas actitudes de jovenes cubano

  • Azucarero del melanio dijo:

    Historia increible, debia de comentarse por televisión, para que vean los que aspiran a otro sistema, lo que significa el maravilloso capitalismo, que desean. Y sepan de una vez lo macabro que es vivir en un país cualquiera del mundo, menos Cubita, que es donde se es verdaderamente libre, y con miles de dificultades se esta uno tranquilo y en paz. El unico sistema del mundo que se acerca más a lo que predicaba Jesús Cristo, por el hombre y para el hombre. !ETERNA GRATITUD A LOS HERÓES DE LA PATRIA!

  • cristina dijo:

    Cuànta hidalguìa en Frank y sus compañeros. Vilma tambièn

    Que hidalguìa la de Frank y sus compañeros. Vilma fiel a su ideal revolucionario, expuesta tambièn al peligro. En estos acontecimientos Santiago demostrò que: Cuando un pueblo enèrgico y viril llora, la injusticia tiembla.

  • alejandro portales dijo:

    Y así los que se fueron y los que están del lado de allá hablan y hablan de derechos humanos antes de la revolución y de una cuba libre, 36 tiros contra Frank Pais sin juicio ni nada de contemplación, no hablen tanta bobera por no decir otra cosa, jamás se ha visto eso en la cuba revolucionaria, que pasaría si nuestro gobierno hiciera lo mismo con los opositores actuales? sin comentario verdad?

  • Ysmary-Lay dijo:

    Un honor haber combatido al lado de Frank, lamentablemnte perdió su vida, pero sigue en cada uno de ustedes ...que la arriesgaron igual.
    Pepe, triste historia la narrada, pero necesaria para todos y contandola como acostumbras: con el corazón y el dolor por lo vivido.
    Gracias por la oportunidad de conocerla a través de ti.
    Cariños!

  • Arturo Ramos dijo:

    Honor y Gloria a todos nuestros héroes y mártires.

    NO MURIERON EN VANO.

    PATRIA CUBANA SOCIALISTA O MUERTE

  • Lama dijo:

    Cuba cuba Cuba, gloria eterna a sus heroes.
    cuantas muestras de heroicidad se pueden escribir en el pueblo.

  • aries dijo:

    hola, hay que estudiar a nuestros martires, pero de forma profunda, tenemos muchisimos, creo no nos alcanza la edad de estudiantes para estudiarlos con profundidad, pero hay que hacerlo, Gloria eterna a nuestros martires.

  • manolito1386 dijo:

    Si la situación lo requiriera muchos jóvenes daríamos el paso al frente sin dudarlo no sé porque ay quienes hablan muy a lo barato, aún queda integridad y dignidad en mucha juventud que sabe lo que vale la revolución y su obra, la muerte de Frank dejo muchas enseñanzas, volcó aún más el pueblo a la lucha, creo que con una protección más férrea y una seguridad mas redoblada muchos mártires de aquella época estarían vivos, en innumerables ocasiones ese fue el mayor problema y lo que más golpeo con la perdida de vida, Gloria eterna a todos aquellos que dieron su vida por nuestra causa, Viva la revolución , luchemos por esto tanta sangre no puede quedar en el olvido………………

  • Eliecer dijo:

    Sería bueno que muchos de nuestros jóvenes lean este artículo, pues les serviría de mucho para enfrentar los retos actuales y seguir conduciendo y guiando esta Revolución por la que tantos hijos valerosos como Frank y muchos otros sacrificaron sus vidas, es muy importante ilustrarle, que serán los responsables de seguir empujando la Revolución hacia delante y que como tal les corresponde ahora defender lo que tanta sangre y sacrificio costó a este pueblo.

  • Amanda dijo:

    Gracias por este valiosísimo testimonio. Me emocionó. Hay que escribir muchos artículos como este, sobre todo para nuestra juventud. Que conozcan la estirpe de nuestros héroes y mártires.

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