Cubadebate

asi se habla campeon de campeones....es este el momento de salir, con la liga, la champion y la copa del rey.............despues pues a disfrutar del calor de catar y por supuesto de sus petrodolares que los tienen en abundancia

GRACIAS XAVI

Dadme un balón y moveré el mundo
jueves, 21 mayo 2015, 09:57

El pequeño chasis de Xavi ha escondido dos cualidades que no ocupan espacio, ni tienen peso. Una es la inteligencia. La otra, la técnica para llevar al pie lo que dicta su cartesiana cabeza, uno de los más brillantes procesadores que ha dado el fútbol de cualquier país y de cualquier época. Con esas dos armas imbatibles, Xavi ha desarrollado una fascinante carrera que ha requerido de otra virtud necesaria: la convicción.

Sin un compromiso indestructible con su manera de interpretar el fútbol, Xavi no habría alcanzado la posición histórica que ahora ocupa. No merece la pena entrar en clasificaciones subjetivas, porque España siempre ha alumbrado excelentes jugadores, desde Samitier y Gorostiza hasta Hierro, Raúl y la gran generación actual que ganó el Mundial, pasando por Gento y Luis Suárez. No parece subjetivo, sin embargo, considerar a Xavi como el más influyente de nuestros jugadores.

En algún momento de su vida, secuestró a Arquímedes y resolvió la ecuación que le ha dado fama como jugador y la que ha caracterizado tanto al Barça como a la selección española. “Dadme un balón y moveré el mundo” es la divisa de Xavi y, por extensión, la de un estilo que él no ha creado, pero que ha perfeccionado como nadie. Ahora, con la perspectiva de sus 17 años de trayectoria en el Barça y con la multitud de títulos que ha conseguido, resulta fácil atribuir su éxito a unas condiciones que mostraba desde niño. Pero no es así. Como tantas veces ha sucedido en el fútbol español, Xavi ha tenido que enfrentarse a toda clase de prejuicios, tópicos y críticas.

Contradicciones

Xavi siempre ha sido el mismo futbolista, el maravilloso juvenil que dirigía la selección española con una sabiduría impensable en un crío y el experto centrocampista que ha definido el juego del Barça y de la selección en los últimos diez años. ¿Cómo es posible que alguien que no ha cambiado haya merecido interpretaciones tan contradictorias a lo largo de su carrera? Hubo una época, aproximadamente entre 2000 y 2004, en la que mucha gente veía a Xavi como un problema. No le ayudaba su pequeña estatura, su ligero cuerpo y su manera de jugar, apoyada en el pase y en el engaño.

Se decía, aunque ahora parezca mentira, que Xavi representaba lo peor del fútbol español. Sus opositores, que no eran pocos en las tribunas periodísticas, le criticaban por irrelevante, lento y liviano, la clase de jugador, en definitiva, que no podía enfrentarse con las exigencias de lo que se consideraba fútbol moderno. Es curioso como el fútbol siempre ha sospechado que la modernidad siempre es la patria de los vigorosos y no de los sutiles.

El veredicto negativo sobre Xavi estuvo a punto de imponerse en la primera temporada de Rijkaard, la 2003-2004. Después de tres años de sequía en el Barça y de un inicio decepcionante del equipo, comenzaron a dirimirse responsabilidades, sobre todo en el ámbito mediático. Una de las tesis más populares condenaba a Xavi como principal representante de dos lacras: un estilo incompatible con los tiempos que corrían y su simbólico liderazgo de una cantera fracasada. Los más hirientes le definieron como un perdedor.

Por extensión, a Xavi se le consideraba el problema del Barça. En aquellas circunstancias tan difíciles, no alteró su juego ni un milímetro. Su formidable convicción venció a los críticos, a los dudosos y a los neutrales. En poco tiempo, el Barcelona comenzó a recuperar el argumentario de Johan Cruyff gracias a varios jugadores extraordinarios, Ronaldinho y Messi a la cabeza, y a la intachable dirección de Xavi.

No ha habido mejor estratega sobre un campo de fútbol, ni más engañador. Xavi ha utilizado toda su sabiduría para emitir mensajes que los rivales no puedan comprender. Hasta su cuerpo engañaba, un cuerpo que invitaba a chocarse con él, pero no había forma de encontrarle. Antes de la fricción, Xavi había girado, o había pasado la pelota, o había desaparecido de la vista de la rival. Quienes sospechaban de su velocidad, no sabían que Xavi les estaba engañando con su dinamismo. Eran raros los partidos en los que Xavi no encabezaba la lista de kilómetros recorridos. Todavía hoy se le ve en perpetuo movimiento, insufrible para sus marcadores, que acaban frustrados y abandonan las marca ante un jugador que no descansa.

El pase necesario

El arte del engaño lo traslada al manejo de los tiempos, la más difícil de las sutilezas porque exigen la comprensión y la solidaridad de sus compañeros. Xavi juega fácil, pero rara vez hace lo evidente. Siempre ha evitado el pase que espera el rival y el público, en favor del pase que necesita el juego, que no suele ser el más evidente.

Esta cualidad necesita un grado de paciencia que no es habitual en el fútbol, pero que ha impregnado el juego del Barcelona y de la selección española, sometidos a la estricta gobernanza de Xavi Hernández.

Liderazgo

La pedagogía de Xavi se ha impuesto en los dos grandes equipos de este siglo. El Barça y con la selección española han jugado como Xavi ha querido, acompañado por una generación de futbolistas que han asumido su liderazgo y han interpretado maravillosamente la sutileza de su juego. No era fácil. Xavi tiene que sentirse orgulloso y afortunado de haber coincidido con varios de los jugadores más inteligentes que ha visto el fútbol.

Su didáctico magisterio también ha alcanzado a los espectadores. Xavi ha ayudado a cambiar la mirada del juego, la forma de interpretarlo, la manera de disfrutarlo. Desde Xavi no se observa el fútbol igual que antes, o al menos ha introducido factores, siempre relacionados con la sutileza, que no resultaban tan apreciables por los aficionados al fútbol.

Estamos por tanto ante una figura grandiosa, con una capacidad de influencia inigualable y con unos registros que serán difíciles de repetir. Sin Xavi, tendremos la sensación orfandad que sólo han procurado unos pocos elegidos del fútbol. No se ha ido todavía y ya sabemos que no habrá manera de olvidar tanta inteligencia, tanta técnica y tanta convicción.

Me entristece ver que este gran jugador se retire, es leyenda del futbol cule y de España en general. Solo 2 cosas: mis palmas hacia Xavi y que Dios lo bendiga siempre. Admiro a este jugador no solo por sus dotes futbolistas sino tambien por su conduta ejemplar como futbolista, sin ser tan mediatico, es un crak.

Louis van Gaal quiere tener un equipo mas qu competitivo la temporada que viene de cara a la Champions y ya ha hablado del interes del club en el portero del Ajax y de la naranja absoluta Cillisen de 25 annos por el que estuviera dispuesto a desembolsar 28 millones como una alternativa para suplir la baja de De Gea en kso de que el meta espan0nol recaiga en el cuadro de Florentino Peres
De esta manera van Gaal esta volviendo cada ves mas naranja la plantilla de los reds debil ya q tambien demostro q queria como refuerzo del medio campo a Giorgino Wijnaldum de 21 annos del campeon PSV

Grande Xavi, uno de los mejores de todos los tiempos

grande xavi

Es una lástima saber que ya no estarás con nosotros en la próxima temporada, dejarás un vacío muy grande en la medular que va ser dificil de suplir. Le deseo todo de bueno en su vida profesional y social. Como se dice en nuestra casa "No es un adiós, si no un hasta pronto"

Un poco de HISTORIA RECIENTE, para los que piensen que TODO FUE COLOR DE ROSAS.

"MÁQUINA, EL FÚTBOL ES NO PERDERLA"

23 de diciembre de 2007. El Real Madrid gana 0-1 en el Camp Nou con gol de Baptista. El equipo blanco fulmina a un Barça tieso, sin estilo y perdido en la noche barcelonesa. No había sido una buena semana para Ronaldinho, tampoco para Deco. Laporta - tras la derrota - llamó a Cruyff para que se hiciese cargo del equipo. Aquel día fue el último de Frank Rijkaard aunque el holandés siguió hasta final de temporada. Mourinho fue considerado pero Cruyff se enfadó de tal manera que escenificó su fichaje como asesor con el Ajax porque solo admitía el nombre de Guardiola para seguir cogiendo el teléfono a su amigo Laporta.

Xavi no existía - eso decían las crónicas de la época - y su fútbol era muy contestado por la parroquia azulgrana. Pases repetidos, comodidad en su juego hasta el punto de ir a recibir el balón entre los centrales y mucha horizontalidad para ser más rutinario que brillante. Plano. No defendía. No tenía ese talento porque la distancia larga le dejaba sin respuesta. El Camp Nou le pitaba con moderación y el bueno siempre era su compañero. La resurrección del Barça de Rijkaard en su primer año se debió a la incidencia de Edgar Davids en el juego. Su fichaje en enero había sido una bendición para un equipo que había empezado el ciclo Ronaldinho con Gerard y Motta en el doble pivote con Xavi esperando en el banquillo. Rijkaard tampoco sentía devoción. Nadie le defendía.

El bueno era el otro

Tras Davids - su "no" renovación generó un debate interno lleno de anécdotas - llegó Deco. Y este se convirtió en capitán general. El portugués era el "súmmum". Xavi se lesionó del cruzado y el Barça con el incipiente Messi, e Iniesta jugando de todo, ganó en París la segunda Copa de Europa. De ahí a la citada derrota contra el Madrid con Guardiola como espectador de lujo desde su atalaya en el Barça B. Pep lo sabía y lo sentía todo.

Aquella temporada acabó con la derrota en Old Trafford - gol de Scholes - y las listas de bajas donde en todas estaba Xavi. El club le ofreció la puerta y Xavi quiso irse. Guardiola fue rotundo. Nada de revoluciones. Con Deco, Ronaldinho y Eto'o basta. Pep preguntaba a todos sobre si era mejor fichar a Drogba o Adebayor. Ejemplo este de cómo cambia el fútbol en cada minuto porque Pep, a día de hoy, no querría ni a uno ni a otro en su equipo. Y la valoración sobre Xavi cambió de la manera más radical porque fue el '6' quien se atrevió a cruzar la frontera. Y lo hizo para volverse leyenda.

De discutido a indiscutible

Aragonés fue antes que Guardiola. Defendiendo la casaca nacional ganó la Eurocopa de 2008. Su primer gran título como primer espada. Aragonés lo apostó todo a los locos bajitos. Xabi Alonso no era titular y la manija era Xavi. Tac, tac, tac. Pase corto, precisión y velocidad, no más de dos toques para buscar un compañero con Torres y Villa distanciando la defensa adversaria de la medular generando una burbuja donde Xavi se volvía emperador. Un nuevo Xavi había nacido. Derribó el miedo, se olvidó de jugar con el freno de mano, y empezó a sentir que los suyos ganaban si él jugaba como un campeón. Ya nunca más volvería a jugar de mentira. El '6' había encontrado su espacio y nada tenía que ver con las baldosas pisadas con anterioridad. "Xavi no siempre fue el que vimos en la última etapa", son palabras textuales de Luis Enrique hace unos días.

Fútbol a su medida

Guardiola dibujó un Barça para Messi. El '10' le fascinaba pero antes del 2-6 del Bernabéu, el líder era el balón. Pep quería un Barça de fútbol sala. Del fútbol once a las diagonales, paralelas y el espacio reducido. Fútbol a la medida de Xavi. Increíble. Y de Iniesta. Nunca antes habían sido competitivos jugando los dos como pareja de interiores. Y Pep lo consiguió cambiando las medidas del terreno de juego. Su Barça achicaba hasta la medular, sus puntas presionaban y en medio de la acumulación central era Xavi quien se coronaba con más de un 90 % de acierto en el pase. No la perdía, era mágico, nunca nadie pensó que Xavi pudiese ser más que Pirlo pero lo había conseguido.

"Máquina, el fútbol es no perderla"

Xavi defendía atacando. Y cuando iba a gol marcaba diferencias como facilitador. Creía en él tanto que jugaba con superioridad. Su confianza partía de la toma de decisiones, una computadora. Seleccionaba el pase fácil, el de descarga o la asistencia con una lógica aplastante. Siempre daba un pase más - tal y como se hace en baloncesto cuando en ataque ya has desorganizado a la defensa rival - y eso servía para arrodillar a los oponentes. Fue a más. A mucho más. Tanto que hoy nadie duda de que Xavi es tanto como Iniesta cuando Guardiola y medio mundo siempre sospechamos que Andrés iba a destronarlo más pronto que tarde. No lo consiguió. Simplemente se hicieron más fuertes como dupla.

La baldosa de Xavi

La gloria o el fracaso en diez metros. Aragonés cambió a Xavi y Guardiola hizo un Barça idílico para Messi. Y como el '10' es pequeño, bajito, de distancia corta y no necesita más que un metro para romperla, fue Xavi quien se convirtió en un facilitador al servicio del mandamás. El termómetro, el que permitía derribar el castillo de naipes para que Messi entrase en acción sin desgaste previo. El fútbol grande se volvió fútbol chico para que Xavi fuese imparable. El arte de no perderla, el futbolista que refleja como el Barça de Cruyff fue ganando metros hasta encontrarse con Messi. Y es que desde que Xavi dejó de ser Guardiola para situarse antes que el gol, este Barça es de otro planeta.

tengo 17 años y no tuve portunidad de ver toda la trayectoria de este astro del mas universal de los deportes,pero el poco tiempo que lo pude ver desde que empece con mi pàsion con este deporte a los 10 años he podido admirar y ver con que gran magia ,creatividad y etica este hombre ha hecho para mi y para muchos del futboll una parte más de nuestro dia a dia, salu2 angel.

Abandona el barça el mejor medio campo que yo y muchas generaciones atrás hemos conocido, menos mal que pude verlo jugar. El barça le debe mucho y España le debe todo.