Cubadebate

Dayron Robles

Vine, Vidi y Vinci, como Julio César a su vuelta de la guerra de las Galias (actual territorio de Francia). Es casi siempre la máxima del guantanamero Dayron Robles en su paso anual por París, donde lo tratan con mucho cariño.

Como es, lo que se diría en el argot popular de su tierra natal, "un jodedor cubano", tiene frases simpáticas para todo. Cuando repitió su triunfo en el Meeting Areva de la Liga Diamante del atletismo, tuvo frases de respeto sobre sus contrincantes.

"En Cuba decidimos que esto es una guerra entre gladiadores y la cosa se está poniendo caliente. Tenemos por delante el campeonato mundial de Daegu, en Surcorea, aunque otras carreras antes dejarán ver nuestro nivel", reflexionó.

La exclusiva con Prensa Latina se dio a retazos. Nos vimos en la rueda de prensa del Hotel Pullman Torre Eiffel, luego en los pasillos de la instalación junto a su entrenador Santiago Antúnez, y finalmente en dos ocasiones en el Stade de France de Saint-Denis.

"Hay que ponerle freno a estos tipos que quieren acabar con mi record mundial (12,87 segundos)", dijo mirando de reojo al estadounidense David Oliver (12,89), quien no cesaba de reírse con las ocurrencias de su colega y amigo.

A los 24 años y con el título olímpico de los 110 metros con vallas en Beijing-2008, Robles, oriundo de la oriental provincia cubana de Guantánamo, acaba de confirmar su buena forma y confianza en sí mismo.

Con sus espejuelos transparentes y gorro blanco, se paseó con soltura por el centro de alojamiento parisino con la sombra de la prensa. Solícito y listo para soltar chanzas, fue la figura extranjera de la cita después del jamaicano Usain Bolt.

Sin embargo, no está contento. "Pensé que haríamos una carrera más rápida en París con Oliver, Trammell, Merrit. No fue así y sigo en busca del mejor Dayron. Debo mejorar mi ritmo a partir de la quinta valla para no verme apurado en el final", explicó.

Restó importancia a lo que calificó de desenfreno mediático por hacer ver de una pugna por dominar la distancia con Oliver. "Se olvidan del chino Liu Xiang y que cuando Oliver y yo estamos en forma, el triunfo es de cualquiera".

"En realidad ya he repetido que llegó la hora de ponerse serio y de bajar los 13 segundos, aunque tampoco puedo obsesionarme con los tiempos. Me ha ido muy bien con el plan del profe (Antúnez), pero a partir de este momento la situación cambia", precisó.

Robles reconoció que las lesiones son imponderables frente a los cuales hay que encomendarse a la suerte. "Ya saben que tengo los pies planos y llevo un plan con el médico, quien lamentablemente ahora no me acompaña, pero voy bien".

El atletismo, como la música, la lectura e Internet, son sus principales diversiones en la vida.

Al preguntarle acerca de las perspectivas del año, argumentó que con su preparador se plantea las competencias por etapas. "Primero quiero terminar al mayor nivel posible la Liga Diamante y la gira europea".

"Posteriormente", prosiguió, " quiero pulir detalles de cara al campeonato mundial de Daegu, Surcorea (fines de agosto) y conseguir una medalla de oro que necesita Cuba como mi aporte en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en octubre", anotó.

"Reconozco que anduve obsesionado con volver sobre el récord. En París ni Oliver ni yo corrimos bien (13,09 segundos), pero igualmente el evento dejó la sensación de lo disputados que son hoy los 110 con vallas. Me anima el reto", comentó.

De la cita olímpica de Londres-2012 prefiere hablar más adelante. "Lo importante es sentir la motivación, de seguir los sacrificios del entrenamiento y mantenerse bien concentrado. No puedo quejarme, pero tampoco estoy conforme, debo superarme".

(Con informaciójn de Prensa Latina)