Cubadebate

Imagen facilitada por Unicef el 18 de diciembre de 2008 de una foto de la artista belga Alice Smeets que ganó el premio "Unicef-Foto del Año" y que muestra a una niña en uno de los suburbios de Puerto Príncipe, Haití, en julio de 2007. La presentación de estos premios se realizará hoy jueves 18 de diciembre en Berlín, Alemania. EFE/Alice Smeets.

Cuba advirtió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que la paz, la seguridad y la estabilidad duradera en Haití requieren la eliminación de la pobreza y el subdesarrollo.

La señal de alerta fue expuesta por el representante permanente alterno de Cuba en las Naciones Unidas, Rodolfo Benítez, durante una sesión abierta de ese órgano dedicada a la situación haitiana.

Haití es uno de los ejemplos más claros de las nefastas consecuencias del colonialismo y del neocolonialismo, del injusto y excluyente orden internacional, y del intervencionismo continuado que ha marcado su azarosa historia, apuntó el diplomático cubano.

Sostuvo que no puede haber paz y estabilidad duradera cuando más del 70 por ciento de los habitantes viven en la pobreza, la mitad de la población activa está desempleada y la expectativa de vida no llega a los 52 años.

Tampoco si el analfabetismo afecta a 48 de cada 100 habitantes y casi la mitad de los haitianos está mal nutrido y no tiene acceso al agua potable.

Benítez señaló que cuando el tema de la situación de Haití es tratado en las Naciones Unidas la atención se concentra casi siempre en las denominadas cuestiones de seguridad y se minimiza la atención urgente a los graves problemas estructurales, económicos y sociales que aquejan al país.

Al respecto, consideró que la acción de la comunidad internacional no puede limitarse a la presencia de la llamada fuerza de estabilización enviada por la ONU a Haití (MINUSTAH) porque "no ha habido ni podrá haber una solución militar a la cuestión" haitiana.

Asimismo, destacó la colaboración brindada a Haití por Cuba, "un país pequeño, bloqueado y con recursos muy limitados", en especial en los campos de la salud, energía, educación, agricultura y deporte.

Explicó que más de 400 cooperantes cubanos prestan hoy servicios en los lugares más apartados de la geografía haitiana, en su mayoría en el sector de la salud, que laboran en 134 diferentes comunas del país.

Indicó que desde su inicio en 1998, la colaboración de los médicos cubanos ha permitido la realización de casi 14,5 millones de consultas, salvar la vida de más de 232 mil personas, asistir 110 mil 400 partos y ejecutar un cuarto de millón de intervenciones quirúrgicas.

Además de esa labor, 544 galenos haitianos se han formado en Cuba, donde en estos momentos estudian, de manera totalmente gratuita, 670 becarios de Haití. Otros 800 jóvenes se han graduado en centros educacionales cubanos como profesionales, puntualizó Benítez.

El diplomático también se refirió a la denominada Operación Milagro, desarrollada por Cuba y Venezuela para asistir gratuitamente a pacientes con afecciones oculares de diferentes países y que ya ha beneficiado a más de 43 mil 800 pacientes haitianos.

Del mismo modo mencionó el programa cubano de alfabetización Yo, sí puedo, mediante el cual casi cuatro mil 500 personas aprendieron a leer y escribir en Haití.

Lo que hoy hace Cuba por Haití es apenas un modesto ejemplo de cuánto más pudiera lograrse en ese país mediante la colaboración y asistencia internacionales, sobre todo por parte de aquellos Estados con mayores recursos económicos y financieros, subrayó el embajador cubano.

La sesión del Consejo de Seguridad sobre Haití contó con una intervención del ex presidente norteamericano Bill Clinton en su condición de enviado especial para Haití del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.

(Con información de Prensa Latina)