Desde una mujer recogiendo aceitunas de sus olivos en Cisjordania hasta una familia refugiándose de la lluvia en la ciudad de Gaza, los fotógrafos de la agencia AP capturan a diario las más diversas escenas de la vida cotidiana de Palestina.
Cubadebate les ofrece una selección de las imágenes más recientes publicadas por la agencia.
Un palestino reza en una mezquita en Beit Lahiya, norte de la Franja de Gaza. (Foto AP / Lefteris Pitarakis)
Naeema Abu Shaweesh, derrama agua sobre sus hijos fuera de su casa en la ciudad de Gaza. (Foto AP / Hatem Moussa)
Niños palestinos salen de la escuela. (Foto AP / Bernat Armangue)
Un trabajador agrícola trepa a un árbol de palma. (Foto AP / Hatem Moussa)
Una mujer palestina ordena aceitunas durante la recogida en la aldea cisjordana de Kabatyeh, cerca de Jenin. (Foto AP / Mohammed Ballas)
Una mujer palestina recoge aceitunas de sus olivos en la aldea cisjordana de Qariout, cerca de Naplusa. (Foto AP / Muhammed Muheisen)
Eyad Umm, vierte las aceitunas de un cubo durante la cosecha en las afueras de la ciudad cisjordana de Ramallah. (Foto AP / Muhammed Muheisen)
Imanes para la venta se muestran en el coche de un hombre palestino en el puesto de control de Kalandia, entre Jerusalén y la ciudad cisjordana de Ramallah. (Foto AP / Bernat Armangue)
Una niña palestina lee el Corán en la ciudad cisjordana de Nablus. (Foto AP / Nasser Ishtayeh)
Una familia palestina se cubre de la lluvia en el puerto de Gaza. (Foto AP / Hatem Moussa)
Un gato duerme junto a un arma Kalashnikov en un puesto de control de seguridad de Hamas en Ciudad de Gaza. (Foto AP / Bernat Armangue)
Los palestinos se reúnen en la azotea de un edificio en el que se detuvo la construcción y que fue bombardeado en enero de 2009 durante la ofensiva militar israelí en Beit Lahiya, norte de la Franja de Gaza. (Foto AP / Bernat Armangue)
Un agricultor palestino se toma un descanso para fumar un cigarrillo mientras cosecha de maíz en Jabaliya, norte de la Franja de Gaza. (Foto AP / Tara Todras-Whitehill)
Las mujeres palestinas llevan montones de paja después de la cosecha de trigo en su campo en las afueras de la ciudad cisjordana de Ramallah. (Foto AP / Muhammed Muheisen)
Esun pueblo que merece ser pueblo, con una cultura y una historia única, ultrajada por una mano bárbara, ahora para colmos el refugio palestino en territorio sirio ha sido tamoado por el Estado Islámico, ya comenzaron las decapitaciones y la matanzas, espero algún día no muy lejano ver la paz.
nada que decir,,, mucho que admirar,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
Cultura, geografía e historia sorprendentes, como en cualquier parte de nuestro planeta, pero con un velo que siempre ha intentado tapar sus maravillas. Un aplauso para las almas sensibles que ven en este país, más que conflictos y pobreza, abundante riqueza espiritual.
Nos parecemos muchos a los palestinos, por eso apoyamos su causa...Palestina Libre!!!
´´ las armas pueden quebrar los huesos pero no las tradiciones ´´
LOS PRIMEROS FRUTOS ME PARECEN DATILES NO ACEITUNAS , NO SE SI ESTOY EQUIVOCADO.
Es lo mejor de un pais que vive en paz y harmonia con el mundo ejemplo de lucha y resistencia pasifica lo contrario de el terror y la muerte ojala que las paz llegue y se quede por muchos años la vida es algo sagrado pero la dignidad es eterna QUE VIVA EL PUEBLO PALESTINO. RUDY
Yo tengo un amiguito.
Yo tengo un amiguito palestino
que anda mal acompañado por el hambre y por el frío
jugando con la vaina de una bala
sueña y sueña con juguetes, lo despierta un estallido
cayó una bomba, metralla y fuego
y tuvo que correr porque la muerte
no anda de juegos.
No sabe mi amiguito palestino
de maestros ni de escuelas papalotes ni domingos
si fuera a dibujar, dibujaría
aviones, casas en ruina, balas, soldados heridos
reloj sin horas, árbol partido
y el padre que salió hace mucho tiempo
y aún no ha venido.
Mientras haya niños que no puedan ni soñar
de ojitos tristes que humedecen la bondad
techo de cielo, abriguito de metal
lluvia de fuego, un refugio por hogar
y no haya un canto que le ponga a su mirar
la misma dicha que a mi niño le tocó
si no lo alumbra una verdad que justifique
mi presencia en este sol con un enero
mientras reincidan los epígrafes del mal
sobre la historia, la paloma de la paz
no volará, no podrá volar.