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Por: Frei Betto
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Conocí a Marighella en 1967, en el convento dominico de Sao Paulo, cuando se mostró interesado en que los frailes apoyaran su propuesta revolucionaria y nos regaló sus poemas. Dotado de talento poético, contestó en verso una prueba de física cuando cursaba la enseñanza media en Salvador. Ingresó en la facultad de ingeniería, pero no terminó los estudios. Se dedicó a defender los derechos de los más pobres como militante del Partido Comunista.