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El siglo de un guerrillero (+ Videos)

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«Nuestros sueños de ayer son realidades hoy, pero los sueños de hoy, hay que hacerlos realidad mañana», asegura Camacho Aguilera. Foto: Ronald Suárez Rivas.

Su vida parece la trama de una película de acción, de esas en las que el protagonista logra escapar de puro milagro en medio de una feroz redada policial, se cambia de nombre para vivir en el clandestinaje, lidera un levantamiento armado y soporta bestiales torturas sin quebrarse.

Si un director decidiera llevarla al cine algún día, no podrá faltar la escena de su secuestro, ni las palabras de aquel esbirro que subestimó su entereza: «si tú pasaste por Ventura y no hablaste, es que no sabes nada», ni aquella fuga espectacular, cuando toda la policía de La Habana lo buscaba, en una avioneta que logró levantar vuelo en la pista de Santa Fe, mientras las perseguidoras del sim llegaban para detenerlo.

De aquellos años convulsos en que lidiar con la muerte era el pan de cada día, Julio Camacho Aguilera conserva marcas en las costillas, un tic nervioso que aparece a intervalos cuando habla y, sobre todo, el orgullo de haber ayudado a derrocar la tiranía de Fulgencio Batista para iniciar, desde los cimientos, la construcción de una nueva era en la historia de Cuba.

En las charreteras de su uniforme, los grados de Comandante realzan aún más su figura de casi dos metros de altura.

Es de los últimos sobrevivientes de una generación que no creyó en aquella máxima de que las revoluciones solo eran posibles con el ejército o desde el ejército.

Fidel siempre lo tuvo entre sus hombres de confianza. Una vez, cuando alguien malintencionado le sugirió que Camacho había desertado, el Comandante en Jefe le respondió con aspereza: «él jamás traicionará». Y no se equivocó; 65 años después sigue siendo un hombre leal y consecuente.

A principios de la década de 1990, se dedicó a buscar un tesoro en la península de Guanahacabibes, que se creía que podía sacar a Cuba del Periodo Especial. Aunque no lo encontró, no salió con las manos vacías.

Durante los últimos 34 años ha trabajado de manera incansable para impulsar el desarrollo de esta hermosa porción del occidente cubano, convencido de que «el verdadero tesoro de Guanahacabibes es la península en sí».

Antes había sido embajador en la urss y primer secretario del Partido en Santiago de Cuba, La Habana y Pinar del Río.

Pero las historias se cuentan por el principio. Así que, quizá, debimos comenzar diciendo que el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera nació hace exactamente un siglo, el 7 de marzo de 1924, en la entonces provincia de Oriente, y que de niño soñaba con ser ingeniero.

Su padre, sin embargo, le advirtió que la educación superior solo estaba al alcance de los ricos, pero que en la casa había una biblioteca amplia. Si quería estudiar, debería prepararse de manera autodidacta.

Lo hizo por un tiempo, hasta que conoció a Gina (la combatiente del Ejército Rebelde Georgina Leyva Pagán) su compañera de toda la vida. «Me enamoré de ella y el estudio se acabó», confiesa mientras sonríe.

En 1956, cuando se produce el alzamiento del 30 de noviembre, para apoyar el desembarco del yate Granma, era el jefe de acción del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo.

Luego, por indicación de Fidel, asume la misma responsabilidad en Las Villas, y se convierte en una de las principales figuras del levantamiento armado en Cienfuegos, el 5 de septiembre de 1957.

En La Habana, recibe la misión de sabotear la zafra. En octubre de ese año, al llegar a la vivienda donde tendría lugar una reunión del Movimiento, fue recibido por un policía que le apuntaba al pecho con su ametralladora.

«Se enteraron por un compañero que no resistió», explica Camacho, y recuerda que «todos los días nos torturaban. Ya no teníamos piel. Apenas nos quedaba pelo en la cabeza. Entre las uñas y los dedos nos clavaban alfileres».

Una noche lo sacaron en un carro, lo tiraron en la cuneta y cuando el capitán que comandaba la operación estaba a punto de halar el gatillo, uno de sus hombres le gritó que no disparara, porque se acercaba un vehículo haciendo señales con las luces.

«Era Ventura, y le reclamaba que yo era prisionero suyo, que había participado en el 5 de septiembre, que sabía mucho y que tenía el compromiso con un coronel de Las Villas de mandarme para allá».

«¡Que lo maten ellos!», concluyó. Pero en Las Villas los presos políticos se declararon en huelga de hambre y, para disipar la revuelta, los separaron. Entonces lo enviaron a Santiago de Cuba, para ser juzgado por los sucesos del 30 de noviembre.

Después de tres vistas en las que el juicio no llegó a celebrarse, fue puesto en libertad.

Por orden de Fidel, vuelve a La Habana para hacerse cargo de los contactos con un grupo de oficiales de la tiranía que se hallaban inconformes con los métodos de Batista.

«El 27 de noviembre de 1958, aborta la conspiración. La represión es tremenda, y alguien dice que en la ciudad hay un delegado de Fidel de apellido Camacho».

De la capital consigue escapar gracias al piloto de una avioneta arrocera de Manzanillo, que accede a recogerlo en la pista de Santa Fe y llevarlo a Oriente.

El Comandante en Jefe entonces le encomienda sumarse al Frente Guerrillero de Camagüey, donde lo sorprende el triunfo de la Revolución.

La primera tarea, tras la caída de la dictadura, es dirigir el Ministerio de Transporte.

Uno de los pasajes menos conocidos de su vida fue el secuestro de un barco en que había salido a pescar.

Camacho cuenta que, de pronto, el patrón y otros dos tripulantes lo encañonaron, le amarraron las manos, y pusieron rumbo a Estados Unidos.

Al llegar a Cayo Hueso, le propusieron que no volviera a Cuba de mil maneras. Incluso llegaron a decirle que aquí sería fusilado, porque lo considerarían un desertor.

Una y otra vez exigió regresar a su país, hasta que decidieron enviarlo de vuelta.

Como Primer Secretario del Partido, marcó un antes y un después en el desarrollo de Pinar del Río. Desde la construcción de escuelas, hospitales, instalaciones deportivas y miles de viviendas, hasta los principales programas agrícolas, la electrificación o la creación de embalses, llevan su huella, en una provincia que era conocida despectivamente como «la cenicienta de Cuba».

Dicen que todo lo «grande» que hoy existe en Vueltabajo fue impulsado por él, y que, además, promovió las investigaciones sobre el papel de esta región en nuestras gestas libertarias.

«Esta es una provincia heroica y su historia no se conocía. Se quería aparentar que su pueblo no había luchado y eso no es cierto. Aquí fue donde más combatientes se le unieron a Maceo en la guerra del 95».

Al cabo de una década de arduo trabajo en territorio pinareño, también se desempeñaría como primer secretario del Partido en La Habana y en Santiago de Cuba, y como embajador en la entonces Unión Soviética.

A su regreso de la urss, pidió volver a Pinar del Río, para fomentar el desarrollo de Guanahacabibes.

Hace algunos años, durante la inauguración de la carretera hasta el Cabo de San Antonio, confesó que había llegado a la península acompañado por «un grupo de entusiastas buscadores de famosos tesoros escondidos entre las leyendas y la historia».

La belleza de esta región prácticamente virgen y sus enormes perspectivas para el turismo, sin embargo, hoy le parecen mucho más valiosas que cualquier fortuna escondida por piratas y corsarios.

«A Guanahacabibes nos fuimos a vivir en una casita de campaña, y hubo quienes dijeron que nos íbamos a rajar, porque cambiar Moscú por este lugar no era fácil. Pero la base no se puede perder nunca, y nosotros venimos de la lucha, de las dificultades».

Lúcido y jovial, con una memoria prodigiosa capaz de recordar hasta el más mínimo de los detalles, este jueves cumple cien años convencido de que una Revolución tiene que superarse a sí misma cada día.

«No podemos quedarnos satisfechos porque hayamos llegado hasta aquí. Nuestros sueños de ayer son realidades hoy, pero los sueños de hoy, hay que hacerlos realidad mañana».

Jamás ha hecho alarde de su rango militar, bien ganado en el fragor de la batalla, ni ha tenido que exaltarse para imponer su autoridad de líder nato, que contagia y compromete a los otros con su sencillez y su capacidad de ser ejemplo.

Cuando sale a la calle, nunca pasa inadvertido para un pueblo que reconoce su dedicación y su entrega.

«Hasta los jovencitos me saludan con afecto, piden hacerse fotos conmigo. Y yo me pregunto: ¿cómo esos muchachos, que nacieron ayer, me conocen?».

Aunque le halaga el cariño de la gente, expresa con la mayor humildad del mundo: «Soy yo quien debe estar agradecido».

Díaz-Canel felicita a Camacho por sus 100 años

Como un digno y admirable combatiente en la guerra y en la construcción socialista calificó este jueves Miguel Díaz-Canel, presidente de la República, al Comandante Julio Camacho Aguilera, al felicitarlo por sus 100 años de vida.
En su mensaje en la red social X, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) envió un abrazo al destacado revolucionario y a su familia.

Julio Camacho Aguilera estuvo entre los dirigentes principales del levantamiento popular del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos y tras el fracaso de la acción logró salir de la ciudad, se incorporó al Ejército Rebelde y le fue reconocido el grado de Comandante.

Tras el triunfo de la Revolución (1959) fue nombrado ministro Encargado de la Corporación Nacional de Transporte, para poner orden en esa dependencia, caracterizada por la corrupción y el fraude.

Fue primer secretario del PCC en varias provincias, integró el Buró Político durante más de una década y fue elegido miembro del Comité Central en el I Congreso de esa formación política.

(Tomado de Granma)

Se han publicado 24 comentarios



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  • Carlos Manuel dijo:

    Muchas felicidades a este corajudo combatiente revolucionario y fidelista.

  • Matraca II dijo:

    Muchas felicidades al Comandante Camacho Aguilera en su centenario, que la salud lo siga acompañando y le permita continuar, junto a su querida esposa Gina, transmitiendo conocimientos e historia a las nuevas generaciones. Su ejemplo e impronta perduraran en Pinar del Río.

  • Tysan dijo:

    FELICIDADES

  • Alberto dijo:

    Comandante Camacho Aguilera, mis respetos y felicidades por el Centenario que cumple. Usted es de los fundadores de nuestra Revolución y lo admiro por su sencillez y por su fidelidad.
    Hago extensivos mis saludos a Georgina su esposa que fue mi jefa y compañera en el Equipo de elaboración de los programas y textos en el MINED.

  • Pan dijo:

    Muchas Felicidades para ti, Campeón de 100 batallas de la vida y muchas mas de nuestra historia.Gracias por todo

  • Jorge J. dijo:

    Sinceras felicitaciones Cmdte. Camacho , siempre presente por su ejemplo y batallar, un abrazo !!!!

  • Amaya dijo:

    El mejor dirigente de la Revolución que ha tenido Pinar del Río, aquí es todo un ídolo, ejemplo de modestia, sencillez altruismo y sacrificio perenne, impulsor del deporte, los peloteros de la época dorada de Pinar del Río lo tienen en un pedestal

  • Ramón Rafael Abad Frometa dijo:

    FELICIDADES COMANDANTE POR SU CENTENARIO DE VIDA, DEDICADA POR ENTERO A LA REVOLUCIÓN Y AL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL PAÍS. QUE PASE UN LINDO DÍA JUNTO A SU FAMILIA Y SU ESPOSA GEORGINA. LA PATRIA LO CONTEMPLA ORGULLOSA

  • Patriota dijo:

    Felicidades comandante Camacho. Leo sobre las torturas que sufrió durante la dictadura de Batista y me duele imaginarme lo que sufrió. Le deseo todo lo mejor junto a su esposa Gina y el resto de la familia.

  • César Leyva dijo:

    Muchas felicidades a este centenario comandante Julio Camacho, ejemplo de entrega eterna a la obra de la Revolución

  • Carlos Rodríguez dijo:

    Muchas felicidades al Comandante Camacho, patriota ejemplar.

  • LB dijo:

    MUCHAS FELICIDADES! MUCHA SALUD PARA ESTE FERVIENTE REVOLUCIONARIO, EJEMPLO Y ORGULLO PARA PINAR Y PARA TODA CUBA!

  • El Catalán dijo:

    Felicidades Comandante Camacho. No solo hizo historia con su ejemplo y gallardía. También por su entrega y humildad.

  • Ada dijo:

    En la más Occidental de la provincias, la Filial Provincial de la Unhic,también rindió el merecido homenaje a quien ha dejado su impronta en la provincia.Con la realización de un taller en el que compañeros que compartieron responsabilidades y colaboraron en esa importante obra, brindaron sus testimonios a los presentes en el Museo Provincial. En las palabras de los participantes se destacaron sus cualidades humanas y su fidelidad a Fidel y a la causa revolucionaria junto a su esposa Gina, desde los tiempos de la lucha contra Batista.

  • Aimar dijo:

    Orgullo grande siento como cubano al conocer la trayectoria,fidelidad y lealtad de el comandante Camacho Aguilera a la Revolución; y alegría porque haya llegado a su centenario y aún entre nosotros como vivo ejemplo.Viva Camacho .Felicidades.

  • Ana O dijo:

    FELICIDADES CON MAYÚSCULA!!
    RECIBA TODA MI ADMIRACIÓN Y RESPETO!
    UD Y SU ESPOSA SON EJEMPLO DE VALENTIA, FIDELIDAD, SENCILLEZ Y HUMILDAD!!

  • JOC dijo:

    Felicidades Comandante Camacho Aguilera por su cumpleaños estamos orgullosos y dignos de tenerlo todavía con nosotros dirigiendo con todo su empuje y perseverancia a nuestro aguerrido pueblo, unas veces en Pinar, otras veces en Santiago y otras veces en donde la Revolución lo necesitara pero firme.
    Felicidades por seguir dándonos el ejemplo del revolucionario que és.

  • ibet dijo:

    Muy hermosa historia de vida, digna de ser contada en las clases de Historia. Me llama la atención, todo lo que hizo por Pinar del Río, casi que superó su actuación en Cienfuegos. Y muchas felicidades al comandante Camacho Anguilera. Es un afortunado de la vida, llegar a su centenario

  • ibet dijo:

    Disculpen pues el corrector me traicionó al poner el segundo apellido: sería entonces, Aguilera

  • ibet dijo:

    Muy hermosa historia de vida, digna de ser contada en las clases de Historia. Me llama la atención, todo lo que hizo por Pinar del Río, casi que superó su actuación en Cienfuegos. Y muchas felicidades al comandante Camacho Aguilera. Es un afortunado de la vida, llegar a su centenario

  • El Sede dijo:

    Siempre consideré a Julio Camacho como una persona sencilla y sencilla, y he admirado su humildad. Hoy conozco un poco más se su historia y lo admiro mucho más.
    Felicidades para ese héroe merecedor de toda la gloria del mundo.

  • Leticia Castillo dijo:

    Como cienfueguera vaya mi agradecimiento por su contribución durante el levantamiento del 5 de septiembre. Gracias y mucha salud para seguir adelante que usted y su esposa son ejemplo como no hay muchos. Felicidades.

  • Jfdez dijo:

    Para los jóvenes q no lo saben, éste, Julio Camacho Aguilera, es uno de los imprescindibles, un héroe. Gloria a nuestros héroes cubanos!

  • nory dijo:

    Es maravilloso ver a este hombre llegar a un siglo de vida con vigor y claro en sus análisis,debo confesar q lo admiro, ha estado desde la clandestinidad, en el Ejército Rebelde después al triunfo de la Revolución en las tareas q le asignaro y ahora en la protección de las áreas de la península de Guanacavives lo q sea el lo hace con esa sencillez q le caracteriza, en fin un revolucionario sin tacha.

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