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104 años de vida

Por: Ivón Deulofeu
En este artículo: Cuba, Fotografía, Sociedad, Soroa, Tercera Edad
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Nazareno Fabelo Blanco. Foto: Ivón Deulofeu.

Nazareno Fabelo Blanco nació el 22 de marzo de 1918 en Ancón, Viñales, Pinar del Río, Cuba. Han pasado 104 años de su nacimiento y aún conserva algún cabello negro, unos ojos preciosos y la piel muy poco arrugada para su edad. Dice que el trabajo en el campo ha sido la receta para una larga vida. Los productos que obtenía de la tierra y los animales que crió le aportaron a la salud. Él tiene un extra en sus genes, no tengo duda. Su madre murió de 107 años.

Nazareno es un hombre lúcido. Con 104 años tiene tanto que contar que le hacía una pregunta y me respondía cuando terminaba la idea que prefería yo supiera. Recuerda que, con 18 años, se llevó la novia para su casa y los padres lo hicieron regresar y pedir permiso a los suegros. Esa novia fue después la esposa con la que tuvo trece hijos, cuatro hembras y nueve varones.

Nazareno pasa las horas en el portal de su casa. Desde allí observa el mundo exterior, el barrio. No importa que estemos conversando, si pasa un vecino, lo saluda y él reciproca con unas cuantas palabras muy solidarias. Es como una incidental en voz alta y sigue después de la coma. Fuma tabaco desde muy joven y jamás ha bebido alcohol.

Cuenta que fue montero durante 52 años. Lo mismo sacaba madera del monte que mudaba animales. Su sueño siempre fue “tener un caballo bueno, un par de perros buenos, un lazo bueno”. Todo cuanto necesitaba para trabajar.

Nazareno Fabelo Blanco. Foto: Ivón Deulofeu.

"Se trabajaba mucho y se trabajaba y se cuidaba el trabajo”

¿Se propuso vivir 104 años o son los genes?

“Escucha lo que te voy a decir, esto es para ti y para mí y me lo sacas en un periódico así de grandeAbre los brazos al ancho de su cuerpo y dice:

Te voy a explicar lo que hay en el medio: esa mujer que yo tenía, cuando yo iba a comer me complacía en todo, yo también a ella, sabes. Cuando aquello comía carne de cochino al almuerzo y a la comida. En la finca donde yo trabajaba, me dieron “cuchillo libre”, tú sabes lo que es eso. No, respondí. Bueno, cuando aquello en la punta del Abra se apartaban cientos de cochinos de cincuenta libras para arriba. Yo tenía 18 años y ella que ya era una mujer mayor, me decía que yo era su vida, porque trabajaba duro. Un día me dijo: cuando tengas ganas de comer un cochino te lo comes. Tienes orden de cuchillo libre. Coges el que te dé la gana cuando quieras. Igual la leche de vaca. Yo ordeñaba cuarenta vacas, imagínate la leche que tomé y cruda. Pero sabes qué, se trabajaba mucho y se cuidaba el trabajo. Aunque yo tenía cuchillo libre, respetaba y cuando quería un cerdo, lo pedía. Eran otros tiempos. El sol no estaba tan caliente. Los animales se criaban en el monte. Hasta la yerba era diferente. La naturaleza ha cambiado mucho”.

“Mi prieta siempre me tenía preparado lo que me gustaba. En las mañanas yo le decía: mi querer mi vaso de leche, ni pan ni nada.  En la mesa cada uno se sentaba por un extremo, pero antes, la abrazaba y la besaba. Eso también es vida, el cariño es vida, la sonrisa, el amor”.

Cuando su hijo Omar, la vejez como le dice, me llamó para que conociera la historia de su padre, pensé que Nazareno pudiera ser el hombre más añoso de Viñales. Sin embargo, estoy segura de que es uno de los más conversadores que he conocido. Cuando me vio se le abrieron los cielos. Tiene tanto que contar desde la soledad de su sillón que hablar con alguien que lo escuche es para él la mejor compañía.

“Mi vida, la vida mía es muy rica. Eres un melón. Me dice y sonreímos hasta las carcajadas. Nazareno tiene paz con él y eso es clave para el alma sana. “Fui un hombre muy ilusionista. Amarraba hamacas en las cuevas. Lo mío es el gusto por la vida sencilla”.

En algún momento le pedí su carnet de identidad. Aún no creo la edad. Parece tener menos años. Lo saca de la billetera y me dice: “esa es la única foto que tengo de más joven”.

Nazareno Fabelo Blanco. Foto: Ivón Deulofeu.

Los hombres que sirven y tienen vergüenza”

“Doy mi vida por la Revolución. Sé que hay gente que no me entenderá, porque quieren borrar lo bueno, pero es mi sentir. Viví a ochenta kilómetros de la carretera. No había un médico, ni cerca. No había nada, solo lo que se sembraba y criaba. Te digo algo de corazón: los hombres que sirven y tienen vergüenza, no viran atrás nunca. Admiro a Fidel. Recuerdo que cuando entró a Oriente de las primeras cosas que dijo, fue la igualdad de la mujer. Eso es sagrado. Antes de eso se abusaba mucho de las mujeres. Y te lo digo yo. Tú no conociste eso. Vi hombres que le caían a pata a sus mujeres porque no hacían lo que querían. Era muy triste. “Mame” que te voy a contar: Menocal, Sosa Blanco, Carratalá y Batista fueron unos asesinos. Te lo digo yo que vi muchos crímenes en esas montañas cometidos por ellos”.

A Nazareno le preocupa el olvido. Igualmente, no está de acuerdo con algunos que hoy tienen la responsabilidad de encausar las soluciones del pueblo y no cumplen.  “a veces ni siquiera dan el frente” y eso no es de personas serias. Hay un bloqueo, es verdad, pero también hay dejadez. “Yo mismo necesito que mi hijo me arregle la fosa porque se derrumbó y le dicen que no hay cemento para eso. Pero si yo me entero que a veces hay cemento. Le hemos pedido que vengan y vean el peligro y no vienen. A las personas hay que atenderlas, sí señor. También me preocupa que mi hijo Tomás no tendrá jubilación porque tuvo que dedicarse a mí y sus papeles de años de trabajo se echaron a perder cuando un huracán, por el 2000, acabó ahí en la forestal”.

“Para garantizar mi desayuno, sin leche, que esa es mi vida, tiene que abrir muchos huecos. Le agradezco mucho, la verdad. Pero moriré siendo culpable de que no tenga su jubilación y la falta que nos hace. Y por eso te digo que no la estamos pasando bien, pero mejor que cuando vivía en el Abra. Ahora hay apagones, cuando aquello no había electricidad y nadie la pedía, a quién, si los ricos solo resolvían su problema. Yo sí comparo y todo lo que te digo ponlo en el periódico”.

“La medicina del corazón no me falta. Cuando no hay, mi hija me la busca, pero no aparece la duralgina que es lo que me alivia los dolores. Eso es lo mejor. Suerte los vecinos que son como familia. Nos ayudan mucho, pero mucho. Agradecido de ellos y de otros que cuando necesito agua, nos envían la pipa de asistencia”.

“Pero te digo algo, ojalá y pudiéramos comprar el litrico de leche “meja”. Hay muchas cosas buenas, pero a veces no sirve lo que están haciendo y te cuento: tú sabes lo que es, que para una persona de la edad mía, mi nieto, que vive por el Sitio Morales, compraba un pomo de leche para mí y lo traía desde muy lejos y el jefe se lo prohibió. ¿A quién le hace daño el que se venda un pomo de leche a un viejo o a un enfermo? No podemos perder la sensibilidad. Eso me preocupa. “Mame”, la leche es mi vida. Me crió y me dio esta salud. A los 70 años ya hubo que ponerme un marcapaso, y van tres, pero ahí está funcionando. Y los tres, gratis, que te parece”.

Nazareno Fabelo Blanco. Foto: Ivón Deulofeu.

Nazareno es un hombre honesto y deseoso de arreglar cuanto pueda. No tiene, como se dice, pelos en la lengua. Su sentido del humor lo hace aún más especial. Desea caminar fácilmente pero no puede. Ya sus piernas sienten el tiempo de uso y le piden descanso, sin embargo, me invitó al Abra para enseñarme los sitios por donde anduvo en plena juventud y que recuerda a sus 104 años.

“Yo me echo el día entero sentado aquí. Escucha bien lo que te voy a decir que eso sí no se te puede olvidar. Ya, sí tengo plena seguridad de mi edad que ni me engaña ni me dice lo contrario. Tienes mis brazos abiertos y mi casita también”. Tomás, hijo, escucha lo que te voy a decir: busca un manguito o dos y dáselo a ella, de los grandes. Ese hijo es mi vida. Sin él que sería de mí. Me baña, me viste. Me lo hace todo. Igual Omar y todos, pero éste está aquí siempre conmigo”.

¿Cómo valora su vida con 104 años?

“Hoy, muy mal y no por comida. Como hasta piedra. Pero a mi hijo todo lo que compra para alimentarme le cuesta mucho. A veces no entiendo que un pomito de aceite valga casi mil pesos. Que el yogurt y el pan que compra para mi desayuno, ni hablar. “Meja” esto tiene que resolverse. No estoy viviendo lo que quiero y conocí. Antes me daban vueltas los jefes que tienen que atender la vida social. Ya ni eso. Y no soy un viejo especial. Soy un viejo que quiere que esto se resuelva. No grito en las calles, ni estoy de acuerdo con eso porque acaba con la tranquilidad. Lo digo para el periódico. Espero que alguno de los jefes que venían antes lo lean. Necesito resolver varios problemas, pero el más importante es la jubilación de Tomás. Eso me tiene la cabeza mala”. Y te digo algo. No hace falta a veces dinero para resolver problemas. Lo que hace falta es la moral, el sentimiento. La “concencia” de aquella persona que ha nacido con ella. Trabajé con el capitán Borjas. Como lo extraño. Que hombre tan sensible y “entregao”. No creía en nadie. Él iba personalmente a conversar con los más necesitados. Andaba por esas lomas lo mismo a pie que en jeep y resolvía los problemas conversando”.

Tomás, el hijo que vive con Nazareno, agradece a la Asistencia Social todo el apoyo que da a su padre y que afirma, es muy importante. El día a día de Nazareno está sobre sus hombros. Unos hombros que son de hierro si conocemos el trabajo de Tomás. No importa la profundidad, ni el ancho de un hueco. Con un pico él lo abre y así se gana el dinero para garantizar el alimento en casa. Tomás ya casi cumplirá 80 años y no lo creo. Sus músculos están definidos por el ejercicio del trabajo rudo. Con las manos que abren los huecos también toca la guitarra. El encanto de su abuela de 107 años era que Tomás tocara la guitarra antes de irse a dormir. Dice que la abuela barría con dos escobas de palma.

Nazareno cobra su jubilación, “pero hoy no alcanza para empezar”, afirma Tomás. “Yo lucho y busco la vida para él”. No me quejo. Me enseñó a trabajar.

Nazareno 104 años y Tomás casi 80. Foto: Ivón Deulofeu.

Hemos pasado casi tres horas conversando y Nazareno insiste en que aún tiene mucho que decirme. Es lógico. Son 104 años entre soles y lunas. Más de una vida. Ya casi comenzó la segunda. Es un privilegio cumplir años con la fuerza de su ímpetu y el entusiasmo que desprende.

“Mira recuerda poner todo en el periódico para que la gente sepa de este hombre que todavía lucha la vida desde el sillón. Chica que estoy vivo”.

“Te digo: la vida mía ha sido la más feliz del mundo. Quisiera que hubieras conocido a mi mujer. Una mujer de coraje. Y a todos mis hijos. Son decentes y trabajadores”.

“Te espero para ir al Abra. Ya hicieron caminos y es fácil llegar. Te va a encantar. Adiós “mema”.

El Abra es una sierra ubicada en la cordillera de Guaniguanico. A ocho kilómetros al norte de Viñales. Nazareno y su familia vivieron allí muchos años hasta que decidieron bajar al pueblo en busca de mejoras.

Abrazo a Nazareno y salgo por el camino que va a la carretera de Viñales. Regresaré de vez en vez para conversar un poco, escucharlo y ponerle sonido a su silencio. Es importante ser oído de la experiencia y de la humildad. Esa virtud humana opuesta a la soberbia y gracia de la existencia.

Su sitio preferido. El portal desde donde ve la vida pasar. Foto: Ivón Deulofeu.

(Tomado de Radio Guamá)

Se han publicado 32 comentarios



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  • Zulema dijo:

    Simplemente hermoso, y muy valiente el artículo. Bien por Nazareno, sin pelos en la lengua y mucha lucidez. Mucha salud

  • Roger Florentino Obregón Tejeda dijo:

    A esas personas que sobrepasan la centuria, el Estado cubano debiera darle un tratamiento diferenciado en todos los sentidos,
    Siempre me recuerdo del tratamiento dado por Putin a los veteranos de la Gran Guerra Patria, otorgándoles una pensión para una vida plena, digna y decorosa!

  • Cubana dijo:

    Interesante historia. Que sencillez. Nuestro país tiene normas e instituciones para atender todo lo que plantea este anciano. Sugiero al hijo o algún familiar acudir a la Fiscalía para visibilizar el tema de la jubilación.

  • Milagros dijo:

    Bonita historia, conmovedora, gracias

  • Yumairi López Rodríguez dijo:

    Ivón, me encantó el artículo. Muchas gracias. Las lágrimas no las pude contener. Pero como hay que ser breve, sólo quiero que se haga algo por la tan merecida jubilación de Tomás. Ya no puedo seguir el llanto no me deja. Gracias, Gracias, Gracias por todo.

  • Xiomara dijo:

    Me gusto la historia

  • Elena Hernàndez dijo:

    DIOS LO BENDIGA SIEMPRE.

  • Loly dijo:

    Muy interesante esta entrevista me gusto por q se publico Todo lo q dijo El abuelito. Me parece q es ASI como hay q publicar las cosas sabemos q hay tantisimos problemas en Cuba pero esta muy Bien escuchar las personas y tratar de resolver las inquietudes aunque sea poco a poco brava

  • 100%cubana dijo:

    Que entrevista tan buena ,saber que tenemos longevos tan lúcido pero a la vez triste por ver qué problemas que se pueden resolver como es la jubilación del hijo no le prestamos el interés requerido muchas felicidades a esta persona que ojalá viva mucho más y que está entrevista no caiga en oídos sordos ni en ojos que no quieren ver y mucho menos en la responsabilidad de directivos que tienen la obligación de solucionar los problemas como los planteados y no lo hacen porque no tienen compromiso de vergüenza

  • Daniel dijo:

    Lo dijo nazareno ... Necesitamos gente con vergüenza, no todo es el dinero

  • Miriam Triana Bravo dijo:

    Gracias, Ivon, por tan hermoso escrito. Salud a ese venerado anciano, por sus palabras desde el corazón. Humildad y sencillez de nuestro pueblo. Espero, se escuchen sus palabras. Gracias, nuevamente.

  • María Elena dijo:

    Preciosa conversación la de Nazareno con la periodista Ivón.
    Ojalá muchos pudieran llegar a esa edad, es lindo conversar con él y su hijo.
    Gracias por darnos a conocer la existencia de este hombre.

  • Map dijo:

    Conmovedor artículo. Pero estas cosas me dejan sin palabras: dejar sin jubilación al hijo por falta de papeles es como castigar a este centenario trabajador y sincero que está con nosotros. Caballeros, hasta cuando tanta indolencia??? Que decepción!!!

  • lia dijo:

    Muy conmovedora historia ,ojala y se resuelva la jubilacion de Tomas.

  • LRR dijo:

    Aun no conosco al Señor Nazareno, pero gracias a Dios su nieto es esposo de mi hija,la cual dentro de cuatro meses le va a regalar dos bisnietos pues esta embarazada de gemelar,espero Dios mediante que los pueda abrazar y besar,esta historia movio todas las fibras de mi corazon,no entiendo ni acepto lo que esta pasando en este pais,es un abuso y una falta de respeto que los jefes y las intituciones hayan olvidaddo sus funciones y halgo tendra que cambiar aunque yo sueñe canciones y otros prefieran callar

  • Regla dijo:

    Me conmovió el artículo, ojalá lo lean los indicados para que los ayuden, a Nazareno y a Tomás, y que viva mucho tiempo más así de clarito... Gracias por el artículo, Ivón, y siga dándole vueltecitas al viejito.

  • Alejandro dijo:

    Muy bonita publicación, ¡excelente!. Que llegue a todos ese mensaje de hombre honesto, sencillo, trabajador, Me gustó su forma de hablar De querer que se sepan cosas que no dependen del bloqueo, sino de la voluntad de quienes tenemos la responsabilidad de trabajar por un mundo mejor, para el bien de todas las familias. FELICITACIONES Nazareno. Que dios te de muchos años de vida y podamos saber más de esas historias que cuentas. Gracias a la periodista por excelente artículo.

  • Humberto dijo:

    Tengo la suerte de conocer a Nazareno, un gran amigo, gran hombre, gran padre, me he reído mucho con sus anécdotas, su hijo Tomás está llegando a los 80 años y les aseguro que no hay persona joven que trabaje más que el, si hay dudas que venga a Viñales

  • RG dijo:

    GRACIAS PERIODISTA POR ESTE ARTÍCULO, espero que el INASS o seguridad social, o quien sea, vea la situación del hombre que con 80 años se dedicó a cuidar al padre y no tiene ahora jubilación, piensen si es justo, si se perdieron los papeles deben hacerle su expediente, sin más, un abogado del gobierno, porque ese señor no debe tener conocimientos ni tiempo para rehacer su expediente, además como cuidador le corresponde un ingreso según las leyes del estado, espero que el gobierno resuelva este asunto, hay muchos más así, es una falta de respeto, todo lo que dijo el anciano es MUY CIERTO, es responsabilidad del gobierno de cada territorio resolver estas cosas, antes de que sean más casos y se vuelva un gran problema

  • Marcel dijo:

    Felicidades, muy buen artículo, y gracias a nazareno por trasmitir tanto optimismo y lealtad

  • Ivonne dijo:

    Bella historia de vida. Cuanta razón tiene Nazareno en todo lo que dice.

  • Mirna dijo:

    Hermosa historia. Gracias a Nazareno por compartir experiencias y la importancia de los valores. Felicidades a la periodista. Ojalá toque la sensibilidad de quienes deben participar de las soluciones a los problemas planteados.

  • una ciudadana cubana dijo:

    Felicito a la periodista...muy conmovedora historia, ojalá que todas las visicitudes que nos ha contado ese admirable anciano y su hijo, sirvan para que los organismos responsables se sensibilicen buscando inmediatas soluciones con esta y otras tantas historias similares que de seguro también existen....ya que tristemente el pronóstico de la población cubana es que el aumento envejecimiento será cada vez mayor...

  • Gilda dijo:

    He quedado impresionada con la historia de Nazareno, su nobleza, su voluntad y sinceridad. Que leccion de vida. Hermoso articulo. Mucha salud para él.

  • Cubanita 100 % dijo:

    Me encantó el artículo!! Me sentí como si estuviera presente en la conversación. Muchas gracias. Le deseo mucha salud y suerte a ese señor y a su familia.

  • Raidel dijo:

    Ese señor , es de principios muy decente

  • Ricky Cesar dijo:

    Hace mucho no leía un artículo tan interesante, la verdad a sido excelente comenzar el día con una lectura así...

  • Rigoberto Jimenez Gómez dijo:

    Excelente artículo,cuantos Nasarenos habrán en este país olvidados,después nos dicen que es el bloqueo,ojalá que le resuelvan la pensión al hijo,también una disculpa,le pido a la periodista que siga el caso de Nasareno

  • Lianet dijo:

    Muy bonita la historia de Nazareno ... es increible como se conserva y su forma de expresarse a su avanzada edad. ESPEREMOS q llegue a oidos de quien pueda dar soluciones a sus problemas.

  • ElQbanolibre dijo:

    Gracias po el artículo y la valentía de Cubadebate al publicarlo, esto es señal de la libertad de expresión que tanto nos critican nuestros enemigos. Hay lineas claras en las palabras de Nazareno, una lo que importa es la moral, no el dinero, dos a los ancianos se deben atender mejor, tres los ciadros deben ir a la base, para ver con su piel los problemas de los necesitados, cuatro la riqueza se gana con el trabajo honrado, cinco el respeto a la mujer.

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