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Nuestro 62 por ciento

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Jóvenes voluntarios en uno de los vacunatorios de La Habana. Foto: Cortesía de Kenneth Fowler Berenguer.

El 17 de noviembre de 2005, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, Fidel pronunciaba con aplastante claridad: “Este país puede autodestruirse por sí mismo, esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra”.

Dieciséis años después, un 6 de marzo de 2021, a pocos metros, en el teatro del edificio Varona, el director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas, Yury Valdés, decía a un grupo de jóvenes universitarios: “Fíjense bien, ahora mismo ustedes tienen en sus manos el futuro de la vacunología en Cuba”. Recuerdo el silencio que sucedió a la frase.

Algunos sabíamos para qué estábamos convocados, otros no. Algunos proveníamos del mundo de las ciencias y podíamos estar más adaptados a los conceptos y al protocolo de un ensayo clínico, otros no. Algunos se conocían, para otros era la primera vez.

Pero bastaron solo unos minutos para comprender la magnitud de lo que se nos pedía, y comprometernos totalmente a ello. En pocos días, un pelotón compuesto por alrededor de 50 jóvenes se embarcaría en la tarea de servir de coordinadores de los sitios clínicos del ensayo Fase III de Soberana 02, divididos en ocho escuadras dispersas por municipios de la capital.

Meses después, vemos con relativo júbilo cómo se demostró que dos dosis de Soberana 02 presentan un 62 % de eficacia. Un 62 % que es de los magníficos científicos que idearon y desarrollaron las formulaciones (los profes), de aquellos que trabajan sin descanso en el escalado productivo, de quienes diseñaron un ensayo que pudiera producir los datos necesarios en un escenario epidemiológico complejo, de los equipos médicos que estuvieron día a día en los vacunatorios, de los muchachos de la CUJAE que dieron vida a esas bases de datos, de la población que participó en el ensayo sabiendo que podía recibir candidato vacunal o placebo.

Este 62 % es también nuestro, de los alrededor de 50 del pelotón, por funcionar como uno solo durante más de tres meses, por alentarnos unos a otros a cualquier hora, por responder todas las preguntas de la población cuántas veces fuera necesario, por defender al ensayo y las buenas prácticas a cualquier costo, por sentirnos responsables hasta del último voluntario, por escribirlo todo, hasta el último detalle, y chequear dos, tres, cuatro, diez veces que no faltara nada; por estar pendientes del dato que faltaba, incluso en la madrugada o los fines de semana, por resolver los problemas sin esperar reuniones, por no claudicar aun cuando algunos eran prácticamente imprescindibles para sus claustros, por ser de los primeros en llegar y los últimos en irnos, por no perder la sonrisa.

En fin, sintámonos orgullosos de ese número, pues es también nuestro número, y el próximo –que de seguro será mayor– también va a ser nuestro, porque siempre estuvimos claros de cuánto demandaban las circunstancias. Sintámonos orgullosos pues, cuando ese 62 % –o el próximo número que venga– sea también de millones en Cuba o en el mundo, nosotros estaremos allí.

Escuche, además:

Las 3 del día: La historia de Mabel desde un vacunatorio en La Habana y las noticias de este primero de junio (+Podcast)

(Tomado de Granma)

Se han publicado 32 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • yazmin ferrer dijo:

    entre en el estudio y fui placebo comence de nueno con la primera dosis de soberana si a los placebos nos iban a poner la mas eficaz por que no nos pusieron la badala si alguien pudiera aclararme

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