Hilandería holguinera Inejiro Asanuma mantiene eficiencia y rentabilidad
La hilandería holguinera presenta excelentes indicadores de productividad. Foto: Radio Angulo
A punto de entrar en las seis décadas de fundada, la Hilandería Inejiro Asanuma, perteneciente al municipio de Gibara en la oriental provincia de Holguín, mantiene su paso firme, como una de las industrias más rentable y eficiente del sistema empresarial de Cuba.
Única de su tipo en la isla y con nombre comercial de Gihilan Producciones, la fábrica abastece a la mayor de las Antillas de la totalidad de hilaza de algodón que demandan las textileras nacionales para la confección de hilos de coser, gasa quirúrgica y una amplia variedad de tejidos utilizados en sábanas, uniformes, toallas, entre otros surtidos.
Solo en 2020, aportó mil 175 toneladas de hilaza, cantidad que permitió a las fábricas receptoras mantener el ritmo de trabajo durante el año, y al país el ahorro por concepto de importación de esa materia prima.
La modernización de su maquinaria y la ampliación a dos líneas de producción, propicia, además, la generación de unas 50 toneladas de cordel en la nación y evita el gasto aproximado de unos 11 millones de dólares, por la compra de estos renglones en el exterior.
Tras el hilo del Inejiro
La década del 90 fue una de las etapas más duras de la historia de la entidad; esa experiencia motivó que en 1996 su personal decidiera diversificar las producciones y ampliar su objeto social a unas 21 actividades nuevas, por lo cual hoy disponen de una cartera de alrededor de 36 renglones.
En unos 30 mil metros cuadrados están instalados cinco talleres: Hilandería, Envases Plásticos, Género no Tejido, Colchones y Confecciones, encadenados entre sí, y a partir de la recuperación de los desechos que generan unos, en otros se confeccionan distintos artículos.
La directora durante casi 28 años de Gihilan, Aida Oro, aclaró que precisamente el primer encadenamiento productivo es interno y a partir de ahí logran hacerlo también con más de 36 actores de la economía, lo que contribuye a uno de sus principales logros: la sustitución de importaciones.
"Por ejemplo, con el alambre de acero con que se amarran las pacas de algodón hacemos los muelles y culebras para los colchones, y las frazadas de piso las creamos con una parte importante del desperdicio de la hilandería", detalló Oro.
"Nuestras elaboraciones están presentes en la industria cárnica, la agricultura y la empresa Batos, entidad deportiva con la que participamos en el proyecto de recuperación de la pelota de béisbol; con la industria del calzado, logramos hacer todas las hilazas destinadas a los cordones de zapatos, que antes se importaban".
"Mientras que a diversas formas productivas le proporcionamos envases plásticos –de distintos formatos- para el almacenaje de alimentos, y otros productos no alimentarios; y para la industria textil hacemos conos y tubos para una especie de proceso de hilatura conocida como "Open-End", puntualizó.
Sobre los nuevos nexos comerciales con el sector turístico, Oro confirmó la capacidad de la fábrica de entregar 23 productos sin necesidad de que los compren en el exterior.
De estos resalta el módulo de protección que utilizan los trabajadores de las lavanderías –en estos momentos muy demandados por varios clientes en el país-, hamacas, drizas, frazadas para la limpieza de pisos y superficies, manteles, servilletas, cojines y almohadas, entre otros.
El mejor año
"El 2020 fue el mejor año en la historia de la hilandería, pues con la Covid-19 aprendimos a trabajar en un escenario diferente, a establecer vínculos con otras empresas e insertarnos en el comercio electrónico, lo que nos permitió el ingreso de 5 mil pesos de venta y arrancamos con 46 mil 300 solo en enero".
Esta ha sido una de las vías para poder exportar en frontera, además, hacemos el hilo de cordel que se utiliza para coser los sacos de carbón vegetal con destino al extranjero y logramos concretar la comercialización de nasobucos hacia el Oriente Medio.
Innovación, ahorro, reciclaje y un eficiente colectivo laboral son los elementos clave para que esta fábrica, ubicada en una pequeña ciudad del oriente de Cuba, continúe contribuyendo con nuevos proyectos a la economía del país.
(Tomado de Prensa Latina)
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ADELANTE
Que bueno poder contar con una industria como esta. Capaz de aportará a la economía del país en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo.Sustituye importaciones y tiene buenos encadenamientos productivos, según se describe. Ojalá y esos buenos resultados también se puedan ver en la vida de sus trabajadores.
Bien, ahora deben lograr abastecer a la provincia primero y luego al balance nacional. Turismo, cadena de tiendas e industrias con la demanda total del territorio.
Mis respetos para Aida Oro, gran directora y motor impulsor de los existos de la hilandería y a sus trabajadores también que sin el aporte de cada uno de ellos, no hubiera alcanzado esos existos.Muchas Felicidades.
Muy bien por esa industria y sus logros, pero realmente en el 2020 que fue el mejor en su historia, en la red minorista no se contó con frazadas para la limpieza de pisos, el hilo de cocer hay que comprarlo a los particulares, entre otros desabastecimientos, bueno pienso que a lo mejor es que se necesita de otra industria como esa para satisfacer la demanda en el país, de todas formas mis felicitaciones y estamos seguros que seguiremos adelante.
Mi papá, gibareño de nacimiento, estaría orgulloso.
En la década del 40 del pasado siglo, no era Gibara, era Villa Miseria. Mi viejo decía que entonces allí "los perros ladaban de cuatro en fondo para no caerse". Él tuvo que abandonar su terruño a pie y recorrer así 100 kilómetros en busca de empleo.
Esa es la "libertad" que quieren para nosotros los asalariados del imperio.
En vez de publicar cómo Julio Lobo amasaba su fortuna deberían publicar más sobre cómo mientras tanto los pobres procuraban sobrevivir sin que lo consiguieran siempre.
He tenido el placer de visitar la entidad, una industria que solo tienes que cruzar sus puertas para percatarte de la excelente organizacion, disciplina y consagracion productiva, con estrategias y planes asombrosos, con una direccion comprometida en la productividad y la eficiencia, en cambio siempre azotados por bajos salarios a pesar de todo, compensados a su vez por una brillante ATH que proporciona equilibrio en la satisfaccion laboral, espero que se cumplan sus objetivos y que logren grandes utilidades, y sean capaces de incertarse en la Exportacion. Mis saludos y respetos a su total de trabajadores.
Mis felicitaciones a Aidita, una de las mejores dirigentes que conozco
Mis mas sentidas felicitaciones al colectivo laboral de esta industria, que ya se convierte en insignia de eficiencia y productividad en nuestra isla.
Imagino que debe ser una de las Empresas Estatales a las que se refirio el Presidente Diaz-Canel durante una de sus intervenciones del 8vo Congreso del PCC.
VIVA CUBA!
Felicidades a todo el colectivo y especialmente a Aida, mujer valiente sin pelos en la lengua que no le teme a nada.
Conozco a ese colectivo desde hace cerca de 20 años y realmente son ejemplo de entrega, dedicación y sentido de pertenencia a su empresa, innovación y de ahi los logros, todo esto bajo la batuta de una mujer excepcional su Directora Aida Oro, toda una institución, orgullo para todos los empresarios holguineros. Merecido artículo, Felicidades a todo ese colectivo de trabajo para los que no existen obstáculos.
Felicidades al colectivo de la hilanderia y en especial a su directora, ejemplo de lo que debe ser un directivo de una empresa socialista, enfocada en el desarrollo de su organización.
Desde este espacio convoco se estudie por la agricultura y los decisores gubernamentales la produccion de algodon para lograr encadenamiento con la hilanderia y disminuir los niveles de importacion de materia prima, el algodon como cultivo, ademas de la fibra aporta aceite (potencial biocombustible), por lo que se debe estudiar la rentabilidad del este cultivo e iniciar su desarrollo a gran escala, sobre todo en la zona oriental cercana a la hilanderia (por ejemplo las zonas que se destinaban al cultivo cañero en Rafael Freyre y Banes) y aprobechar instalaciones abandonadas (antiguos centrales y talleres) para el procesamiento del algodon y sus semillas.