Cubadebate

El pasado 9 de abril cumplió años Leuris Pupo, campeón olímpico de Londres 2012. Foto: Cortesía del entrevistado.

El pasado 9 de abril, el campeón olímpico de pistola de tiro rápido, Leuris
Pupo, no apretó el gatillo. Tampoco pudo recibir abrazos y besos de sus
seres más queridos en el día de su cumpleaños. Sus 43 años llegaron en el
centro de aislamiento La Lupe, en Guanabo, donde una nueva familia:
médicos, cocineros, carpeteras y demás trabajadores, no dejaron de
felicitarlo con el orgullo de estar cuidando al más grande tirador cubano
de todos los tiempos.

El holguinero, además de buen deportista (está clasificado para los
próximos Juegos Olímpicos, que serían sus sextos de manera consecutiva)
es en exceso disciplinado. Está consciente de que esta etapa alejado de los
suyos es tan difícil como necesaria, para preservar la salud de su familia y
de todos los cubanos.

Gracias a la magia de las redes sociales y la amistad que nos une, Pupo
accedió a una ronda de competencia diferente. La tranquilidad que inspira
en cada disparo la mantuvo ahora, salpicada con vivencias, emociones,
consejos y hasta alguna broma. Tal y como sucedió esta serie de preguntas
de tiro rápido se la narramos aquí.

—¿Cómo te sientes, cómo andan las cosas?
—Te puedo comentar que aquí hay muy buenas condiciones, estamos uno
por habitación para no tener contacto. Tres veces al día el médico nos
toma la temperatura y nos cambiamos el nasobuco. Los demás
trabajadores son excelentes personas, desde la señora que nos trae la
alimentación hasta el cocinero, siempre al tanto de todos los detalles”.
En ese centro de aislamiento están además tu compañero Jorge Félix
Álvarez, el entrenador Meinardo Torres y un grupo de voleibolistas que
también andaban por Perú.
“Los deportistas estamos ubicados en los apartamentos de arriba, donde
hay una buena ventilación. Llegamos el 2 de abril y son 14 días. Aquí nadie
puede salir ni se permiten visitas. Ya me falta poco, siempre y cuando las
pruebas den negativo”.
—¿Qué tipo de preparación física están haciendo?
—Nosotros realizamos planchas, cuclillas y abdominales dentro de los
cuartos; las voleibolistas trabajan con ligas y hacen un poco más de
ejercicios, pero separadas entre ellas, para cumplir lo establecido.
—¿Pero nada de pistolas?
—No, eso no, sino se forma una guerrita…” (risas)
—¿Qué tal iba la preparación olímpica por Perú antes de la COVID-19? —Estábamos llevando un buen ritmo en Lima, mejor que el año pasado
porque habíamos empezado desde el 20 de enero mientras que en el
2019 lo hicimos el 28 de marzo. Estábamos alcanzando muy buenos
resultados en los test de rendimientos”.
Y luego sobrevino mucha incertidumbre para el regreso
“Cuando aparecieron los primeros casos de coronavirus allá todo se
paralizó. Empezamos a preocuparnos también por nuestra gente en Cuba.
En momentos como estos se necesita estar unidos y se extraña mucho,
sobre todo por no poder ayudarla”.
—Finalmente, ¿cómo pudieron volver de tierras peruanas?
—Teníamos previsto regresar el 20 de marzo, pero el 16 se cerró la
frontera. Todos los días hablábamos con nuestra Embajada allí y el cónsul
nos explicaba los pasos que estaban dando para lograr un vuelo
humanitario, lo cual se concretó, por suerte, el 2 de abril”.
Y siete días después celebraste un cumpleaños diferente
“Por vez primera no tuve a la familia al lado, aunque gracias al WhatsApp
conversamos, me cantaron y hasta alguna lágrima me sacaron. Mi esposa
Yimnay y los niños Leuris (7 años) y Celine (4) todo el tiempo se han
pasado dándome fuerzas y yo a ellos, diciéndoles que se cuiden mucho y
no salgan de casa”.
Pero te regalaron algo que te gusta mucho en La Lupe
“Sí, un cake azul que estaba riquísimo. Las tres personas que nos atienden
es justo mencionarlas con nombres y apellidos. Mileibis César Díaz, de la
carpeta; Einar Solano García es el cocinero y Jorge Luis Gómez Mesa, el
médico. Ellos son parte de mi familia ya”.
Y cuando todo esto pase, ¿qué enseñanza te deja?
“Lo más importante ahora es que las personas entiendan que deben estar
aisladas, y cumplir con las medidas sanitarias. Esta pandemia solo se vence
con solidaridad y disciplina. Nosotros no empezaremos a entrenar hasta
que no pase todo”.
Gracias campeón, cuídate y nos veremos pronto.
“No dejes de poner que agradezco a todos los que han escrito para
felicitarme o interesarse por mi salud. Pupo seguirá apuntando a la diana
por ellos y por Cuba”.