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Alfredo: un cómplice incondicional (Mensaje de la Presidencia de la Asociación Hermanos Saíz)

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Alfredo Guevara, en noviembre de 2012

Alfredo Guevara, en noviembre de 2012

Los jóvenes escritores y artistas cubanos hemos perdido a uno de nuestros más comprometidos amigos. Artífice de proyectos y espacios fundamentales de la cultura en Cuba y en la América Latina, Alfredo Guevara vivió entregado a enormes tareas, vinculadas todas a la Revolución misma de la que fue protagonista. Gracias a su labor, a su capacidad para aglutinar y convocar, podemos hablar hoy de un cine latinoamericano; a fortalecer sus bases y a hacerlo visible más allá de las fronteras del continente, pero sobre todo a hacerlo verdaderamente nuestro, dedicó todos sus esfuerzos. Lo hizo desde Cuba, también por un cine cubano y por el diálogo que ese cine debía sostener con los hombres y mujeres de esta isla, actores de una epopeya que era obra trascendental y al mismo tiempo realización siempre perfectible.

Desde el 2005, cuando le otorgamos la condición de Maestro de Juventudes, Alfredo Guevara se mudó a nuestra casa y nos invitó a la suya. El Pabellón Cuba se convertiría años después en la sede de los jóvenes en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y en espacio frecuente para el diálogo y el intercambio sobre los temas más disímiles. Su necesidad de dialogar con los más jóvenes nos otorgó el privilegio de tenerlo muy cerca, convertido en cómplice incondicional, hombro con hombro en muchas batallas.

Jamás nos permitió conformarnos o quedarnos cruzados de brazos. Tenerlo a nuestro lado fue un permanente desafío, que sin duda nos hizo crecer individual y colectivamente. Para él de nada servía el título de Maestro que le otorgamos si no estábamos dispuestos a compartir una aventura de aprendizaje, esa misma aventura que había iniciado en los días de la colina universitaria, y que creemos que aún no termina porque nos deja el reto de sus interrogantes y la esperanza insobornable en el porvenir y en el poder transformador de la belleza, que para él era «expresión de la verdad, de la bondad y de la justicia».

Presidencia

Asociación Hermanos Saíz

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