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El presidente cubano Fidel Castro calificó este viernes de "insolente" y "guapería (brabuconería) barata" la respuesta del Departamento de Estado norteamericano al pedido de extradición a Venezuela del terrorista Luis Posada Carriles.

 "Cuánta guapería, cuánta insolencia en esa nota, cuando han estado dos meses callados, mudos todos los voceros porque no tenían una palabra que decir porque estaban enredados y enmarañados", dijo.

 Antes unas 5 000 personas reunidas en el teatro Karl Marx, en una intervención especial trasmitida por radio y televisión, Castro defendió la extradición del "terrorista más antiguo y peligroso de América Latina" a Venezuela.

El ex agente de la CIA, identificado en documentos secretos de Washington como "Bambi", es identificado por funcionarios norteamericas de la CIA y el FBI como autor "numerosos atentados terroristas contra intereses cubanos y extranjeros en el continente".

Posada Carriles ingresó en Estados Unidos de manera ilegal por la frontera de México para pedir "asilo político", por "haber servido a los intereses" norteamericanos durante décadas, dijo en Miami su abogado Eduardo Soto, al presentar la solicitud del cubano nacionalizado venezolano y prófugo de la justicia venezolana.

En Venezuela fue juzgado por un atentado en 1976 contra un avión de Cubana de Aviación en el que murieron 73 personas.

MAS INFORMACIÓN A MÉXICO

El presidente cubano también anunció el envío a México de una nueva nota con mayor información sobre el caso del terrorista y su paso por territorio mexicano, tal y como reveló el diario Por Esto! y recientes declaraciones de un funcionario de la Marina en ese país.

Fidel citó declaraciones del secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien lamentó que Cuba no haya reportado en su momento la presunta presencia en territorio mexicano del acusado de terrorismo.

Fidel aseguró que La Habana comenzó a "desenmarañar" la situación a partir de reportes periodísticos del diario mexicano "Por Esto", lo cual le permitió cotejar con los informes que ya tenía el gobierno cubano.

En relación con la posición del gobierno mexicano, el jefe de Estado aseguró que "nunca le dijimos al gobierno que ellos eran culpables sino que le solicitamos que dieran cualquier información sobre eso".

La víspera Derbez declaró en entrevista por teléfono desde Luxemburgo que si Cuba contaba con información fidedigna del paso de Posada Carriles por México y de quién lo ayudó a ello, la proporcione a la autoridad correspondiente para que investigue el caso.

Derbez comentó que la investigación que hizo el gobierno mexicano a solicitud de Cuba no arrojó prueba alguna del paso legal por México de Posada Carriles, aunque contempló la posibilidad de que lo hubiera hecho de forma ilegal.

LA OPINIÓN PÚBLICA NORTEAMERICANA SERÁ DECISIVA

Como en la guerra contra Viet Nam y en el caso del niño cubano Elián González, la opinión pública de Estados Unidos será decisiva en la adopción de una medida justa en el caso del terrorista Luis Posada Carriles.

El criminal internacional debe ser extraditado a Venezuela para que los tribunales lo procesen por el atentando contra un avión de Cubana de Aviación en 1976, que condujo a la muerte de 73 personas, y por otros crímenes contra el pueblo venezolano, incluido la tortura de militantes de izquierda en los años 70, cuando Posada -conocido en ese tiempo como el comisario Basilio- era uno de los jefes de la policía secreta local.

Fidel señaló que hay una montaña de pruebas para persuadir a cualquiera, pero la opinión pública de Estados Unidos impone las tendencias.

No se puede confiar en nadie, porque hay un momento en que el precio es impagable, señaló Fidel al analizar las estrategias del gobierno de EE.UU. para continuar protegiendo al terrorista internacional y evitar extraditarlo a Venezuela, donde debe hacerse justicia.

"Todavía le quedan variantes, pero a lo mejor se muere en unos días", señaló el líder revolucionario en un comentario que más que una ironía, buscaba alertar sobre la posibilidad de que el gobierno norteamericano prepare hasta un crimen para eludir su responsabilidad internacional.

El Comandante en Jefe señaló que EE.UU. se empeña en buscar una solución que no sea extraditar a Posada a Venezuela, y ha intentado encontrar otros países para enviarlo, desde Italia y México hasta Panamá.

Lo que le va quedando es El Salvador -explicó Fidel- y ya veremos, porque -se preguntó- ¿qué país quiere cargar con ese "muerto"? Ni El Salvador, no quieren ese escándalo.

El Presidente cubano continuó denunciado las patrañas de Washington para continuar protegiendo al terrorista, y recordó que desde el 11 de abril hasta hace unos días -cuando Cuba denunció que Posada Carriles estaba en Miami-, las autoridades estadounidenses negaban que el criminal estuviera allí, y hasta dijeron que todo era un invento de los servicios de inteligencia cubanos.

"Estaban mudos todos y ahora quieren hablar hasta por los codos, y no tienen argumentos, están enredados, y se enredan cada vez más en las mentiras y las irregularidades", dijo Fidel.

Agregó que los voceros del gobierno están desmoralizados. Solo dicen mentiras. Y no han podido probar que Cuba ha dicho una sola mentira.

El líder cubano también recordó que la decisión sobre Posada, independientemente de lo que dictamine el juez de inmigración, corresponderá en última instancia a Condoleeza Rice, secretaria del Departamento de Estado.

Entre las trampas que se pudieran organizar para eludir la obligación de extraditarlo a Venezuela, el Comandante en Jefe denunció que podrían intentar tomar en cuenta una decisión del juez si le es favorable al terrorista, para evadir responsabilidades, y hablar de razones humanitarias como la salud de Posada Carriles.

El criminal internacional, recordó Fidel, está en una celda solitaria, visitado por sus amigos, como el también terrorista Santiago Álvarez Fernández Magrinat, dueño del barco Santrina, vinculado a la entrada ilegal de Posada Carriles a Estados Unidos.

Fidel recordó también un documental desclasificado por los servicios de seguridad cubanos, hace años atrás, donde Álvarez conversaba telefónicamente con un terrorista que había enviado a hacer sabotajes en Cuba, y le comentó que con dos laticas -de explosivos- en el cabaret Tropicana se acababa todo.

"Eso hay que divulgarlo. Ellos no tienen todos los elementos de juicio. Hay que proporcionarlos", dijo el líder revolucionario al referirse a la necesidad de brindar la mayor información posible al pueblo estadounidense.

También, participó en el programa Alicia Herrera, venezolana, autora del libro Pusimos la bomba y qué, testimonio que revela la culpabilidad de Luis Posada Carriles y Orlando Bosch en la voladura de un avión en 1976.  La escritora presentó más pruebas de los crímenes de estos terroristas.

(Cubadebate, con información de Agencias)