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Vigencia del socialismo: Más que nunca, mejor que antes

En este artículo: Socialismo
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Bastaría con escuchar el odio que inyecta la burguesía a sus denuestos contra el socialismo para deducir que algo muy bueno para los seres humanos implica terminar con la jerarquía de los opresores para ir a un sistema Socialista capaz de erradicar el interés del capital sobre los seres humanos y erradicar todo el fardo individualista, racista, excluyente y opresor que nos ha amargado la existencia durante demasiado tiempo. Poner a la sociedad como prioridad mayor para la sociedad misma, ha sido una lucha cuya vigencia es cada día mayor según se ven los estragos ecológicos y humanísticos que el capitalismo ha venido causando a lo largo de su historia. La realidad se encarga de reiterar la vigencia del socialismo.

Es aberrante el tono sepulturero con que la burguesía (y algunos “loros” amaestrados por ella) se empeña en dar por muertos al socialismo, al comunismo y al marxismo. En esas “exequias” propagandistas invierten tiempo, dinero y esfuerzos a granel. Pagan publicistas, académicos y mercenarios de todo tipo para convencernos del “fracaso” de un sistema económico, político y cultural del cual no hemos visto desarrollarse (para decirlo alegóricamente) ni un 10%. Y, en contraste con ese “fracaso”, nos pintan al capitalismo como s fuese un sistema exitoso que ha triunfado de una forma ejemplar y rotunda. “Hablan sobre el fracaso del socialismo, pero ¿dónde está el éxito del capitalismo en África, Asia y América Latina ?” Fidel Castro.

Reina la avaricia antes que el interés por lo social. Mientras el capitalismo es, según sus resultados macabros, una pesadilla generalizada que cada día empuja al planeta y a los seres humanos a un colapso tapizado por guerras, terrorismo, caos e inestabilidad de todo tipo, las riquezas naturales y laborales se concentran en unas cuantas manos. Unas pocas familias y empresas controlan la mayor parte de las actividades económicas de todo el mundo. La especie humana vive bajo una pauperización galopante mientras la monopolización registra records insalubres para toda forma de vida; mientras las diferencias entre ricos y pobres aumenta sin escrúpulos, sin pudor e impunemente. Se multiplica la inseguridad para los desposeídos y se reprimen las manifestaciones del malestar. Las evidencias son tan ofensivas como numerosas.

Es crucial resolver la contradicción Capital-Trabajo que tiene secuestradas las fuerzas productivas en todo el mundo y las destruye de manera irracional y procaz, pero hay que resolver tal contradicción con un sistema de planificación inteligente y participativo que permita a la humanidad superar todos los problemas y desarrollarse a un nivel de civilización y cultura profundamente nuevo. El capitalismo es un sistema socio-económico cuya razón de ser sólo sirve a unos cuantos opresores, “armados hasta los dientes”, que en la terquedad de enriquecerse sin límites está destruyéndolo todo y nos lleva a una fase que sólo implica daños irreversibles para la humanidad. Pero lo pintan como si fuese lo mejor que nos ha pasado.

Está vigente el socialismo que permite transformar la realidad impulsado por las fuerzas sociales unidas y organizadas igualitariamente. Un socialismo irreductible por burocracia alguna y sin totalitarismo de Estado. Un socialismo capaz de cambiar el orden de la realidad para desterrar definitivamente las clases sociales y toda forma de opresión. Un socialismo no utópico. Un socialismo científico. Es decir, sin dogmas. Ese que Marx explicó en su Manifiesto.

Un socialismo que ponga fin a toda confusión, desorientación o dispersión del movimiento emancipador de la clase trabajadora, que sea capaz de unir fuerzas contra el capitalismo para no repetirlo y para impedir que sobreviva con sus disfraces más socorridos. Que sea capaz de abrir un movimiento transformador a profundidad y sin exclusiones, donde se admita a todas las tendencias que luchan por la emancipación de la humanidad. socialismo para terminar con la dictadura del Capital, o él acabará con nosotros. Sin atenuantes, sin desviaciones, sin espejismos, sin ilusionismos. Esta vigente el socialismo porque es necesario para que la humanidad pueda resolver todos sus problemas y escale su desarrollo histórico sin lastres de clase, sin complejos y sin opresores. El socialismo está vigente porque es una necesidad para la especie humana. Y no hay salidas alternas, la disyuntiva objetiva es: socialismo o barbarie.

Socialismo como radicalización del amor por la vida… capaz de transformar, transformándose. No como un sistema que debe imponerse desde fuera sino como una necesidad que debe desarrollarse plenamente desde el seno de la contradicción histórica del Capital y el Trabajo. “ Un movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual ”. Marx. Una lucha que surge de lo concreto como posibilidad no realizada aun pero realizable. No como un ideal, utópico, sino como un socialismo científico, es decir, movimiento real emancipador y producto histórico de ese movimiento. Socialismo deseable, posible y realizable. socialismo transformador de las condiciones objetivas incluida la conciencia de su realización, la aspiración a realizarlo con la organización y la lucha correspondientes.

Porque la vigencia del socialismo como necesidad objetiva y subjetiva de transformar el mundo, es necesidad que no podrá ser ahogada por los “escuderos de la burguesía” que difunden pesimismo pueril e individualismo, irracionalismo, utopismo y consumismo. La vigencia del socialismo no podrá ser eclipsada por los desesperanzados ni los nihilistas padres del catastrofismo de ocasión. Decía Marx “de lo que se trata es de transformar el mundo” y eso supone luchar contra el capitalismo y el imperialismo pero también luchar -con las armas de la crítica- para que el socialismo sea, verdaderamente, además de deseable y posible… realizable. Como insistía Sánchez Vázquez.

No tenemos en nuestras manos la clave de la historia futura pero anidan en la praxis del socialismo los más vigentes anhelos humanos dispuestos a darse salidas objetivas y concretas por cuya realización hay que luchar permanentemente. Podemos experimentar ajustes y correcciones que son parte del camino, dejar atrás métodos que resulten inútiles, pero no podemos cambiar de camino -el camino socialista- porque no podemos confundir la táctica con los principios. Y es que en la vigencia del socialismo hay un componente crítico de importancia suprema que es, en sí mismo, complejo y contradictorio precisamente porque el socialismo no es la simple aplicación dogmática de una “idea” o “ideal inmaculado” despegado de la realidad. Todo lo contrario. Y, quizá, no sepamos, por ahora, cómo será el socialismo en su plenitud, pero sí sabemos cómo no queremos que sea. Y eso implica y exige luchar, organizados, por ello. Nada más vigente.

Se han publicado 9 comentarios



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  • Compatriota dijo:

    Por algo será que con tanta saña se intenta demeritar al Socialismo. El Socialismo es lo que vendrá a quitarles a los oligarcas su poder. Esto es lo obvio, que ni ellos mismos tratan de ocultar. Teniendo ese poder en sus manos, los capitalistas no escatiman esfuerzos para boicotear los procesos sociales de izquierda a fin de "demostrar" su inviabilidad. Si bien es cierto que el Socialismo ha sido atacado ferozmente, también a lo interno enfrenta enemigos que lo socavan y lo debilitan: el burocratismo, la inercia y la corrupción. Que, a decir verdad no son males creados por el Socialismo sino vienen heredados del Capitalismo. Entonces, será el Socialismo tan malo como lo quieren hacer ver?? Muy bueno el articulo.

  • Andrés dijo:

    Tiene razón Fernando.

  • rmb dijo:

    La propia crisis que genera el capitalismo, será el fundamento de lucha de los movimientos sociales que serán los únicos responsables de las transformaciones sociales necesarias...cualquier otro proceso que se imponga aunque sea calificado como progresista está condenado al fracaso.

  • Jose R Oro dijo:

    (Continúa)
    Es imprescindible la unidad, más que nunca y las personas que perjudican la unidad, perjudican al socialismo. El no entender que no podemos separar a los mas “marxistas” de los menos “marxistas” e incluso de los no “marxistas”, de los que viajan en carros de chapa estatal y los de chapa privada, es una forma de catalizar los naturales, ya existentes conflictos sociales de tan imprescindible unidad. La unidad revolucionaria y por el progreso no se logra a través de sistemáticas votaciones unánimes. La ideología marxista, que es una Ciencia, no puede ser llevada al campo de la Teología, por más que digamos que queremos no ser dogmaticos, sin discusión muchas veces lo somos: “Y, quizá, no sepamos, por ahora, cómo será el socialismo en su plenitud, pero sí sabemos cómo no queremos que sea” ¿Cuál es la diferencia entre dogmas y tabúes? ¿Estamos acaso ante una nueva versión de la Paradoja de Buridán?
    Hay que hacer al socialismo invencible económicamente, garantizando que no existan humillantes desigualdades, pero en el proceso de crecer económicamente es necesario aceptar que haya desigualdades, organizando un proceso de distribución lo más justo posible, pero ¡hay que producir! ¡No se puede distribuir lo que no se ha producido!
    En 1986, Vietnam estaba abocado a una hambruna, a perder lo conquistado en muchas décadas de guerras liberadoras, con millones de víctimas. “Do Moi” logró salvar y hacer invencible la economía vietnamita. En otros meridianos se requiere hoy con toda urgencia de arroz, aceite, carne, huevos, harina P.A.N. para hacer arepas, transporte, casas, y un millón de otras cosas y esto hay que producirlo, obtenerlo, bajo la más violenta acción anti –socialista mundial que se recuerde, peor aun que en la época Reagan (e incluso con actores de tales momentos sacados de retiro, i.e. Bolton, Abrams, etc.)
    La construcción del socialismo, hoy más requerida que nunca por la humanidad, necesita de una gran acción del pensamiento, de combate en los medios, sin duda alguna, pero esto es necesario pero no suficiente. Los elementos materiales, tangibles, de la sociedad son los que dicen la última palabra y hay que tener el coraje de expresarlo, si queremos en realidad ver al socialismo triunfar. Hay que desarrollar las fuerzas productivas, no puede ser una experimentación sin fin, un debate escolásticos, ni un procesamiento de la praxis social altamente burocratizada e ineficiente.
    Insisto en la alta calidad de la ideas expresado en el documento del destacado pensador marxista Fernando Buen Abad

    • Elizabeth Franco dijo:

      Estimado Don Jose, muy bueno su comentario sobre el igualmente bueno articulo de Buen Abad, observo que al principio dice (Continúa), es que hay una primera parte de su comentario?

  • Margarita Combatiente dijo:

    Seria Bueno dar mejores ejemplos que los brindados por Venezuela, el Brasil de Lula, la Nicaragua de Ortega para defender con mas razones lo justo y progresista del socialismo.

  • Carlos Gutiérrez dijo:

    Tiene razón Abad. A la Unión Soviética y al Campo Socialista no los dejaron desarrollar ni un 10% de sus potencialidades.

  • milen@ dijo:

    Coincido plenamente con Fernando, estos artículos son necesarios, a pesar del bombardeo de la mayoría de los medios, cuyos dueños, que en su mayoría son privados y responden a los intereses de oligarcas y burgueses. Aquellos que te emiten un pensamiento único, el que genera el Capitalismo. El despertar de "Los nadies" como diría Eduardo Galeano cada vez es más cercano y latente, llegará. Tengo esperanza.

  • Ups dijo:

    No entiendo nada, veo repuestas a dos comentarios que no aparecen en este foro en respuesta a Abad y a Fernando. A propósito envíe uno y no lo veo ¿estará junto a esos?.

Se han publicado 9 comentarios



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Fernando Buen Abad

Fernando Buen Abad

Filósofo y escritor mexicano.

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