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El umbral del infierno

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Mural en reclamo de la liberación de Oscar López Rivera, cuando cumplía 30 años en prisión.

El Nuevo Día publica periódicamente los sábados las cartas que el preso político Óscar López Rivera le envía desde prisión a su nieta Karina, a la cual solo ha conocido a través de los barrotes de la cárcel.

Querida Karina, cuando se tiene mi edad y se sabe que la vida es frágil, y se ve partir a las personas que uno más admira —¡cuánto me ha dolido la muerte de Cheo Feliciano!—, se aprecia más el abrazo de los familiares, el cariño de una hija o la sonrisa de una nieta.

No ignoro, sin embargo, los sacrificios que debe hacer mi hija Clarisa (y tú, cuando vienes con ella), para llegar desde Puerto Rico a esta remota prisión de Terre Haute. Hace tiempo le pedí que me contara cómo era el viaje para anotarlo en un cuadernillo. Y ahora, cuando anuncia que viene, releo esos datos para acompañarla, aunque sea en espíritu.

Primero, Clarisa vuela a Chicago. Después, alquila un carro y sale como a las tres de la mañana, en invierno con vientos y nevadas fuertes. El viaje a Terre Haute desde Chicago dura cuatro horas y media, y más si se detiene para tomar café en algún pueblo que encuentre por la ruta.

Cuando llega a la cárcel, el guardia que está en la garita pregunta que a qué viene. Clarisa le dice que a visitar a un preso. Le indican donde estacionarse y entra al vestíbulo.

Ese es, al fin y al cabo, el verdadero umbral del infierno.

Clarisa llena la boleta de visita y se la entrega al guardia junto a una identificación con foto. Si tú la acompañas, sé que también debes presentar la licencia de conducir o el pasaporte.

Luego, el siguiente paso es que el guardia busque en la computadora los nombres de las personas autorizadas para visitarme. Antes de entrar, le piden las llaves del auto y le dan un número para que las recoja cuando termine la visita.

Como medida adicional, luego del “clearance”, le marcan la mano con un sello de goma y le asignan un guardia que la escoltará hasta el lugar donde nos vamos a ver. Allí, si lleva abrigo, deberá colocarlo en un área común, donde también se guardan los de otros visitantes. A veces, el abrigo de Clarisa queda bajo una montaña de ropa ajena. En una ocasión, sobre el de ella pusieron un abrigo muy sucio, lleno de porquerías, con un olor terrible. No me lo quiso contar hasta pasado mucho tiempo, pero decidió nunca más entrar con abrigo en la prisión.

Otro guardia le asigna un lugar para sentarse. Sé que usualmente a nosotros nos ubican donde hay más cámaras de seguridad. Cuando por fin nos encontramos, sonreímos a pesar de todo. Ella trae una bolsita plástica con lo único que le permiten: veinte dólares en menudo para comprar alguna bebida o comida. Sólo venden comidas rápidas, con demasiado condimento o carne, que me rehúso a comer.

La distribución de los asientos es caótica. Está diseñada para que no podamos conversar. Son filas de aproximadamente veinte asientos, con personas detrás y adelante, y es posible que sea gente bulliciosa, que además se pone inquieta por la tensión de estar allí. A veces el vocerío se hace insoportable, tu mamá y yo nos limitamos a mirarnos. Me apena que haga ese largo trayecto lleno de sacrificios solo para eso. Un padre sufre lo indecible. Y un abuelo —cuando vienes tú— se aflige y se avergüenza de las condiciones.

Al final, siempre abrazo a tu mamá y le susurro que ella y tú son mi mundo, que las quiero y que deben cuidarse mucho en el largo viaje de regreso. ¿Sabes cómo se me oprime el corazón cuando pienso que tendrá que guiar casi cinco horas de nuevo hasta Chicago?

La última humillación se produce cuando termina la hora de visitas y llega el momento de contar a los presos. Antes nos contaban en los propios asientos, que era menos violento. Ahora nos obligan a pararnos frente a una pared, de espaldas a nuestros seres queridos. Clarisa se desmorona porque dice que le da la impresión de que nos van a fusilar.

En estos treinta y tres años, tu madre me ha dicho muchas veces que el estruendo de la puerta cuando se cierra a sus espaldas, después de hacerme la visita, es uno de los peores sonidos de su vida. Mientras el guardia la escolta hasta la salida no llora, pero luego, en el carro, da rienda suelta a su tristeza. Llora sin decir palabra. Sin mirarte, cuando vas con ella. Una al lado de la otra, en silencio. Y yo, de vuelta en la celda, destrozado también, pienso en el amor de ustedes. En resistencia y lucha, recibe un beso agradecido de tu abuelo.

(Tomado de El Nuevo Día)

Se han publicado 10 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • josé dijo:

    desgarrador relato!!!, Libertad para Oscar López Rivera y para nuestros héroes presos también en el imperio

  • Hugo Andrés Govín Díaz dijo:

    Aquí tenemos un vivo ejemplo de trato degradante a los seres humanos con la finalidad de doblegarlos. Treinta y tres años ha resistido este patriota bajo esas increíbles condiciones. El caso no es aislado, porque a nuestros Cinco les han aplicado las mismas fórmulas. Rafael Cancel Miranda nos ha contado que recibió similar trato. ¿Qué moral tiene ese SISTEMA para estar metido en todo el mundo como paladín de los derechos humanos?

  • José Angel Turro dijo:

    Horrible relato, es la demostración fehaciente de la maldad extrema de los EE.UU. Así hablan de derechos humanos, de democracia y de tantas hipocrecias mas. A nuestros héroes los hacen pasar por el mismo trago amargo y con ellos a toda Cuba.!Libertad para Oscar López y para nuestros héroes presos en la barriga del imperio!

  • Mónica dijo:

    Testimonio demoledor y hermoso. Detrás de esa pluma, hay una sensibilidad enorme.

  • Walter Armando Arteaga dijo:

    DECIRLE AL IMPERIO ASESINO QUE TE LIBERE, ES COMO HABLAR CON UNA PIEDRA O PEOR.
    SOS UN EJEMPLO ESTAS CONSTRUYENDO HISTORIA.
    UN SALUDO FRATERNO Y SOLIDARIO.

  • memoria dijo:

    Lo tiene todo preparado para hundir a las personas y robarles hasta el último soplo de esperanza.
    Si no, miren Guantánamo.

  • armando dijo:

    Saludos:

    !!! QUE VIVA PUERTO RICO "" LIBRE , INDEPENDIENTE Y SOBERANO "" !!!!

  • Niurka santiesteban Martínez dijo:

    No puedo decir mucho pero imagino a nuestros héroes en condiciones simiares........

  • Jose M Lopez Sierra dijo:

    Saludos Compañero,

    Ya que tuvimos un gran éxito en nuestra Primera Marcha Oscar – Mandela en Puerto Rico, ahora podemos trabajar para que la Primera Protesta Oscar – Mandela en Nueva York sea aún mejor. Este año, la parada puertorriqueña en Nueva York celebrada una semana antes que nuestra protesta será dedicada a nuestro preso político Oscar López Rivera.

    El lunes 16 de junio de 2014, la Organización de Naciones Unidas (ONU) estará nuevamente discutiendo el caso colonial de Puerto Rico. La ONU está en su tercera década tratando de erradicar del mundo el colonialismo por entender que la misma constituye una amenaza a la paz mundial. Nosotros queremos ayudar.

    En ese mismo día, el día después del Día de los Padres, nosotros estaremos de 8 AM a 5 PM protestando pacíficamente en el parque al otro lado de la Primera Avenida de la Calle 46 de la ONU. Queremos demostrarle al mundo que nosotros también creemos que el colonialismo es un crimen en contra de la humanidad. Necesitamos una gran cantidad de gente para obligar al gobierno de Estados Unidos (EEUU) a cumplir con las 32 resoluciones de la ONU pidiéndole a EEUU que inmediatamente descolonice a Puerto Rico. Después de tantas resoluciones, es obvio que EEUU no lo quiere hacer.

    El Presidente Obama recientemente demostró la hipocresía del gobierno de Estados Unidos en relación a los derechos humanos. En la ceremonia de recordación, él solo tuvo palabras de gran admiración para Nelson Mandela. Sin embargo, él se ha negado, bajo presión internacional y de Puerto Rico, a excarcelar a Oscar que ha hecho exactamente lo mismo que Mandela. Oscar ya ha estado 6 años más en la prisión que los 27 que estuvo Mandela. Estados Unidos está contento cuando otros países descolonizan a sus colonias pero no quiere descolonizar las de ella. ¿Qué tipo de democracia es esta? Obviamente, los que practican el colonialismo no creen en la justicia para todos.

    Por favor, dígale a sus amigos sobre esta protesta para excarcela a Oscar, y lograr la causa que lo llevó a la prisión, la descolonización de Puerto Rico. Tendremos una hoja para todo aquel que quiera ser parte de la organización de esta protesta anual y permanente nos pueda dar su información de contacto. Si deseas, puede hacerlo ahora atreves de jlop28vislophis@yahoo.com.

    ¡Nos gustaría poder saludar a viejos compañeros y conocer muchos nuevos en nuestra lucha por lograr una verdadera justicia para todos!

    Un abrazo fraternal,
    José M López Sierra
    http://www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com

  • Olguita dijo:

    La libertad es lo más preciado del ser humano, ni puedo imaginarme siquiera cómo sería estar un día en un sitio sí, dime tú más de 30 años, o sea toda mi vida.

Se han publicado 10 comentarios



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Oscar López Rivera

Oscar López Rivera

Puertorriqueño, preso en EEUU. Es el prisionero político más antiguo del Hemisferio.

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