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Por ley, será delincuente todo migrante indocumentado en EU

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La Jornada

Nueva York, 16 de diciembre. En lo que algunos consideran como el proyecto de ley de control fronterizo más "atroz" en tiempos recientes, la Cámara de Representantes estadunidense aprobó esta noche medidas para criminalizar a los aproximadamente 11 millones de indocumentados que residen en este país, construir bardas de más de mil kilómetros en la frontera con México y rechazó cualquier propuesta de legalizar la estadía de estos trabajadores.

En los pasados 10 días, el proyecto de ley sobre seguridad fronteriza logró superar la intensa oposición de la Cámara de Comercio, la Iglesia católica, agrupaciones nacionales como el Consejo Nacional de la Raza y organizaciones de defensa de derechos de los migrantes.

La Casa Blanca expresó su apoyo a la medida, a pesar de que excluye explícitamente cualquier programa de trabajadores huéspedes como ha propuesto el presidente George W. Bush. Al parecer, se decidió respaldar este proyecto para defender al Ejecutivo de acusaciones de que ignora la seguridad fronteriza.

Algunas de las principales organizaciones latinas, incluyendo el Consejo Nacional de la Raza, el Mexican American Legal Defense, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos y la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados enviaron una carta a Bush expresando su "decepción desbordante" por su apoyo a la iniciativa; le advirtieron que le será "difícil" explicar esa posición a los latinos del país, y le solicitan que retire su respaldo a este proyecto de ley.

El asunto se retomará en el Senado a principios de 2006, donde hay una serie de proyectos que serán debatidos, y donde se espera que habrá acuerdo sobre algún tipo de programa de trabajadores temporales. Si se logra un consenso sobre un proyecto de ley de reforma migratoria, esta versión deberá ser negociada con la versión aprobada hoy por los representantes, pero este proceso podría demorarse hasta después de las elecciones legislativas de noviembre si el tema continúa provocando divisiones insuperables, comentó hoy a La Jornada Douglas Rivlin del Foro Nacional sobre Migración.

Mensaje al presidente Fox

A pesar de que el agrio debate demostró las profundas divisiones sobre el tema en el propio Partido Republicano -entre legisladores moderados, que insisten en un programa de trabajadores huéspedes como proponen el sector empresarial y el presidente Bush, y ultraconservadores que deseaban medidas aún más duras contra los inmigrantes-, el hecho de que este proyecto de ley haya sido aprobado hoy por 239 contra 182 votos es un gran triunfo para las fuerzas antinmigrantes que han logrado imponer el tema de "seguridad fronteriza" frente al de la necesidad de reformar el sistema migratorio estadunidense.

El hecho de que fuerzas tan poderosas como la Cámara de Comercio, la Iglesia católica y centrales obreras junto con organizaciones nacionales latinas y de defensa de inmigrantes fueran derrotadas en esta batalla no significa que hayan perdido la guerra, pero sí las coloca a la defensiva.

Para ejemplificar el tono agresivo de este combate, algunos legisladores federales rechazaron el optimismo expresado por el presidente Vicente Fox en torno a un próximo acuerdo migratorio, y le aconsejaron "callarse".

Respondiendo a las críticas de Fox a las propuestas para construir más bardas y otras medidas de seguridad, el legislador republicano J. D. Hayworth, de Arizona, declaró ayer a la publicación conservadora The Human Events: "me voy a apartar de las reglas diplomáticas y ofrecer un mensaje directo al presidente Fox: el presidente Fox debería callarse.... Lo que es una desgracia es que el presidente Fox presuma aconsejar a Estados Unidos sobre la mejor forma de protegerse contra una invasión, una invasión que cuenta con su abogacía completa.... Lo que es vergonzoso es que, como Presidente de México, no hace nada para disminuir esta invasión. La endosa activamente".

Visiones encontradas

Después de dos días de debates sobre el proyecto presentado por el presidente del Comité Judicial, James Sensenbrenner, en el que se intercambiaron visiones de los migrantes indocumentados como, por un lado, la gran amenaza a la seguridad del país, fuerza "invasora" y la urgencia de "recuperar el control operativo de nuestras fronteras" y, por otro, como el futuro de Estados Unidos, trabajadores necesarios para la economía, contribuyentes a la sociedad estadunidense, y víctimas de políticas fracasadas que dividen familias y dejan vulnerables a los menores de edad, se aprobó la iniciativa legislativa considerada por el Consejo Nacional de la Raza como "atroz".

El proyecto de ley H.R. 4437, la Ley de Protección Fronteriza, Antiterrorismo y Control de Inmigración Ilegal de 2005, incluye una serie de medidas punitivas y restrictivas favorecidas por las fuerzas antinmigrantes. Tal vez la más controversial es criminalizar a los aproximadamente 11 millones de indocumentados, convirtiendo en delito estar en Estados Unidos "ilegalmente" en lugar de una "violación civil", como lo es actualmente.

Limitar acceso a tribunales

Peor aún, se limitará el acceso a los tribunales federales para aquellos que desean apelar órdenes de deportación y se aceleraría la expulsión de indocumentados, y también criminaliza a las personas que asistan a estos migrantes -o sea, quienes ofrezcan ayuda humanitaria, como de iglesias u organizaciones comunitarias.

Además, se aprobó la construcción de 698 millas de bardas en la frontera con México en zonas de alto ingreso de migrantes en los sectores entre Tecate y Caléxico en California; Columbus, Nuevo México, y El Paso, Del Río, Eagle Pass, Laredo y Brownsville, en Texas. Las bardas serán dobles, con cámaras, iluminación y sensores.

También impone nuevas medidas que obligan a empresarios a verificar la identidad y estatus legal de todos sus trabajadores, aun aquellos que han estado en la nómina durante años, mediante bancos de datos del Seguro Social y del Departamento de Seguridad Interna.

Una enmienda que podrá ser agregada a la ley permitirá que las fuerzas de seguridad pública estatales y locales reciban poderes para actuar como agentes de migración.

Estas medidas, la lista de deseos de las fuerzas antinmigrantes, son consideradas como "inaceptables" por la Cámara de Comercio, y agrupaciones laborales, las iglesias y organizaciones de derechos latinos y de inmigrantes que denunciaron esta ley como una faena política que no hace nada para reparar los graves problemas del sistema de migración.

Aunque los analistas señalan que esta iniciativa de ley no tiene ninguna posibilidad de ser aprobada por el Senado o contar con la firma del presidente Bush, sí podría obstaculizar toda alternativa que incluya cualquier propuesta para legalizar de alguna manera a los migrantes indocumentados en este país. Y a fin de cuentas, ese es el objetivo de sus promotores. El debate continuará el año próximo, pero nadie apuesta que se llegue a un consenso.

 

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David Brooks

David Brooks

Periodista mexicano, corresponsal del diario La Jornada en los Estados Unidos.