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Análisis de ADN de Beethoven entrega algunas pistas sobre su salud y revela un secreto familiar

En este artículo: Arte, Beethoven, Ciencia, Cultura, Genética, Música
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Ludwig van Beethoven.

El reconocido músico y compositor Ludwig van Beethoven pidió a su médico, J.A. Schmidt, que tras su muerte describiera públicamente su progresiva pérdida de audición y sus problemas gastrointestinales para que “en la medida de lo posible, al menos el mundo se reconciliara conmigo”. Desde entonces, las causas de su muerte han sido un misterio.

Ahora, más de dos siglos después, un amplio equipo internacional de científicos ha cumplido su deseo y, tras analizar el ADN de cinco mechones de su pelo -previamente autentificados-, no ha encontrado explicación a su sordera ni a sus problemas gastrointestinales, pero sí ha descubierto que tenía una predisposición genética a las enfermedades hepáticas, según se detalla en un estudio publicado por la revista Current Biology.

Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Cambridge analizó ocho mechones de cabello conservados en colecciones públicas y privadas, para secuenciar el genoma del compositor en un intento por arrojar luz sobre sus problemas de salud

Los investigadores buscaron el posible origen genético de las dolencias gastrointestinales crónicas de Beethoven y de la grave enfermedad hepática (posiblemente cirrosis) que culminó con su muerte en 1827, a los 56 años.

Los autores no encontraron una explicación genética a los problemas gastrointestinales de Beethoven, pero señalan que la celiaquía y la intolerancia a la lactosa “son muy poco probables”.

Las pruebas de ADN tampoco hallaron respuesta a ninguno de estos problemas de salud mencionados, pero descubrió factores genéticos de enfermedad hepática y pruebas de que había sufrido una infección por el virus de la hepatitis B en los meses previos a su muerte, que se vieron agravados por alcohol y el riesgo genético del compositor.

“No podemos decir definitivamente qué mató a Beethoven, pero ahora podemos al menos confirmar la presencia de un riesgo hereditario significativo y una infección por el virus de la hepatitis B”, explicó Johannes Krause, del Instituto Max Planck.

“Podemos deducir de los 'libros de conversación' de Beethoven, que utilizó durante la última década de su vida, que su consumo de alcohol era muy regular, aunque es difícil estimar los volúmenes consumidos”, afirmó Tristan Begg, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge.

Y aunque la mayoría de fuentes apuntan a que su consumo era moderado para los estándares vieneses de principios del siglo XIX, es probable que alcanzara cantidades de alcohol que hoy en día se sabe que son perjudiciales para el hígado.

“Teniendo en cuenta el historial médico conocido, es muy probable que -su muerte- se tratara de alguna combinación de estos tres factores, incluido su consumo de alcohol, actuando de forma concertada, pero futuras investigaciones tendrán que aclarar hasta qué punto estuvo implicado cada factor”, añadió Begg.

El prodigioso compositor y pianista sufrió una pérdida auditiva progresiva, que comenzó a mediados o finales de sus 20 y lo llevó a quedar funcionalmente sordo en 1818

Respecto a la reconocida pérdida de audición, vital para un músico, el análisis de ADN no logró identificar una base genética clara, aunque los investigadores advierten de que el estudio no es suficiente para descartar esta hipótesis.

Además, el ADN de Beethoven guardaba otra sorpresa: Su cromosoma Y no coincide con el de ninguno de los cinco parientes actuales que llevan su apellido y comparten, según los registros genealógicos, un antepasado común paterno.

Es decir, en algún momento de las generaciones por parte del padre de Beethoven hubo un “acontecimiento” extramatrimonial: “Este hallazgo sugiere un acontecimiento de paternidad extraparental en su línea paterna entre la concepción de Hendrik van Beethoven en Kampenhout (Bélgica) hacia 1572 y la concepción de Ludwig van Beethoven siete generaciones más tarde, en 1770, en Bonn (Alemania)”, concluye Begg.

En la investigación participaron la Universidad de Cambridge (Reino Unido), el Beethoven Center San Jose y la American Beethoven Society de California (Estados Unidos), la Universidad KU Leuven (Bélgica), la Universidad de Bonn, la Beethoven-Haus de Bonn, y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).

(Con información de DW, EFE y AFP)

Se han publicado 2 comentarios



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  • yam dijo:

    En otras palabras: tarros, hijos bastardos que no le correspondían la herencia según los cánones de la época.

  • Victor dijo:

    He leído otro artículo hace unos años, basado en el análisis también del ADN que murió de envenenamiento por plomo, y según el artículo eso explica la sordera y los cambios de humor. Según esa investigación el envenenamiento por plomo produce terribles dolores que Beethoven soportó pidiendo que no le dieran calmante para poder componiendo hasta el final.

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