Cubadebate

Estimado agudo. Las fuentes de esatdisticas son la mismas en el 2017 que en el 2018, el Ministerio de Turismo. Ellos anunciaron que se habia alcanzado un millon de visitantes el dia 4 de marzo del 2017 y ahora el 8 de marzo, y esa es la base de mi comentario. Coincido con usted que la realidad es siempre mas rica que las cifras, pero ¿como contabilizar la realidad? ¿es necesariamente exacta y concluyente su realidad? Si estan medio vacios los hoteles, ya se llenaran, DT no va a existir para siempre, y muchos estadounidenses quieren visitar Cuba.

Estimado el buril. No acostumbro contestar sus comentarios, que para mi gusto están a veces escritos de una forma (no contenido) inapropiada, por no decir a veces grosera. En este caso hago una excepción porque creo que su comentario es muy valioso, aunque no tenga que ver directamente con el anuncio de que ha llegado un millón de visitantes a Cuba en 2018. Lo considero muy conveniente y justo, tal y como dije antes, porque creo que lo que usted aquí escribe representa el pensamiento y las frustraciones de muchos cubanos.
Hay que darles posibilidades a los cubanos que viven de su salario de tener alternativas de vacacionar. Esa fue la intención del Campismo Popular que hizo algo en ese sentido, aunque le quedó mucho por avanzar. El problema en mi opinión consiste en que la gente gana muy poco, hay que pagarles mejor a los trabajadores, y si esto se hace, la economía nacional mejorara de inmediato.
Volviendo a los hoteles, yo nací en 1952 en una familia de razonables ingresos, antes de la Revolución recuerdo haber ido una sola vez a un hotelito, en Guanabo por un fin de semana. Ya después de la revolución mi abuela me llevó al primer “Capablanca In Memoriam” en el Salón de Embajadores (¡tremendo aquello!) del hotel Habana Libre, y me acuerdo de su indignación al ver que una Coca – Cola costaba una peseta. En Cuba era común que la gente de la clase media iba a un hotel por la Luna de Miel, e infrecuentemente después. Mi esposa nació en Nueva York de una familia ítalo-germana, el papá era dueño de una pequeña tienda, la mamá maestra de primaria. No vivian nada mal (casa propia, carro), pero no iban a hoteles. Desde entonces las cosas han cambiado mucho, y ahora la clase media y media alta de los países desarrollados tiene más acceso a ir a hoteles y lugares turísticos. He trabajado mucho en América Latina, en Colombia por ejemplo me atrevo a insinuar que el 90% de la población jamás ha puesto un pie en un hotel. Voy con cierta frecuencia a Nueva York por razones de trabajo y aunque me lo pagan los clientes, siempre me quedo en hoteles de tres estrellas. Nunca he viajado en un crucero, cuando viajo en avión lo hago en clase económica, a no ser que un cliente me saque el pasaje en clase de negocios.
Le hago con la mayor sinceridad estos comentarios, porque a veces andamos a pie y queremos saltar a un Mercedes Benz sin escalas. Creo firmemente que las principales dificultades de la sociedad cubana de hoy radican en las prolongadas carencias. De comida, de vivienda, de transporte. Creo que es necesario que aumenten los ingresos reales de los cubanos, pero quiero comentarle que ir de las carencias a hoteles de cuatro o cinco estrellas, es un proceso dilatado. El problema real es a mi juicio la falta de alternativas para que la gente pueda ir con sus hijos, y hay que crear esas alternativas, hay que tener ideas, un Campismo muy mejorado, o que los hoteles en la temporada baja cuando están medio vacios se ofrezcan a los trabajadores un una fracción del precio, quien sabe que es lo mejor, pero si hacen falta alternativas. Le ruego mucho que si lo considera adecuado comente de lo anterior, se lo agradecería.