Cubadebate

Foto: cortesía del autor.

Desde el día 2 de noviembre de 2016 el Campus XVIII de la Universidad del Estado de Bahía, en la ciudad de Eunápolis, en el Extremo Sur del Estado, sigue ocupado por los estudiantes. La ocupación es una respuesta contra la Propuesta de Enmienda a la Constitución de Brasil – PEC 241, ahora nombrada PEC 55, del gobierno del Presidente Temer.

De acuerdo con el estudiante Flávio Prates, la decisión de la ocupación se llevó a cabo el 31 de octubre, en una asamblea estudiantil en el campus. Desde el 2 de noviembre hasta el día de hoy ya son casi dos semanas de ocupación y todo sigue igual, o sea, nada ha cambiado, pues el presidente actual del país tiene el apoyo de los medios tradicionales de comunicación.

El apoyo de los medios de comunicación hacia el presidente es importante para él, por el hecho de que, desafortunadamente, la mayor parte de la población brasileña tiende a creer en lo que está en la televisión, especialmente en los principales canales, los cuales juegan con eso, con la infantilización de la sociedad brasileña. Al no informar lo que está pasando en las escuelas y universidades de todo el país, es como si nada estuviera ocurriendo en Brasil. Eso es lo que los medios quieren que la sociedad piense.

Los medios de comunicación tradicionales de Brasil, desgraciadamente, no informan sobre las ocupaciones, o no lo hacen de manera neutra, como una manera de apoyar al gobierno. Lo que sorprende es el hecho de que si algo así ocurriera durante el gobierno de la legítima presidenta del país, la Señora Dilma, los medios de comunicación, sin duda, contrarios a los gobiernos progresistas como el de ella, harían la cobertura de los acontecimientos, siempre presentando la situación de una manera que podría perjudicarla.

En fin, lo que pasa en Brasil actualmente y, en verdad, desde hace mucho tiempo, es que las empresas de comunicación, de manera muy visible, se posicionan contrarias a los gobiernos sociales y, de esta forma, escriben las noticias basadas en sus ideologías de poder a favor de los gobiernos de derecha neoliberal. Eso es una lástima, pues, por lo que estudiamos sobre las teorías de la comunicación, los medios deberían informar y no opinar y lo que hay en Brasil es un periodismo de opinión.

A la vista de todo lo que he dicho, resalto un evento que marcó el inicio de las ocupaciones y que contribuyó al fortalecimiento simbólico de la lucha de los estudiantes en el Campus XVIII: el funeral simbólico a través de una intersección semiótica con el día de los muertos en Brasil que ocurrió el 2 de noviembre con el propósito de presentar a la comunidad interna y externa a la universidad una crítica a la muerte de la joven democracia brasileña.

Por fin, ante el hecho de que la referida enmienda a la Constitución se hizo conocida como la PEC de la muerte, creo que el entierro fue organizado a partir de esta semántica, es decir, como una acción que llevará el país al abismo, pues, si la propuesta avanza, y tiene todo para esto, teniendo en cuenta que ya fue aprobada por la Cámara de los Diputados y ahora pasará al Senado, el gobierno congelará las inversiones en salud y en educación durante veinte años, arrancándoles la esperanza de futuro a los brasileños.

Foto: Cortesía del autor.