Días de Girón: Heroicidades anónimas (+ Video)
Tanque de las fuerzas revolucionarias avanza hacia Playa Girón.
“Cuando llegaron los tanques, reforzamos el armamento. Nosotros llevábamos un fusil FAL con 180 tiros y allí nos dieron un pico, una pala y una caja con 100 tiros más. Avanzamos detrás de los tanques, eran cuatro o cinco”, cuenta Félix.
“Nuestra tropa se dividió a ambos lados de la carretera. Delante iba la Ligera del 116, al frente de ella y por el lado de la costa, iba el capitán Carbó”, dice Marcelino.
“Mi compañía se incorporó delante, en la cuneta de la izquierda. Entonces vimos unos paracaídas que caían en Girón. La gente apuró el paso: Vamos a cogerlos, a cogerlos. Entonces los morterazos aumentaron. Marchamos detrás de los tanques. El capitán Carbó iba a la derecha, a la orilla de la playa y comienzó a gritar: Arriba, a incorporarse, detrás de los tanques, vamos, a cogerlos… Ya estábamos casi frente a los mercenarios”, narra Gine.
Eran alrededor de las diez de la mañana del 19 de abril cuando los combatientes del Batallón de la Policía llegan a la curvita en la que el enemigo hace fuego de una manera fortísima. Inmediatamente, Félix con su escuadra se tiende en el suelo y abre fuego… solo salen dos disparos.
“Ahí mismo pensé que me había puesto nervioso, entonces quité el depósito, puse otro, tiré y nada.
-Oye, qué te pasa- me gritó uno.
-Que esto se me trabó.
-Gradúa el cilindro de gases.
Efectivamente, estaba como a siete y medio, y lo puse como a tres y medio. Apreté el gatillo y me salió una ráfaga que me devolvió el alma al cuerpo”, cuenta Félix.
La balacera es tremenda. La escuadra cambia de posición Dioscórides decide quedarse allí. Dioscórides era granadero. Le explotó un obús de mortero y entonces quedó abierto completo, no se le veía la cara ni nada. “Digo: Coño, ¿quién será? Lo veo vestido de verdeolivo y pienso: Este es policía también. Saco el carné del bolsillo y cuando veo el carné, óigame, yo me eché a llorar compadre, a mí no me da pena decirlo”, dice José.
Eusebio y Tomás Palmero eran amigos desde que ambos coincidieron en la Novena Unidad, en La Habana. Eusebio es ocho años más joven que Palmero pero el tiempo compartido los vuelve hermanos. Ahora están en medio del combate, la “curvita endemoniada” apenas los deja avanzar.
Ellos son de la cuarta compañía y avanzan tanto como los primeros. Palmero va delante con su fusil en la mano. La ráfaga calibre 50 lo atraviesa por el estómago. Eusebio que está detrás escucha el grito corajudo de su amigo herido de muerte. Rápidamente lo sujeta por la espalda, no quiere que caiga al piso, trata de agarrarlo, de socorrerlo pero… mientras lo sujeta por la cintura para que no caiga al suelo, las mismas balas enemigas acaban con su corta vida.
“Recuerdo que un miliciano huyendo del fuego enemigo se pegó demasiado al agua y fue arrastrado por las olas. El hombre se empezó a ahogar y otro compañero suyo de la Ligera del 116, resguardó su fusil en la orilla y se lanzó al agua para salvarlo. En ese momento no importó la lluvia de balas, fueron cosas heroicas que uno a veces las cuenta así, pero que había que estar allí para comprender la magnitud de tanta valentía”, explica Félix.
Félix, Marcelino, Gine, José, Carbó, Dioscórides, Eusebio y Palmero integraban el batallón de la policía que tan heroicamente enfrentó a la invasión mercenaria. Cuatro de ellos no sobrevivieron para contar sus hazañas. Su sangre tiñó el suelo de Girón cuando todavía el reloj no anunciaba el mediodía de aquel 19 de abril.
muy poco se habla de esta batallón y de sus heroicidad, tampoco de sus jefes.
La heroica actitud de aquellos jóvenes defendiendo su patria del ataque enemigo, nos llena de orgullo.VIVAN LOS HEROES Y MARTIRES DE GIRON.
Que interesante anécdota, la gesta histórica de Girón representó la primera derrota del Imperialismo Norteamericano en América, en esta gesta muchos compatriotas que hoy no están con nosotros como mi Tío abuelo militante de las nacientes milicias, de origen Dominicano, nacionalizado al triunfo de la revolución, al cual en aquel entonces el Capitán Gallego Fernández le dio la tarea de contabilizar a los prisioneros mercenarios y otros que todavía están con nosotros, marcaron y dejaron un legado de heroísmo que muy bien se pudiera llevar a pantallas del Cine, con el apoyo incluso de las entidades Estatales que tanto le deben a esta gesta y así hacer llegar esta historia a las nuevas generación como la mía que cuenta para muchas otras cosas y esta, con los medios de difusión.
Cuanta valentía, un ejercito incipiente con nada de experiencia, pero ahí lucharon. En la intervención de nuestro presidente en la Cumbra, decia que los que combatian en la mañana le daban clases de defensa a otros grupos por la tarde. Gloriosos heroes.
Cuantas anecdotas aún nos faltan por conocer. Que desverguenza para aquellos que fueron cambiados por compotas para nuestros niños y todavia hay algunos de ellos que vinieron en esta invasión que ladrán pero saben qué? desde fuera, ellos saben que si vuelven ahora no los cambiaremos oir nada, pagaran aqui dentro por lo que hagan. Viva mi Cuba linda y a todos aquellos que dieron sus vidas por esta Revolución y por todos aquellos que vivieron la victoria ganada a ese inmperio
Es muy importante, sobre todo para las nuevas generaciones de Cubanos, conocer los sacrificios, el sudor y la sangre derramada por nuestro pueblo, no solo para alcanzar la victoria de Giron, ese memorable 19 de abril, hoy nos enfrentamos a nuevos retos, con la decision de los presidentes de Cuba y EU de establecer un dialogo para el restablecimiento y posterior normalizacion de las relaciones entre ambos paises. Esta es una victoria que comenzó en Giron y se enriquecio a lo largo de estos 54 años, es una victoria a la resistencia del pueblo Cubano, a la solidaridad internacional y al prestigio alcanzado por Cuba en nuestro emisferio y en el mundo. Romero continua mostrandonos y en particular a la juventud, como se forjo la sociedad que hoy ostentamos, saludos,
De todas formas no es comprensible que un héroe de ese calibre no tenga las mejores condiciones de vida y otros muchos que nunca dispararon un chícharo en favor de la Patria ni en medio del fuego agresor, vivan como reyes y ni se acuerden que hay valientes como este tunero ejemplar.