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Presentarán libro de entrevistas acerca de cómo se hace televisión y radio en Cuba

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protagonistas-de-amores-contrariados1Protagonistas de amores contrariados, el poder de la seducción, es el título de nuestra colaboradora Paquita Armas Fonseca que el crítico e investigador Victor Fowler presentará en San Carlos de la Cabaña el 14 de febrero a las 12 meridiano en la sala José Antonio Portuondo.

Al otro día en el Pabellón J-7 del ICRT se realizará otra presentación a las dos de la tarde. Este volumen es uno de los ocho que la bisoña Editorial Envivo del ICRT pondrá a disposición de los lectores en la feria del libro.

Cubadebate adelanta para sus lectores el prólogo escrito por la realizadora Magda González Grau y la entrevista a Mariela López, una de las diecinueve que contiene el libro.

Prólogo

Conocí a Paquita hace más de veinte años. Acababa de ser nombrada directora de la revista El Caimán Barbudo, y aquel colectivo casi todo masculino la miraba con suspicacia, tratando de entender por qué la habían escogido. Muchos apostaban a que era un «comisario político» que venía a coartar la relativa libertad que se respiraba en los cuartos y pasillos de aquella casona del Vedado; otros subestimaban su capacidad profesional para dirigir a periodistas «que se las sabían todas y ya estaban de regreso».

Fui testigo de cómo Paquita, con paciencia sabia, con una mezcla inteligente de rigor y mela’o, domesticó a aquellas fieras y disciplinó a aquel grupo, sin necesidad de que abandonaran sus costumbres bohemias y su desordenado swing.

Los calibró, supo dónde estaban sus virtudes y sus defectos, y aprovechó, a unos y a otros, a favor de la calidad de una revista cultural que en esos tiempos no tenía rival.

Me viene todo esto a la mente cuando leo la serie de entrevistas que Paquita nos regala en este libro. Ya el año pasado la Editorial En Vivo había hecho un compendio de algunas entrevistas a personalidades de los medios –que Paquita había publicado en El Caimán Barbudo y La Jiribilla, pero sin duda esto es otra cosa. Sin los límites de cuartillas que impone una edición, Paquita se ha dado gusto en hacer lo que le da la gana, o mejor dicho, ha dejado hacer a sus entrevistados lo que les dio la gana; sin embargo, no hay que pensar que han estado libres. Como una pastora con su redil, ha ido encaminando a sus invitados adonde ella quiere, aguijoneándolos con preguntas diferentes en cada caso que nos revelan sus recuerdos, sus deseos, sus frustraciones…, en fin, sus almas.

La selección de los entrevistados tiene un solo aspecto en común: son personas que han trabajado o trabajan en los medios. La diversidad de sus profesiones: periodistas, guionistas, comentaristas deportivos, directores de ficción, de programas musicales y documentales nos ofrece una mirada abarcadora y al mismo tiempo específica del quehacer de estos protagonistas.

Paquita ha demostrado siempre una vocación por los medios. Sus artículos y críticas le han granjeado no pocos enemigos; pero su fidelidad a la idea de que en la radio y en la televisión, por su poder, se decide la pelea de conseguir a un pueblo más culto, la han mantenido siempre enterada, actualizada e interesada por lo que se hace cotidianamente en nuestros espacios.

Por eso, en la lista aparece Daniel Diez, documentalista que ha estado al frente de canales y vicepresidencias, quien nos habla de los tiempos en que se fundaron los espacios de reflexión para los creadores y de la «Comisión Nacional de Obstáculos», que trabaja intensamente para que estos no proliferen.

Aparece el guionista Freddy Domínguez, quien con su obra desprejuiciada abrió un camino a la tolerancia, aunque afirma que aún no se ha logrado la aceptación, y desafortunadamentese aleja temporalmente de las series televisivas, esperando tiempos mejores para la audacia.

La entrevista a la periodista Maribel Acosta se convierte en una enjundiosa ponencia sobre la comunicación y el adecuado manejo de la información. La de Luciano Castillo debiera titularse la fuerza de la vocación, por narrarnos cómo de técnico medio en economía se ha convertido en uno de los mejores críticos de cine del país, y en un conocedor y albacea del cine cubano de todos los tiempos.

Está Fabio Fernández, que desde su modestia ha dedicado sus mejores años a luchar por el buen uso de los resultados de las investigaciones en aras de lograr unos medios más participativos.

Desde estas páginas hablan directores como Alejandro Gil, Mariela López, Consuelo Ramírez y Jorge Alonso Padilla, que defienden la importancia de contar buenas y necesarias historias en una televisión que tiene limitaciones económicas para lograr una buena factura.

Cubierta Protagonistas de Amores Contrariados El Poder de la Seducción

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Habla Orlando Cruzata, quien no solo ha renovado estéticas y maneras de pensar en el videoclip cubano, sino que con su actitud desenfadada se ha convertido en un pensador indispensable para la televisión que queremos mañana.

En las entrevistas a Julita Osendi, Belkis Vega y Elena Palacios, encontraremos cómo cada una, desde su posición y su oficio, defienden la posibilidad de la participación de las mujeres en los medios.

Roly Peña, con su lenguaje apresurado y su experiencia como actor y director de teatro, nos alerta sobre problemas que debemos enfrentar urgentemente los que queremos unos medios mejores.

Jesús Cabrera y Eduardo Moya, representantes de una generación histórica de la televisión, nos hacen comparar qué tuvimos y qué tenemos, para bien o para mal.

También está Waldo Ramírez, un creador ahora en funciones de vicepresidente, quien se declara consciente de que a nuestra televisión le falta conceptualización.

Roberto Chile nos cuenta de su experiencia como camarógrafo, realizador y acompañante de una figura ya legendaria como Fidel.

Aparece el Guille, en su sempiterna batalla contra el populismo a favor de lo popular, argumentando una absoluta armonía entre la revolución cubana y sus adorados Beatles.

En fin, quien quiera conocer los medios un poquito mejor, aquí tiene un verdadero muestrario para estar de acuerdo o no con las más diversas, pero todas argumentadas opiniones. Para terminar, nuestro agradecimiento a Paquita y a los médicos que hace un año le hicieron un corazón nuevo, por no cansarse, por seguir siendo fiel a nosotros, los que nos levantamos cada día con la convicción de que una televisión y una radio mejores son posibles.

Entrevista a Mariela López

La televisión es pasión

Mariela sumida en la dirección

Mariela sumida en la dirección

Mariela López es un nombre imprescindible en cualquier antología televisiva. Desde muy joven, cuando estudiaba Derecho en la universidad, llegó a la televisión. Fue asistente de dos directores que han dejado sus marcas en la pequeña pantalla: Xiomara Blanco y Eduardo Moya. Su primera obra fue La sombrilla amarilla, que tuvo tres temporadas, como se suele decir actualmente, y un DVD con esa propuesta en 2005.

Ha dirigido además Parchís tocororo, una multimedia didáctica para prevenir los riesgos por desastres naturales, producida por Save the Children, y que tuvo a su cargo el guion y la dirección artística de La granjita, producida por CITMATEL.

Para el público adulto ha realizado, entre otras piezas, el cuento Bésame otra vez forastero, ¿loco?, de Guy de Maupassant, y Tonos de verde, una comedia original de Marié Rojas Tamayo. Sus obras han ganado varios premios: Caracol, de la UNEAC; en festivales de la televisión, y también internacionales como la Distinción a La sombrilla amarilla, de Ral Programa Latinoamericano, otorgado en Punta del Este, Uruguay, en marzo de 2001.

¿Cuándo, cómo y por qué llegaste a la televisión?

Fue en 1984. Estudiaba Derecho en la Facultad de Enseñanza Dirigida de la Universidad de La Habana. Me atraía la televisión por su poder de mover el pensamiento. Mi padre, Eduardo López Morales, conducía la Tanda del domingo. Le pedí que intercediera por mí. Quería conocer el medio. Me hicieron una entrevista y me aceptaron como asistente de programa en el dramático.

¿Siempre te fascinó el medio?

La televisión es pasión.

¿Recuerdas la primera obra que dirigiste?

La sombrilla amarilla, con guion original de Ivette Vian. La primera temporada tuvo una prefilmación de dos meses y medio. No se trataba de una excepción, pues era un proyecto viejo. Otros directores habían transitado en prefilmaciones que culminaron al dilatarse la aprobación del presupuesto durante tres años. Llegué cuando habían asignado el presupuesto y tenía que empezar a filmar en dos meses y medio, para estrenarlo en el verano de 1999.

La sombrilla amarilla contó con el apoyo incondicional de Tania Licea, jefa entonces de Redacción, y con un equipo que se entregó y apostó por divertir, entretener y educar al público infantil con un programa producido por la televisión cubana.

¿Qué te subyugó del guion de Ivette Vian?

Vi que podía realizar un espectáculo divertido y a la vez didáctico, con personajes muy bien diseñados. Ivette no subestimaba la inteligencia de los niños y creaba situaciones a las que les podía sacar partido. Por otra parte, tenía muchas ganas de dirigir. Sentí que era mi oportunidad.

En el I Festival de la Televisión prácticamente arrasaste con ese programa, y en el VI volviste a llevarte los máximos galardones con Mucho ruido. ¿Lo esperabas en ambos casos?

No trabajo pensando en los premios, ni siquiera los espero. Si los obtengo me da mucha alegría que la obra sea validada por un jurado. Lo disfruto el día de la premiación y al otro paso la página. Es como la Ronda, de Dora Alonso: y de nuevo volver a empezar...

¿Cómo llegaste al guion de Mucho ruido?

Cuando conocí que Maité y Ricardo Vila iban a escribir una serie para adolescentes, me interesó.
Utilizaste en ambas series a actores experimentados y a otros que empiezan. ¿Cómo conseguiste que fluyera la comunicación entre ellos?
Incentivé la retroalimentación de experiencias. La magia la hace el respeto por la profesión y por sí mismos: todos diferentes pero con una misma ética. Algunos sicólogos afirman que la adolescencia es la edad para crecer física y emocionalmente.

¿Se crecieron tus muchachos en las semanas de filmación?

Yo creo en la inteligencia y la sinceridad de los adolescentes. Son muy observadores, saben escuchar y son consecuentes. Muchas veces los adultos somos los que nos tenemos que empinar a su lado; pero sí, tuvieron la experiencia de conocer los sacrificios del oficio y maduraron durante el proceso. La serie fue la práctica de lo que habían estudiado en la Escuela Nacional de Arte (ENA). Aprendieron la importancia de la solidez del trabajo individual trabajando en equipo.

En series has trabajado con éxito para los públicos infantil y juvenil, aunque los adultos también se sumaron. ¿Te arriesgarías con una telenovela?

No creo que realizar una telenovela sea más arriesgado que trabajar seriados para niños y adolescentes; es un público muy agradecido, pero no hay medias tintas: si no te comunicas te apagan. Muchas veces, durante «La sombrilla amarilla», me preguntaron cuándo iba a hacer algo de más peso, más serio, y yo me pregunto: ¿hay algo más serio que lograr la atención de los niños?

¿Cuál es tu percepción de la televisión como expresión artística y comunicativa?

Es el instrumento más poderoso que tiene el estado para mover el pensamiento. Es salud mental para el pueblo en cuanto a entretenimiento y diversión, poder inigualable para educar, proponer criterios estéticos, pero no mediante programas educativos, sino con sus obras de ficción, que son las que plantean el problema y ofrecen los posibles caminos. Lograrlo es el premio.

¿Existe una continuidad y ruptura de la expresión artístico-estética en el producto dramatizado televisivo?

No entiendo bien la pregunta. ¿Por qué ruptura y continuidad? ¿Te refieres a los seriados, a la calidad de las obras? Lo que sí te puedo asegurar es que cuando hay ruptura no hay comunicación. Las preguntas serían para quién, para qué. Entonces, para quién, para qué. Es imprescindible conocer las características sicosociales del público destinatario; marca el proceso de identificación del público
con la obra y los personajes. Es la regla número 1. Para qué: ese es el mensaje de la obra. Las leyes de la comunicación establecen que el público no solo debe comprender el mensaje, sino los medios expresivos que se utilizaron para mostrarlo. Esto se logra cuando el realizador conoce a su público. A partir de ahí proyecta su tesis en su puesta en escena.

¿Se puede hacer arte en los dramatizados de televisión?

Ser o no ser... La respuesta es más vieja que la polémica. Siempre que haya un artista, habrá poesía.

¿Qué preceptos transmites a los estudiantes del taller que me comentaste en la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual?

En la realización de programas infantiles la complejidad está en la aparente sencillez y la frescura. El cómo es el resultado de la aplicación de los códigos del género y la coherencia de la puesta con relación al proyecto, demostrando la capacidad de
sus creadores de jugar en serio. Ese es el reto: bailar en casa del trompo.

¿Algo más?

Hagamos una televisión consecuente con nuestro proyecto social, la que nos acercará más al hombre del futuro, el que mecerá la cuna y nos dará de comer.

Se han publicado 3 comentarios



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  • lopito dijo:

    Como hacer radio y TV en cuba? Bueno, ..., manteniendo los costos bien bajos, exprimiendo el talento q abunda y ... lo mas importante, estar 100% de acuerdo con las lineas del partido y gobierno sin discrepar en lo absoluto.

  • FCOMIGUEL dijo:

    De no haber partido de Cuba, hubiera estado en ese libro, de la familia Armas la primera que conocí fue Irma en milnovesciento ochenta cuando me integré en el curso de corresponsales voluntarios de la UPEC, ella nos atendía,mantengo aún los diplomas de los niveles alcanzados y distinciones obtenidas firmados por Irma de Armas y Ernesto Vera el presidente. en aquel entonces Lázaro Barredo era Vice, E. Concepción también ocupaba otra secretaria. posteriormente conócí a Paquita, siempre dinámica, alegre, "dicharachera"...y despúes al resto de la familia. pues asistí a uno de sus hermanos y participé como cirujano en su intervención, eso estrechó más aún los lazos de amistad.
    Aunque en la historia de Cuba hubo médicos-periodistas, Ernesto Vera en una dedicatoria de uno de sus libros me señaló "...primer médico-periodista en la historia de la UPEC"
    y en el pleno de la UPEC en mil novesciento ochenta y seis, hice un juramento y lo sigo cumpliendo "seré médico y periodista hasta el último dia de mi vida"
    Paquita,mis saludos, te recuerdo o mejor dicho recuerdo a toda la famila Armas con cariño.

  • Paquita dijo:

    Amigo Francisco Miguel: Las piedras rodando se encuentran. Ni Irma ni yo te asociamos con el Francisco Miguel ese, para nosotros tu eres Barroso ¿Dónde estas metido? ¿Qué haces?
    Estamos bien, hacemos ejercicio en tu edificio y bueno mi hermano sigue en Holguín.
    Pero bueno cuéntanos de ti, un abrazo Paquita

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