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El deber del hombre virtuoso

Publicado en: Joyitas Martianas
En este artículo: Cuba, José Martí, Valores
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"El deber del hombre virtuoso no está sólo en el egoísmo de cultivar la virtud en sí, sino que falta a su deber el que descansa mientras la virtud no haya triunfado entre los hombres"

("Los cubanos de Jamaica en el Partido Revolucionario", Patria, 18 de junio de 1892)

1 DE FEBRERO

El primero de febrero de 1871 José Martí llega a Cádiz, al haber sido deportado de Cuba hacia España. Allí está varias semanas y después se traslada a Madrid.

En 1882 publica su Sección Constante en La Opinión Nacional de Caracas, en la que comenta la costumbre de algunas personas en París de escuchar por teléfono, desde sus palacios, las óperas y comedias en vez de visitar los teatros.

También hace referencia a las primeras defensas realizadas por abogados mujeres en los tribunales de Boston; de la vitalidad del demócrata norteamericano Samuel Tilden y de la emigración de los alemanes a Londres, donde viven ya no menos de cien mil adultos de esa nacionalidad. En 1889, aparece en La Nación de Buenos Aires, un trabajo suyo relacionado con la vida norteamericana. Comenta sobre los métodos empleados por las escuelas industriales.

En esta fecha de 1892, Martí remite una carta a Miguel Figueroa. Está enfermo en cama, y dicta la respuesta “porque apenas puedo escribir” pero le asegura “Yo me levantaré de ésta. De otra no sé.”

Desde Nueva York envía una carta al General Antonio Maceo el primero de febrero de 1893, a punto de partir hacia la Florida.

Y en 1894, recién llegado de Cayo Hueso, escribe un breve cable a Flor Crombet.

Le señala: “Flor querido: Un instante, veo que sale el vapor. Vengo hoy del Cayo, hoy en gran conflicto. ¿Cómo no me ha contestado? Espero ansioso. Su Martí”

 

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