Cubadebate

Foto: Netflix.

En enero de 1989 comenzó la publicación de una serie de historietas bajo el sello de DC Cómics y la autoría del prácticamente desconocido Neil Gaiman. Bajo el título “The Sandman”, la legendaria editorial buscaba dos objetivos con su lanzamiento: atraer a un público adulto amante del terror más gótico y fantástico, y revitalizar la figura del superhéroe surgido a finales de los años 30. Gaiman, antiguo periodista devenido escritor de historietas tras leer “La cosa del pantano”, venía con ideas frescas para el aire saturado de músculos en mallas. No solo transformó el personaje de gris justiciero a dios (o más bien, Eterno) vulnerable, sino además, dotó a las novelas gráficas de un lirismo hasta el momento poco explorado en esta manifestación.

La trama de los 75 números que vieron la luz durante siete años, gira alrededor de Morfeo, representación del dios de los sueños y su relación tanto con sus hermanos inmortales como con los humanos que amenazan su estabilidad pero constituyen el soporte del reino que ha creado. Debido a los múltiples cauces de su historia, los viajes oníricos-temporales, el estilo poético y la diversidad de sus personajes, por mucho tiempo el cómic se ganó con razón el calificativo de “inadaptable”. Hicieron falta 30 años para que el propio Gaiman junto a los reconocidos guionistas David S. Goyer (“Dark Knight”, “Constantine”, “Foundation”) y Allan Heinberg (“Wonder Woman”) se decidieran llevar el mundo de los sueños al de las cámaras.

Con el formato de diez capítulos que suele ser el habitual en las series de Netflix (más un onceno agregado con posterioridad), “The Sandman” se basa fundamentalmente en dos colecciones: “Preludios y nocturnos”, que contiene los primeros ocho números, y “La casa de muñecas”, con los ocho siguientes. En resumen, cuentan los sucesos en torno a la captura de Morfeo por Roderick Burgess, su prisión durante un siglo (en la historieta son solo 70 años), la liberación y luego la búsqueda de sus instrumentos de poder que le fueron arrebatados. Pero también aborda los encuentros del Señor de los Sueños con los otros seres inmortales y las consecuencias de su cautiverio para toda la humanidad.

Si algo se destaca en la novela de Gaiman es la diversidad de sus personajes, por lo que no fue realmente sorprendente encontrar una versión femenina de John Constantine en la serie. Fotograma.

Esta es otra de las distinciones de la obra de Gaiman, la increíble diversidad que le otorga a sus caracteres secundarios, haciéndolos tan fascinantes que varias veces se adueñan de tramas en las que no aparece el protagonista. Asesinos y víctimas, demonios, aliados y enemigos. “The Sandman” fue una de las primeras novelas gráficas publicadas por la DC Cómics en introducir un personaje no binario (Deseo), contener además innumerables referencias a figuras históricas y contar con apariciones de otros superhéroes pertenecientes a la misma editorial. Por suerte, la serie televisiva obvió esto último y se remitió solo a plasmar la riqueza del elenco. Así que, a diferencia de otras adaptaciones en que los cambios lucen forzados, aquí solamente se sigue el empeño del autor en representar la diferencia.

El reparto combina a actores muy jóvenes, con otros de cierto reconocimiento más los veteranos que prueban una vez más el valor de su experiencia. Jenna Coleman (Johanna Constantine), Boyd Holbrook (el Corintio), Joely Richardson (Ethel Cripps), Mason Alexander Park (Deseo), Charles Dance (Roderick Burgess) y Gwendoline Christie (Lucifer Morningstar) aciertan en sus interpretaciones, pero son David Thewliss (John Dee), Stephen Fry (Gilbert) y Kirby Howell-Baptiste (Muerte) quienes se roban cada segundo de pantalla. Patton Oswalt pone la voz del simpático cuervo Mathew, impregnando las pocas dosis de comicidad permisibles y a la vez como el guía para aquellos que no leyeron el cómic y necesiten conectar algunos puntos.

Tom Sturridge en el papel de Morfeo, fue quizás la mayor decepción debido a la imponente presencia de su homólogo en los comics. En la serie solo se remite a ser lo mejor posible en el caparazón antropomórfico del personaje.  Algunos argumentan que tanto empleo de CGI se podría haber destinado para contribuir mejor a la imagen etérea del protagonista. Pero es evidente que para los creadores era más importante priorizar los parlamentos y hacerlo parecer como un humano más, que resulta el objetivo final del largo camino que emprende para reencontrarse luego de su encierro.

Caracteres que a menudo filosofan sobre la vida y sus sueños, impresionantes efectos visuales, vestuario primorosamente elaborado, banda sonora que mezcla lo clásico con lo electrónico para adaptarse a los diferentes reinos, dirección de fotografía impecable, horror en contenidas pinceladas. Cada detalle de la serie se pensó para recrear lo más fiel posible el ambiente gótico y sombrío del cómic.

Desde la impecable dirección de fotografía hasta los elementos de terror en pequeñas dosis se unen para simular el ambiente gótico y sombrío del cómic.

Aparte de los aspectos agregados para modernizar el argumento, resulta impresionante cómo el objeto supremo de respetar la obra original llevó a capítulos donde prácticamente se repite diálogo por diálogo de la historieta. Tales son los casos de “Una esperanza en el infierno” o “El sonido de sus alas”. El esmero y la devoción para llevar “The Sandman” a la televisión suple con creces los anteriores intentos fallidos por recrear la obra de Gaiman (“American Gods”, “Good Omens”), con la excepción de “Coraline”.

Sin embargo, aunque los seguidores de la historieta estén satisfechos en su mayoría, otros no pueden evitar el argumento de que la extrema fidelidad conlleva la ausencia de riesgo e imaginación para crear nuevos contenidos, aspecto en que la novela gráfica fue pionera. Otro aspecto a relucir es que, aunque no sea necesario leerse el cómic para entender la serie, la diversidad de las historias dispuestas de modo aparentemente aleatorio, pueden confundir a más de un novato en el tema. No coincido con el parecer de que el personaje de Sueño quedó poco desarrollado con respecto a los demás. Ello nunca fue el objetivo de Gaiman. “The Sandman” se ha caracterizado como el relato sobre la gente común, sus aspiraciones, sueños y pesadillas.

En el momento en que comenzó a salir, la DC Cómics le había otorgado carta blanca a Gaiman para entregar algo totalmente diferente. Por ello, el protagonista de su obra resulta lo más lejano posible a un justiciero y no tiene grandes preocupaciones por la humanidad. A pesar de apartarse de toda la dinámica de superhéroes, la novela ganó más de 26 premios Eisner y dos veces el Bram Stoker por Mejor narrativa Ilustrada. De ahí el empeño descomunal de los creadores por emular el escrito original. Pero en el intento de ajustar los parlamentos poéticos y filosóficos a las exigencias de lo audiovisual, se pierde mucho en el camino.

Los escenarios grandilocuentes y efectos especiales a manos llenas sepultan el misterio, la recepción activa de conceptos y pensamientos. Y si la adaptación televisiva resulta una copia fiel pero con ciertas desventajas, sigo recomendando entonces a los que se acercan por primera vez que lean mejor el cómic.

La serie muestra una fidelidad impresionante con el cómic, como en el capítulo “El sonido de sus alas”.

No por gusto el capítulo cumbre a mi entender se llama “El sonido de sus alas”, donde prevalecen los diálogos y reflexiones sobre el significado de la vida y la muerte. Siempre he sido un solitario, pero aquí, en las costas nocturnas del sueño, la soledad me baña con sus olas, que besan y arrastran mi espíritu[1]. Así reflexiona Morfeo antes de entrar al infierno. Se autoanaliza y reflexiona sobre el propósito de su existencia, pero de sus pensamientos solo un puñado de arena llegará a la pantalla.

Aun así, el esfuerzo merece las palmas por intentar adaptar una de las mejores novelas gráficas de todos los tiempos. Si se obvian las esperadas tensiones narrativas, los facilismos argumentales y efectos visuales tan caros a cualquier superproducción, “The Sandman” podría ser la obra de Gaiman filmada en acción real más acabada hasta el momento. Cierto, también constituye la prueba de que todo sueño hecho realidad no significa que sea perfecto. Pero teniendo en cuenta la complejidad del original y la carga de las numerosas referencias conocidas, que van desde el cuento de E.T.A Hoffman hasta una canción de Metallica, puede ser que hayamos encontrado el oasis de este año en el desierto infinito en que suele convertirse Netflix.

[1] A hope in hell. The Sandman. Number 4. Abril 1989.

Ficha Técnica

🎬 Título: The Sandman
⭐️ Calificación: 7.0/10 (3500 votos)
📅 Año: 2022
⏳ Duración: 45 min.
🗺 País: Estados Unidos
👤 Dirección: Neil Gaiman (Creador), David S. Goyer (Creador), Allan Heinberg (Creador)
✍️ Guion: David S. Goyer, Allan Heinberg, Vanessa Benton, Neil Gaiman
🎵 Música: David Buckley
📷 Fotografía: Will Baldy, George Steel, Sam Heasman
👥 Reparto:Tom Sturridge, Gwendoline Christie, Sanjeev Bhaskar, Amid Chaudry, Charles Dance, Boyd Holbrook, Vivienne Acheampong, Kirby Howell-Baptiste, Mason Alexander Park, Donna Preston, Jenna Coleman, Niamh Walsh
🏢 Productora:Warner Bros. Television, Netflix, DC Comics, DC Entertainment, Phantom Four Films, The Blank Corporation. Distribuidora:Netflix
Género:Fantástico. Terror. Intriga. Drama | Cómic

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