Cubadebate

Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.

No es que se hayan enterado tarde los guajiros de Ciego de Ávila, es que una cosa son las medidas anunciadas en la Mesa Redonda, y otra, muy diferente, es sentarte al lado de los productores de tu municipio a repasar cada detalle.

El debate, obviamente, sale ganando. Por eso, si fuéramos a comparar ambos escenarios, habría que decir que tres horas de dudas y aclaraciones fueron este miércoles el mejor impacto inmediato de las disposiciones que buscan incentivar la producción en el campo y aterrizan ya en el surco.

Varios municipios avileños han recibido ya este seminario en el que, otra vez, la tarifa eléctrica —que ha tenido una rebaja de alrededor de un 28% desde que aumentó el precio del kilowatts/hora— ocupó el primer punto. Y, otra vez, los asociados de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) José Martí se mostraron preocupados por pérdidas que no pueden sortear al no disponer, por ejemplo, de bancos de transformadores.

Las pérdidas por transformación son altas, dijeron, y si bien la rebaja de la tarifa los pone en mejores condiciones, hoy están en la obligación de buscar el máximo de eficiencia.

Como ellos están todos los que hoy pagan esas pérdidas y se ven imposibilitados de adquirir los equipos eléctricos, al no ser comercializados en ninguna moneda y en ningún lugar del país.

Igualmente, el consumo del agua, con una rebaja significativa (pasó de 17,50 a 7,50 por cada 1 000 metros cúbicos), generó preocupación, pues en el municipio cabecera ( y en la provincia) existen poblados que “toman” el agua de la Agricultura y ahora encarecen el costo de los productos que se riegan en esa zona.

Asimismo, aparecieron ejemplos donde una turbina tiene asociados a varios propietarios o usufructuarios y, para colmo, no siempre de la misma base productiva; entonces el cobro del servicio se vuelve inexacto o injusto. Aun así el impacto de la medida evidencia una mejora indiscutible y los cálculos llevados por directivos de Aprovechamiento Hidráulico así lo demuestran.

La rebaja más llamativa, por ejemplo, corresponde a la hectárea de malanga. Antes, el gasto de agua representaba 482 pesos y descendió a 201. En la ganadería los costos también bajaron alrededor de un 42%. El cálculo llegó a detallar, incluso, el valor del agua que debe consumir una vaca al año: 26 pesos, un precio que no mereció objeciones.

Favorables fueron, además, las valoraciones de la Empresa de Seguros, la que extiende sus “bonificaciones” a otros cultivos y puede asegurar cosechas donde, a partir de la escasez de recursos, se estimen rendimientos que no sean los óptimos. Esto es un cambio en su política anterior, con la cual la empresa solo aseguraba cosechas cuando existían garantías de que podría obtenerse el rendimiento óptimo.

Otra de las medidas que deben dinamizar la situación financiera y agrícola del territorio es la que aprueba finalmente la extinción o fusión de entidades que en reiteradas ocasiones presentaban pérdidas y no mostraban un futuro de recuperación. En esa situación estaban 17 unidades de la provincia que ya fueron extinguidas o fusionadas.

Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.

Sobre las medidas que abarcan la comercialización de la leche y la carne, el debate se encaminó a las complejidades estadísticas que pudieran enfrentar ganaderos que deben cumplir una entrega directa de leche a las bodegas y acopiar el resto al Lácteo, debido a que esas cifras (en la bodega) se mueven, en función de la cantidad de niños y los planes del Lácteo son estáticos, de acuerdo con la cantidad de vacas en ordeño. Esto tiene sacando cuentas ajustadas a los ganaderos, que esperan poder cumplir para poder sacrificar, luego, sus reses.

También generó cierta preocupación el pago de la leche en los termos de enfriamiento, pues desde el Lácteo se hizo un llamado a acopiarla temprano, debido a que no está el mismo tiempo enfriando la que llega a las 5:00 de la mañana que la que se echa a las 9:00. Entonces, ni todos los litros de leche consumen la misma cantidad de kilowatts ni tienen luego la calidad óptima, acotó la representante de la empresa láctea en la cita.

No obstante, los directivos de la Agricultura y del Partido en el municipio cabecera coincidieron en que esas y otras peculiaridades allí expuestas deben resolverse en la base, pues el diseño de la política recoge los preceptos generales. Toca a los guajiros en su base aportar también soluciones.

“Donde no sea posible, trasmitiremos las dudas y el país escuchará y tomará en cuenta las opiniones, como ya hizo con estas medidas. Eso es señal de que se mueve, y ello nos compromete y genera expectativas”, sentenció al final del encuentro Julio Gómez Casanova, primer secretario del Partido en el municipio de Ciego de Ávila.

(Tomado de Invasor)