Imprimir
Inicio »Especiales, Salud  »

Las muertes de latinos por COVID-19 alcanzaron niveles “horrorosos”, un aumento del 1.000% desde noviembre en Los Ángeles

Por: Rong-Gong, Lin II, Luke Money
| 2 |

Iris Martínez, a la derecha, se encuentra junto a su amiga Grace Salgado ante el ataúd de su padre, Rafael Martínez, quien murió de COVID-19. Foto: Robert Gauthier Los Angeles Times

El número de muertes por COVID-19 entre los latinos de Los Ángeles está alcanzando niveles tan alarmantes que los principales funcionarios de salud del condado lo han calificado de “francamente horrorosos”, lo que ha provocado nuevos llamados para que el gobierno haga más para ayudar a los trabajadores esenciales y a las personas que viven en condiciones densas y superpobladas.

La enfermedad ha golpeado a los latinos de manera desproporcionada durante mucho tiempo. Los barrios pobres de este sector son altamente susceptibles a la propagación del coronavirus debido a la densidad de viviendas, las condiciones de hacinamiento y una mayor cantidad de trabajadores esenciales que no pueden laborar desde casa. Los funcionarios creen que las personas se enferman en el trabajo y después transmiten el virus a los miembros de la familia en su domicilio.

Cuando comenzó el último aumento en noviembre, la cantidad de residentes latinos en Los Ángeles que moría a diario por COVID-19, en promedio y durante un período de dos semanas, era de 3.5 por cada 100.000.

Los últimos datos muestran cómo esa cifra se ha disparado: 40 muertes por cada 100.000 residentes latinos.

“Eso es un aumento de más del 1.000%”, informó la directora de Salud Pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, esta semana. “Nuestra comunidad latina, de hecho, está soportando lo peor de la pandemia”.

La presidenta del Concejo Municipal de Los Ángeles, Nury Martínez, señaló que el gobierno debería brindar ayuda a las comunidades más afectadas de Los Ángeles, lo más rápido posible.

“Algunas de esas personas no tienen tiempo que perder. Puede significar la vida o la muerte para ellos”, indicó Martínez en una conferencia de prensa a principios de este mes, cuando el estadio de los Dodgers se convirtió en un centro de vacunación gigante. “Necesitamos asegurarnos de que nos dirigimos a las comunidades más afectadas. Se trata de crear acceso, particularmente en comunidades de color. Debemos generar este acercamiento en estos vecindarios”.

Martínez dijo que la inequidad ya no se puede ignorar. Llevar las vacunas a los trabajadores esenciales es primordial, ya que han estado arriesgando sus vidas para mantener a la sociedad en funcionamiento, señaló.

“Si no nos enfocamos en la equidad ahora, les diré quién va a recibir la vacuna: serán las personas que tendrán el lujo de quedarse en casa y enviar a sus hijos a escuelas privadas y módulos de aprendizaje en sus colonias”, comentó Martínez. “Y aquellos que no recibirán la vacuna serán las niñeras, las empleadas domésticas, las amas de llaves y los jardineros, las personas que llevan nuestros víveres, que preparan nuestra comida todos los días, que entregan nuestro correo y limpian nuestras calles”.

Esta semana, la supervisora de Los Ángeles, Holly Mitchell, expresó su preocupación por la reapertura de los restaurantes para comer al aire libre el viernes, incluso cuando los trabajadores de estos locales menores de 65 años aún no son elegibles para las vacunas.

“Tenemos que descubrir cómo proteger a aquellos que realmente están en mayor riesgo”, comentó Mitchell.

La tasa de mortalidad por COVID-19 también ha aumentado drásticamente para los residentes negros. La cifra a principios de noviembre se disparó de 1 muerte diaria por cada 100.000 a más de 15 decesos diarios por cada 100.000 residentes negros para el 6 de enero. Y los datos más recientes muestran que la cifra es ahora de 20 defunciones diarias, en promedio, por 100.000.

Los fallecimientos también han aumentado “dramáticamente” entre los residentes asiáticos, señaló Ferrer. La tasa aumentó de 1 a 12 muertes diarias por cada 100.000 estadounidenses de origen asiático entre principios de noviembre y el 6 de enero; los datos más recientes muestran que ahora hay 17 decesos por cada 100.000.

Las tasas de mortalidad diaria de los residentes blancos habían aumentado de 1, a principios de noviembre, a 10 por cada 100.000 al 6 de enero; ahora son 14 muertes dentro de la misma métrica, en promedio.

Entre todos los grupos, la tasa de mortalidad por COVID-19 para los residentes latinos en Los Ángeles es casi el triple que la de los habitantes blancos.

“Si bien cada raza y grupo étnico en el condado ha visto un aumento horrendo en las tasas de mortalidad, la brecha entre las experiencias de aquellos en nuestra comunidad latina y todas las demás es francamente aterradora”, señaló Ferrer.

La tasa de mortalidad por COVID-19 para los residentes latinos de Los Ángeles es casi el triple que la de los residentes blancos. Fuente: Los Angeles County Department of Public Health

Los habitantes latinos y negros de California, y las personas sin un grado académico más allá que el de preparatoria, sufrieron uno de los mayores aumentos de muertes durante la pandemia, según un análisis de investigadores de UC San Francisco.

Los condados de California con una mayor proporción de hogares hacinados y con bajos salarios se han visto más afectados por la pandemia, según un estudio del Centro Comunitario y Laboral de UC Merced. Y los trabajadores latinos tienen la tasa más alta de empleo en trabajos esenciales de primera línea, donde existe un mayor riesgo de exposición al coronavirus, según el Centro Laboral de UC Berkeley.

Por ejemplo, el 55% de los latinos labora en esos empleos, así como el 48% de los residentes negros, en comparación con el 35% de los habitantes blancos.

El último aumento también ha causado una tasa mucho más alta de muertes por COVID-19 entre los residentes de los vecindarios más pobres de Los Ángeles, en comparación con los que viven en colonias pudientes.

A principios de noviembre, la tasa de mortalidad por COVID-19 entre todos los grupos de ingresos era bastante uniforme: alrededor de 2 a 3 muertes por cada 100.000 habitantes, informó Ferrer. Si bien el número de decesos entre las personas de los barrios más ricos ascendió a 15 muertes por cada 100.000 residentes, el impacto fue tres veces peor entre los individuos más pobres: 48 muertes por cada 100.000 habitantes.

La tasa de mortalidad diaria promedio entre los residentes de los vecindarios más pobres de Los Ángeles es tres veces más alta que la de las áreas más ricas.Fuente: Los Angeles County Department of Public Health

Los funcionarios electos de Los Ángeles, donde aproximadamente el 75% de los residentes no son blancos, expresan cada vez más su profunda preocupación por las disparidades, y exigen más acciones para brindar una mayor ayuda a las comunidades vulnerables, cuyos miembros están muriendo de manera desproporcionada.

Eso incluye mejorar el acceso a las vacunas en las áreas más afectadas y trabajar para establecer una mayor confianza en las comunidades que son asimétricamente renuentes a recibir las vacunas, explican los funcionarios.

En medio de las preocupaciones de que hay una tasa significativamente más baja de vacunas COVID-19 para los trabajadores de la salud que viven en el sur de Los Ángeles, hogar de grandes poblaciones de residentes negros y latinos, las autoridades del condado organizaron la apertura de seis sitios de vacunación allí, incluido el centro ambulatorio en Martin Luther King Jr. Community Hospital, St. John’s Well Child & Family Center y tres farmacias Rite Aid.

Las poblaciones que actualmente tienen acceso a las vacunas incluyen trabajadores de la salud, residentes de hogares de ancianos y otras instalaciones de atención a largo plazo, así como adultos mayores de 65 años. El siguiente grupo que tendrá acceso a las dosis serán aquellos que trabajan en la educación y el cuidado infantil; alimentación y agricultura, que incluye a los empleados de restaurantes; y seguridad pública. Pero no está claro cuándo esas personas realmente tendrán acceso al antígeno.

La escasez de vacunas sigue siendo un gran problema en todo el país.

Más de 2 millones de los arriba de 10 millones de residentes de Los Ángeles son elegibles para ser inoculados. Pero dado que cada persona que recibe la vacuna Pfizer o Moderna necesita dos dosis, el condado no ha recibido suficientes para vacunarlos completamente.

Según los datos de la reunión de la Junta de Supervisores del martes, Los Ángeles había recibido alrededor de 685.000 dosis hasta el 12 de enero, aproximadamente el 77% de las cuales se habían administrado. La semana siguiente llegaron 168.575 adicionales, que se están distribuyendo esta semana.

El concejal de la ciudad de Los Ángeles, Marqueece Harris-Dawson, que representa al sur de la ciudad, expresó su preocupación por la estrategia inicial del gobierno de enviar las vacunas a sitios grandes como el Foro en Inglewood. Dijo que quienes habitan en su circunscripción “no van a ningún lugar con grandes multitudes de personas”, y también criticó la composición demográfica de los que están en el Foro, por no ser representativa de la comunidad.

Ferrer expresó que estaba de acuerdo en que es importante enviar las vacunas a proveedores de atención médica más pequeños con una reputación confiable en las comunidades. “Es mucho más fácil acudir a alguien en quien confías”, señaló.

El miércoles planteó que las próximas dos semanas probablemente seguirán siendo inestables, pero esperaba que los envíos de vacunas fueran más predecibles en el futuro cercano.

También en el horizonte está la posible aprobación de un tercer antígeno, fabricado por Johnson & Johnson, que requiere solo una dosis y es menos costosa de producir.

“Una vez que comencemos a recibir la tercera vacuna aquí, eso automáticamente aumentará el suministro”, señaló Ferrer.

(Tomado de Los Angeles Times)

Se han publicado 2 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • VICTOR KOZASKI dijo:

    YO VIVO EN LOS ANGELES Y ES DURO BASADO EN LAS CIRCUMSTANCIAS QUE ESTAMOS VIVIENDO , Y MAS QUE AQUI VIVEN EN LAS CALLES MAS DE 200.000 DURMIENDO DEFECANDO AGARANDO DROGAS ILICITAS Y ES VISIBLE CUANDO UNO PASA POR LOS LADOS Y ESO DEPRIME ELLOS NI SIQUIEREA TIENEN TURNO PARA RECIBIR SU INMUNISACION PORQUE NO EXISTEN EN NINGUN LADO , NO HAY DIRECION NO HAY CORREO , ES DOLORIDO VER ESO DIA A DIA , Y NO SE ENCUENTRA SOLUCION , SI LOS POLTIQUEROS SE SUBEN ENCIMA CON PROMESAS Y NO PASAN DE AYI , ESA ES MI TIERRA QUE TAMBIEN LA QUIERO , QUIERO QUE TODOS ESTEN SALUDABLE , PERO ES UN SUENO GRACIAS

  • Que Horrible dijo:

    Realidades de Estados Unidos y en particular lo que sucede en California y sus ciudades mas importantes como Los Angeles y San Francisco.
    Esos son bastiones de los democratas que ofrecen mucho pero que son muy ineficientes en las administraciones aunque muy duchos en recoger los votos para ser electos. Ahi tiene al gobernador del estado en una crisis que seguramente lograra sortear con ayuda de la prensa y de otros politicos pero las realidades de lo que alli ocurre son realmente un escandalo y una verguenza. Todos los agnos se incendian miles de hectareas de bosques que no son atendidos como se requiere y siguen culpando al cambio climatico. Las drogas y los ciudadanos sin hogar son lo mas caracteristico de lugares en todo el estado y San Francisco como gran perdedor.

Se han publicado 2 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Rong-Gong, Lin II, Luke Money

Reporteros de Los Angeles Times

Vea también