Cubadebate

La solidaridad de los médicos cubanos demuestra que han sido preparados para tener como residencia un país y convertirse en ciudadanos de todo el mundo. Foto: Tribuna de La Habana.

En medio de la situación epidemiológica que enfrentamos, cada mañana el parte del director del Centro Nacional de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública, destacaba el incremento de los casos en uno de los municipios habaneros de mayor concentración urbana de la capital de Cuba: Diez de Octubre. Específicamente en la barriada de Lawton, la detección de varios casos llevó a realizar mayores esfuerzos para erradicar un foco de COVID-19.

La labor de la joven doctora Yusbey López Rivero, residente de tercer año de Medicina General Integral (MGI) resultó un factor clave para los vecinos pertenecientes al consultorio número 17, del policlínico de Lawton en ese territorio, donde se respira una mayor tranquilidad después de eliminar la amenaza de propagación del virus con el apoyo de las autoridades locales y todos los factores de la comunidad.

“Fue un trabajo complejo. Inicialmente no acataban mucho las orientaciones acerca de usar el nasobuco, mantener la frecuencia del lavado de las manos, realizar la desinfección podálica no solo en los centros de trabajo, sino también en las casas. Sin embargo, desde el principio ha sido impactante cómo los niños han sido los principales partícipes de estas acciones de requerimiento de conductas higiénico-sanitarias en la familia, lo cual demuestra la efectividad de los mensajes ofrecidos a través de los medios de prensa y nuestra presencia en el pesquisaje casa por casa”, asegura.

Doctora Yusbey López Rivero, residente de tercer año de Medicina General Integral (MGI) Foto: Cortesía de la entrevistada

“En el caso de los adolescentes, teniendo en cuenta el comportamiento socio-psicológico de este grupo etario, debimos ser más consistentes en el tratamiento de prevención y atención. Logramos la concientización de estos jóvenes y convertirlos en aliados y de apoyo al trabajo de nuestra área de Salud, en la entrega de alimentos y de la distribución de productos normados a las familias de mayor riesgo que lo requieren.

“Considero gratificante el desempeño de los médico cubanos no solo para que las personas lo agradezcan. Nuestra presencia en el barrio demuestra la continuidad de un proyecto de nuestro líder indiscutible, el Comandante en Jefe Fidel quien fomentó las bases para la creación de los consultorios médicos, precisamente en Lawton. Esta historia también nos pertenece. Vengo de Sagua de Tánamo, provincia de Holguín. A mis 27 años puedo sentirme orgullosa de lo que representa insertarnos en la comunidad como parte imprescindible. Es difícil explicar el trabajo médico de la familia, como parte del sistema de Salud, en pocas palabras.

“Por supuesto, me gustaría desarrollar algunos trabajos científicos acerca del comportamiento de esta enfermedad, de la cual apenas se conoce, en la comunidad y su relación con el trabajo preventivo de campo. Debo aprovechar el apoyo de mi madre Aixa Riverón Batista, la principal colaboradora para que pueda dedicarme a tiempo completo en esta labor. Agradezco la confianza de mis vecinos para concretar pequeños los detalles que marcan grandes diferencias en este enfrentamiento a la COVID-19 y colaboran en el pesquisaje; incluso cuando debí hacerlo en horas de la noche, cuando la situación de nuestra área estuvo amenazada directamente. También el apoyo de la dirección municipal de salud, los colegas de otras especialidades, los pacientes y la familia”.

La solidaridad de los médicos cubanos demuestra que han sido preparados para tener como residencia un país y convertirse en ciudadanos de todo el mundo. Foto: Tribuna de La Habana.

(Tomado de Tribuna de La Habana)