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Bienvenida al Papa Chico

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papa-franciscoQuerido papa Francisco, el pueblo brasileño le espera de brazos y corazón abiertos. Gracias a su elección el papado adquiere ahora un rostro más alegre.

Usted inyectó en todos nosotros renovadas esperanzas en la Iglesia Católica al adoptar actitudes más próximas al Evangelio de Jesús que las rúbricas monárquicas predominantes en el Vaticano: al ser elegido regresó personalmente al hotel de tres estrellas donde se había hospedado en Roma, para pagar la cuenta; en el Vaticano ha decidido vivir en la Casa Santa Marta, alojamiento para huéspedes, y no en la residencia pontificia, que es casi un palacio de príncipes; almuerza en el comedor de los funcionarios y no quiere un lugar determinado, variando cada día de mesa y de compañía; mandó detener al sacerdote director del Banco del Vaticano, envuelto en una operación dudosa de 20 millones de euros.

En Lampedusa, a donde llegan los emigrantes africanos que sobreviven a la travesía marítima (en la que ya han muerto más de veinte mil personas) y buscan mejores condiciones de vida en Europa, usted criticó la “globalización de la indiferencia” y a quienes, en el anonimato, mueven los índices económicos y financieros, condenando a multitudes al desempleo y a la miseria.

Un Brasil diferente le espera. Como si Dios, para realzar más la Jornada Mundial de la Juventud, hubiese movilizado a nuestros jóvenes que, en las últimas semanas, inundan nuestras calles, expresando sueños y reivindicaciones. Sobre todo la esperanza en un Brasil y en un mundo mejores.

Es cierto que nuestras autoridades eclesiásticas y civiles no han tenido el cuidado de dejarlo más tiempo con los jóvenes. Según la programación oficial usted va a tener más encuentros con quienes nos gobiernan o dirigen la Iglesia en el Brasil que con aquellos que son el objetivo y los protagonistas de esa jornada.

En cuanto nuestro pueblo vive un momento de democracia directa en las calles, los organizadores de su visita cuidan de retenerlo en palacios y salones. Así como sus discursos sufren ahora modificaciones en Roma para estar más afinados con el clamor de la juventud brasileña, sería estupendo que usted altere acá el programa que le han preparado y dedique más tiempo al diálogo con los jóvenes.

No tiene sentido, por ejemplo, que usted bendiga, en la alcaldía de Rio, las banderas de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos. Son eventos deportivos por encima de toda diversidad religiosa, cultural, étnica, nacional y política. ¿Por qué el jefe de la Iglesia Católica debe hacer el gesto simbólico de bendecir banderas de dos eventos que no tienen nada de religioso, aunque contengan valores evangélicos para zanjar divergencias entre naciones y promover la paz? Quizás sea el único momento en que los atletas de Corea del Norte y de los EE.UU. podrán confraternizar. ¿Cómo nos sentiríamos si las banderas fueran bendecidas por un rabino o una autoridad religiosa musulmana?

En los pronunciamientos que hará en el Brasil debiera dejar claro a qué vino. Al ser elegido y proclamado, declaró a la multitud reunida en la plaza de San Pedro de Roma que los cardenales fueron a buscar un pontífice “al fin del mundo”. Qué bueno sería que su pontificado representara también el inicio de un nuevo tiempo para la Iglesia Católica, libre del moralismo, del clericalismo, de la desconfianza ante la posmodernidad. Una Iglesia que ponga fin al celibato obligatorio, a la prohibición del uso de preservativos, a la exclusión de la mujer del acceso al sacerdocio.

Una Iglesia que reincorpore a los sacerdotes casados al ministerio sacerdotal, que dialogue sin arrogancia con las diferentes tradiciones religiosas, que se abra a los avances de la ciencia, que asuma el papel profético de, en nombre de Jesús, denunciar las causas de la miseria, de las desigualdades sociales, de los flujos migratorios, de la devastación de la naturaleza.

Los jóvenes esperan de la Iglesia que sea una comunidad alegre, despojada, sin lujos ni ostentaciones, capaz de reflejar la cara del joven de Nazaret, y en la cual el amor encuentre siempre su morada.

Bienvenido al Brasil, Papa Chico. Si los argentinos se enorgullecen merecidamente de tener un paisano como sucesor de Pedro, sepa que aquí todos nos contentamos sabiendo que ¡Dios es brasileño!

Se han publicado 12 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Francisco Rivero dijo:

    Me permito decir que en Brasil a los que llevan el nombre de Francisco, se le dice cariñosamente : " Chico "

    Un saludo cordial

  • Leonardo Barreras Capote dijo:

    Excelente trabajo. Ojalá lo lean todos los seres de nuestro planeta y, en particular el padre Francisco.

  • leana dijo:

    No soy católica, pero he estudiado las religiones y tengo enorme admiración hacia el papa Francisco, lo considero un verdadero portavoz del mensaje que Jesús dió al mundo. Ojalá viva muchos años y mantenga esa integridad que le ha hecho ganar simpatías hasta een esta no creyente. Hacia Frei Betto mi siempre admiración.

  • nureya dijo:

    Muy humano. !Ojalá el Papa lo leyera! bien por Frey Betto, siempre justo y brillante en sus ideas.

  • Marianela Curbelo Ramírez dijo:

    No tenía idea de la humildad del nuevo Papa, ojalá y sus acciones sean sinceras. La fe religiosa muchas veces ha logrado sobreponer la humanidad sobre causas erradas e injustas, pero la iglesia católica, como institución (no como pueblo de Dios) ha perdido mucha credibilidad a lo largo de su historia. Tal vez el Papa Chico logre devolverle parte de ese prestigio siendo más consecuente con el legado de Jesús.

  • roberto dijo:

    Ojalá hubieran más personas como Frei betto....todo lo que implique sociedad sería distinto..debieran circularlo en la sección sindical..este escrito no sólo aplicaría al Papa..cuantos debieran interiorizar el mensaje???..pienso que muchos..

  • jesus dijo:

    y donde deja frei betto el apoyo del papa a la dictadura militar , y su colaboracion con las desapariciones?

  • steve dijo:

    Buen escrito de Frei Betto, y muy buenas las intenciones del Papa desde que asumio su pontificado

  • Lucía dijo:

    Sin dudas en el pasado del Papa hay puntos oscuros para lxs argentinxs que vivimos la dictadura y el genocidio. No obstante el mensaje de Frei Betto propone transformaciones interesantes, muy interesantes, y a pesar de que no soy creyente, creo que si se implementan estas transformaciones, viviremos en un mundo más justo.

  • laura beatriz pola dijo:

    Esta todo bien,, son merecedoras también de ser comentadas las palabras Hebe de Bonafini- Madre de Plaza de Mayo,, en una carta dirigida al Papa Francisco. Que no se debe ir en contra de la pobreza sino encontra de la riqueza..

  • Mikelus dijo:

    Si dejaran hacer su Pontificado al Papa Francisco como lo viene haciendo hasta el momento por su concepcion de la Iglesia y de Jesus de Nazaret, veríamos los resultados en un tiempo. Ningún proceso se termina en poco tiempo, yo al menos confio en él.

  • Ridel dijo:

    SOLO AGREGAR que Pedro en el los hechos no teniendo nada ante un paralitico que estaba a la entrada del templo de dijo: NO TENGO ORO NI PLATA, PERO DE LO QUE TENGO TE DOY LEVANTATE Y ANDA y al momento recibio sanidad.

    Espero que un dia el pontifice pueda decir lo mismo y no tenga miedo de andar por las calles libre de toda forma de seguridad y que su sombra sane los enfermos como lo hacia Pablo.

    Fransico es un hombre de visión pero le falta la unsión y esa no se la va ha dar Maria, solo Jesús. Pues de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno y el que convence de pecado y de justicia es el Espiritu Santo y no la palabra humana.

Se han publicado 12 comentarios



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Frei Betto

Frei Betto

Carlos Alberto Libânio Christo. Conocido como Frei Betto. Fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 60 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso. En dos acasiones- en 1985 y en el 2005- fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. Asesor de movimientos sociales, de las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años. Es el autor del libro "Fidel y la Religión".

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