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De Becerra a Ecuador… ¡sufre, Arredondo!

En este artículo: Camagüey, Campesinos, Cuba, Ecuador, Juventud
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Por María Antonieta Colunga

Yoel Pérez Cutiño, segundo delegado directo de Cuba al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

Yoel Pérez Cutiño, segundo delegado directo de Cuba al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

¿Qué van a saber en Ecuador dónde está Becerra? … creo que ni siquiera el camagüeyano promedio puede acertar con su dedo en un mapa local si le preguntan.

Yo me imagino en ese Festival a alguien mentando a Yoel, tan Pérez Cutiño y tan guajirito, “from Becerra, Cuba” y cuando más los de habla hispana figurándose un lugar que les suene a vacas.

Son las cosas increíbles de este país, las que ayudan a sostener la fe: un humilde operador de combinada cañera de modelo KTP2 M, vecino de un batey sureño perdido a 600 kilómetros de La Habana y con acaso algo más de 400 habitantes, es el segundo cubano elegido para representar a la islita en la cita mundial de los jóvenes y estudiantes.

Su suerte se decidió por voto directo de los trabajadores de la santacruceña Cooperativa de Producción Agropecuaria Horacio Cobiellas, gente que se conoce entre sí por lo importante: por el esfuerzo y la honra, y que en una mayoría numérica arrolladora apostó por el muchacho chiquitico que salió a recoger su diploma secándose las lágrimas.

Mientras dos grandotes lo cargaban en peso, yo me atreví a dudar en su rostro duro los menos de 35 años que dicen que hay que tener para ser joven; pero la vida del campo es así como su rostro, y Yoel ya lleva quince de sus 33 cortando caña para este país.

El anuncio y los festejos fueron en el círculo social de la comunidad, adornado con sui géneris serpentinas trenzadas de racimos de coco, plátano y yucas. Allí estaba Becerra en pleno dando brincos de alegría y coreándole y aplaudiendo y el revuelo fue mayúsculo también porque por primera vez en 20 años trajeron al caserío 30 tinas de helado industrial para la fiesta, y cerveza de la Tínima esa chiquitica que es la bomba, y “Arlequín” y “Florecita y Cebollita” y todo ese cuento.

El pueblo estaba de fiesta de verdad, no pa’ las fotos. Será porque de repente la gente de ese monte ve a uno de los suyos más nuevos bendecido con un viaje noble, que no es de ir a buscar los pulóveres y los vestidos del trapicheo y la necesidad, sino de conocer y disfrutar, como premio al sudor decoroso del trabajo honrado. Pasa poco, compadre, pero pasa…

En diciembre Yoel viajará fuera de Cuba por primera vez. Él, que nació en Macuto 2- otra comunidad tan borrosa como Becerra-, podrá volar a Quito y contar a otros de su edad cómo es la vida de un joven campesino cubano; cómo en los días de zafra se levanta a las cuatro de la madrugada y se pega a cortar y alzar cañas hasta a veces las nueve o diez de la noche, con la fe de que, si se esfuerza mucho, ese año pueda llegar a ser millonario.

Y le explicará a los amigos que conozca que ser millonario en los campos de Cuba no significa tener un millón de pesos en un banco. Significa, como ha sido tres veces su caso, haber cortado un millón de toneladas de caña en una zafra y haberlas entregado a la economía nacional. Como el areté de los griegos, algo así.

Esas historias contará Yoel, y las de sus campeonatos como pítcher en la liga intermunicipal de pelota donde está Becerra en el lugar segundo, y las de la cicatriz de patada de mula en la cabeza de Yoandry, el mayor de sus dos hijos, y las de cómo se las ingenian en su pueblo para seguir siendo, acaparando millones con máquinas que se inventaron en una extinta Unión Soviética  hace ya rato.

O puede que no cuente tanto, porque Yoel es más bien un tipo de pocas palabras. Pero por mí está bien, que vaya y vea y regrese- que por suerte los guajiros tienen esa manía honesta de siempre regresar a su matica de tilo-, que se tire muchas fotos y le traiga algo bien lindo a su Yarisbel y a sus niños, y que por esta vez haga turismo político uno que de verdad se lo merece.

¡Ah!, y lo del título es por César Arredondo, el locutor de Radio Rebelde y de la Televisión Cubana, que era también de este caserío remoto de Haití y cuando triunfó en el éter capitalino terminó publicando un libro con las peripecias de cómo fue a dar “De Becerra a La Rampa”. Yoel parece que lo tumbó del podio.

Se han publicado 6 comentarios



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  • Hendris Manuel dijo:

    Elegante, profesional y divertida forma de escribir este artículo por parte de María Antonieta Colunga. Un escrito que lleva de todo un poco, muy bueno por cierto, honrando a quién lo merece y enseñándonos a la vez lugares de Cuba que uno jamás se imaginaría que existen... felicidades a Yoel Pérez Cutiño, este joven es un digno ejemplo a seguir.

  • Damian dijo:

    Muy buen trabajo, de los que enaltecen la vida misma y no a futiles incandescencias, de los que necesitamos mas en nuestro periodismo, pues la vida, a pesar de sus dificultades cotidianas siempre será por naturaleza un hecho bello, y eso hay que reflejarlo. Lo aplaudo, y felicito a la periodista.

  • El Gallo dijo:

    Felicidades a la periodista por este original trabajo y muy especiales para este guajiro cubano que merece por mucho representar a la juventud cubana y a los trabajos que pasa un cubano de a pie y de dentro del monte, ejemplo a seguir por los compatriotas, estoy seguro no solo que regresará con muchas historias para contar a los suyos, sino que continuará con la díficil tarea que enfrenta día a día por salir adelante con esa modestia que caracteriza a los campesinos cubanos y comprometido con su pueblo, como tambien espero que sea bien remunerado por su trabajo al que no pocos huyen y otros no tienen salud para enfrentarlo, de lo contrario las experiencias le valdran para ver una realidad distinta a la que tiene adelante y felicidades muchacho, eres un campeón olimpico en tu disciplina.

  • Martin Wallace dijo:

    Conozco a Becerra y a Macareño (central Haiti), alli estan enterrados mis abuelos. Mi mama me contaba que de niña, todos los domingos en las tardes, esperaba un carrito que siempre pasaba vendiendo helado de todos los sabores foraneos y de frutas muy cubanas. Me da un poco de tristeza saber que es la primera vez en 20 años que llevan helado industrial. Me alegra mucho que se reconozca y premie el trabajo del Becerreño Yoel.

  • Walquiria dijo:

    Quede atrapada leyendo desde la primera linea, desde el titulo hasta el final, felicidades a la periodista y a este millonario guajiro cubano, que disfrute su estancia en Ecuador, que no se canse de repetir soy cubano, soy cubano.

  • Josefa Margarita Padrón Bravo dijo:

    Bello artículo, hermosa forma de contar una historia real, emocionante la corta vida laboral de este joven, de los que pertenecen a ese grupo que luchan porque nuestro país se desarrolle. ¡Felicidades Periodista!, ¡Felicidades campesino!. Disfruta tu viaje, conocerás a muchas personas de otras latitudes y aerá una experiencia maravillosa para toda tu vida.

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