Cubadebate

Cada noticia relacionada con la recuperación y el mejoramiento de la actividad turística en nuestro país me proporciona una inmensa alegría. Ahora leo lo relacionado con el primer vuelo de la aerolínea World2Fly a Varadero procedente de Lisboa con más de 300 pasajeros y regresan a mi los aires de esperanzas de que el turismo muy pronto volverá a ser el motor impulsor de nuestra economía, sin embargo de vez en cuando tropiezo con evidencias que se encargan de minimizar esas mismas esperanzas.
Tuve la posibilidad de estar en Varadero entre el 26 y 30 de mayo de este año 2023 y pude comprobar que hay cosas que no andan tan bien como quisiéramos y que nada tienen que ver con el bloqueo norteamericano. Cada mañana me iba a tomar un baño de mar en el tramo de playa ubicado muy cerca del Hotel "Los Delfines". Era verdaderamente lastimoso poder observar los niveles de suciedad generados en lo fundamental por los desechos sólidos abandonados en la playa (latas de bebidas alcohólicas y refrescantes, envases plásticos, desechos de alimentos, etc) sin que nadie se ocupara de recogerlos. Me dediqué a recoger estos desechos en los alrededores del lugar que ocupamos cada día para que el disfrute familiar fuera más efectivo. Al siguiente día podía comprobar que el montón de desechos que había hecho, permanecía imperturbable y se adicionaban otros nuevos, dispersos por la arena. Pero no sólo era la gestión nula de limpieza de la playa, se sumaban las malas condiciones de las comunicaciones; el desabastecimiento de las tiendas en MLC; las serías dificultades con los alimentos en los hoteles (azúcar, sal, leche, etc.). Esto último lo pude conocer allí correspondiéndose con lo expuesto en la reunión de balance de los resultados de trabajo del MINTUR, celebrada recientemente.
Estas son las "pequeñas" evidencias que contrarrestan el verdor de mis esperanzas.