G20 impulsará reformas para fijar impuestos a grandes compañías tecnológicas
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de las economías del Grupo de los 20 emitieron el domingo una declaración conjunta en la ciudad japonesa de Fukuoka después de una reunión de dos días sobre comercio y economía digital. Foto: Xinhua.
Los ministros de Finanzas del Grupo de los 20 (G20), que agrupa a las mayores economías del mundo, se comprometieron este domingo en Fukuoka a promover reformas fiscales para imponer una tasa digital a las grandes compañías tecnológicas, con la intención de cerrar un documento final en 2020.
Dijeron además estar listos para actuar y enfrentar los riesgos de una baja de la economía mundial por los conflictos comerciales que se han “intensificado”, en especial entre Estados Unidos y China, informó la agencia japonesa Kyodo.
“Acogemos con beneplácito el progreso reciente en abordar los desafíos fiscales que surgen de la digitalización, y respaldamos el ambicioso programa de trabajo” para este fin, dijeron las autoridades de finanzas en una declaración conjunta, con miras a tener “una solución de consenso con un informe final para 2020”.
El documento respaldó las propuestas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para un nuevo sistema fiscal que grave “de manera apropiada” las enormes ganancias de las firmas citadas, así como de Apple y Amazon.
“No es tan simple”, reconoció sin embargo el ministro de Finanzas de Japón, Taro Aso, quien presidió la reunión, quien admitió que “no puedo decir qué tan lejos podríamos llegar (para encontrar puntos en común). Pero de todos modos comenzamos a movernos”.
Las normas tributarias actuales se basan más en el lugar donde se ubican las oficinas permanentes y las fábricas de las empresas, que en el lugar donde realizan sus ventas, lo que dificulta fiscalizar sus operaciones, indicó el reporte.
Sobre la economía global, los ministros advirtieron que “el crecimiento sigue siendo bajo y los riesgos se mantienen a la baja”, aunque confiaron en las proyecciones de una recuperación moderada en la segunda mitad del año.
“Lo más importante es que las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado”, reconoció el comunicado, y agregó que las naciones del G20 están listas para tomar medidas y enfrentar los nuevos riesgos.
La reunión ministerial de Finanzas de Fukuoka y la cita paralela de Comercio en Tsukuba tuvieron lugar en un momento de incertidumbre en las perspectivas para la economía mundial, sobre todo por la escalada de medidas arancelarias entre Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo en un comunicado tras la reunión que la “principal amenaza” a la economía mundial son las continuas tensiones comerciales, y llamó a resolverlas, “incluida la eliminación de los aranceles existentes y evitar los nuevos”.
“Debemos continuar trabajando para la modernización del sistema de comercio internacional”, dijo Lagarde en el comunicado.
Kyodo apuntó que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, sostuvo conversaciones con Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China, al margen de la reunión de Fukuoka, en las que según escribió el primero en Twitter, “tuvieron una discusión franca sobre temas comerciales”.
El nuevo Mac Pro de Apple, presentado hace unos días. Foto: AFP.
(Con información de Notimex)
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La reunión de los ministros de finanzas del G -20, que está integrado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, a los cuales se suma una representación adicional por la Unión Europea, fue sui generis. Tras 30 horas de debate en lo que un responsable describió como una "tensa" atmósfera, el G20 dio a conocer un comunicado final en el que reconoce que "el crecimiento permanece bajo y los riesgos de empeorar permanecen" para la economía global.
"Más importante, las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado", dijo el G20 en un texto al que tuvo acceso la AFP, agregando que permanecía "listo para tomar nuevas acciones" en caso de ser necesario. En una suerte de acuerdo impulsado por Washington, el comunicado evitó ciertas referencias presentes en primeras versiones que hablaban de "una necesidad apremiante de resolver las tensiones comerciales", porque resultaba evidente que el responsable de tales tensiones son las políticas arancelarias, seudo – proteccionistas del propio Washington.
El texto resume dos días de discusiones en Fukuoka, en el oeste de Japón, en los que también se debatió sobre la controvertida cuestión del impuesto a los gigantes de internet como Google o Amazon, como bien explica la noticia que comentamos.
"Redoblaremos nuestros esfuerzos para una solución consensuada con un informe final para 2020", afirmó el G20, que buscará modificar el sistema impositivo internacional para corregir el vacío legal existente con esos monstruos que facturan miles de millones de dólares y son criticados por sus prácticas de optimización fiscal.
Sin embargo, más allá de este "consenso", las diferencias entre Estados Unidos y sus socios volvieron a quedar de manifiesto y de una forma mucho mas grave e intensa, en esta reunión.
Francia y el Reino Unido insisten con actuar a nivel global con este tipo de impuesto, y ya lo han introducido a nivel nacional mientras que la administración del presidente estadounidense Donald Trump tiene otra opinión.
"Debo decir que Estados Unidos tiene preocupaciones importantes" sobre estos impuestos, afirmó el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, dando "crédito" de todos modos a esos países porque "crearon la urgencia de tratar la cuestión". "Aunque no me gustan, aprecio el ímpetu por estas cuestiones", señaló.
Más que los impuestos a los gigantes de internet, la preocupación de los ministros y banqueros reunidos en Fukuoka estuvo centrada en las guerras comerciales en marcha, entre Estados Unidos con China por un lado y México por otro. Todos esos países son miembros del G-20
La reunión estuvo centrada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), los aranceles impuestos por Washington y Pekín, incluyendo los que están en vigor desde el año pasado, podrían reducir el PIB mundial en 0,5% en 2020.
(Continuará)
(Continúa)
Antes de la reunión del G20, la directora general FMI, Christine Lagarde hizo de este tema la "prioridad absoluta", pidiendo a los países miembros que mantengan una política monetaria que apoye la actividad económica. "La principal amenaza" para la economía mundial "viene de las persistentes tensiones comerciales", declaró este domingo Lagarde al final del encuentro, hablando de "tímidas señales de estabilización" en una "ruta" que "sigue siendo precaria". Es muy raro ver un abierto, excluyente conflicto entre las posiciones del FMI y de los Estados Unidos en materias financiera, en este caso arancelaria. Esto demuestra la gravedad de tales improvisaciones agresivas del gobierno de Trump, y el fin del control casi absoluto de los Estados Unidos sobre el G-20 y sobre el mundo en general.
Frente a esta advertencia sobre el impacto de la guerra comercial en la economía global, el gobierno de Trump, “representando” a Estados Unidos cree en cambio que, si su ofensiva contra China termina en un acuerdo, sería positivo para todo el mundo.
"Sí, hay una ralentización en Europa, en China y en otras partes. Pero no pienso para nada que esta ralentización observada en varias regiones del mundo sea una consecuencia de las tensiones comerciales", dijo Mnuchin el sábado 8 de junio a los periodistas, de una manera muy criptica y difícil del entender. .
Y si Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, consiguen llegar a un acuerdo en el G20 previsto a finales de junio en Osaka, "será muy positivo para el crecimiento económico, para nosotros, para China, para Europa, para el resto del mundo".
El ministro japonés Taro Aso, quien presidió la reunión, advirtió por su parte sobre una "erosión de la confianza de los mercados si la incertidumbre persiste" en las negociaciones entre las dos potencias mundiales.
Su homólogo francés, Bruno Le Maire, fue más lejos todavía: "el riesgo de ver esta ralentización económica mundial transformarse en crisis económica mundial debido a las tensiones comerciales, es un riesgo real y cada uno tiene que sopesarlo", declaró a la AFP. Continuó expresando que: "Una guerra comercial tendrá sobre nuestra economía, nuestra vida cotidiana, nuestros empleos un impacto directo negativo que nosotros queremos evitar absolutamente”.
Los principales bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ), están en alerta, dispuestos a actuar si es necesario, incluso si sus márgenes de maniobra son limitados, después de haber desplegado grandes medios desde la crisis financiera de hace una década. Pero poco pueden hacer si estalla un conflicto arancelario entre participantes mayores de la economía mundial, como los Estados Unidos, China y en menor medida Mexico y otros países. Potenciales crisis se avizoran entre los Estados Unidos e India, Rusia, Turquía y Arabia Saudita (con el acuerdo armamentístico siendo retado por el Congreso), e incluso otros países no miembros del G -2-
En el centro del problema está la política del gobierno de Trump de usar la política arancelaria de forma arbitraria como un arma de imposición extraterritorial (como es evidente en el caso del Bloqueo contra Cuba) de su política a otros estados. Lo que no va a funcionar, punto.