Cubadebate

Por: Yordanis Rodríguez Laurencio.

Entre los restos de reminiscencias de la cultura aymará, descubrimos el área donde nació una antigua civilización, la tiwanakota. Este sitio venerado, irradia cultura, paz y espiritualidad donde se funden la ciencia, el saber y lo cosmológico.

Según testimonios de la época, nadie ha podido descifrar hasta el momento las inscripciones labradas en megalitos que aquí se representan. Los sabios orientaron los templos astrológicamente. Asombra a todos la precisión de cada espacio. El hombre cortó y tallo la piedra en lejanas canteras, para luego ser transportada a la gran urbe del altiplano.

Misterios aun por descubrir de la gran civilización en el América del Sur, se encuentran en estas ruinas, ubicadas en las cercanías del pueblo moderno del mismo nombre, situado a pocas distancias de las orillas del Titicaca, el navegable más alto del mundo.

El Lago Titicaca. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Según historiadores de la capital boliviana, esta es la cultura más longeva de la región. Desde 1580 antes de Cristo, se calculan unos 27 siglos y medios al 1172 después de C. Fue Tiwanaku una capital prehispánica que comprendió la costa Litoral de Chile y el occidente de toda Bolivia.

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

El origen del significado del término es motivo de controversias y discusiones. Esta ciudad sagrada para los dioses se ha convertido en uno de los parajes imprescindibles dentro del amplio abanico de propuestas culturales e históricas que la Paz le ofrece a los miles de peregrinos y visitantes extranjeros, que cada año llegan hasta el sitio.

Es indudable que los restos que más inspiran y atraen a los convidados son la Puerta del Sol y los Monolitos Bennett y Ponce, pero la visita de todo el complejo demuestra la gran cantidad de material, sobre todo lítico y cerámico, que hay para ser admirado.

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Sus construcciones con muros son una muestran del altísimo nivel arquitectónico y artístico. Los artistas de Tiwanaku trabajaron la piedra de manera inigualable. Destacan las grandes estatuas esculpidas en columnas que representan personajes de pie en actitud hierática.

La cosmovisión la podemos encontrar además en los felinos con alas, serpientes con cabezas felinas, animales con atributos humanos y viceversa. En todo el mundo se conoce de la Puerta del Sol, debido el alto grado de exactitud alcanzado por esta cultura. La simbología y el arte se representan de manera especial en los bajos relieves y decorados. Su peso se aproxima a las 10 toneladas y no fue labrado como una pieza aislada como se aprecia hoy en día, sino conformaba un elemento arquitectónico de una edificación que pudo ubicarse con el tiempo mediante las excavaciones.

A 70 km de la ciudad de la Paz, ostenta altitud de 3485 metros sobre el nivel del mar. En nuestro recorrido, una descendiente nos explicaba que parte de la ciudad está bajo las aguas del Titicaca y el resto en tierra. La historia envuelve el suceso en un gran misterio que asombra a todos.

Según estudios hace unos catorce o quince mil años, la región quedó abandonada a raíz de un cataclismo. Se dice ello destruyó esa civilización. Posteriormente la literatura recoge que fue víctima, durante cientos de años, "de innumerables depredaciones ocasionadas por buscadores de tesoros, cazadores de amuletos y metales preciosos.

Los que le conocen, no imaginan como un lugar tan desolado, atesora una construcción inexplicable. Para algunos investigadores, después de profundizar estos misterios, han llegado a las siguientes conclusiones... Es esta una enigmática y asombrosa ciudad.

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio

Las ruinas de Tiwanaku. FOTO: Yordanis Rodríguez Laurencio