Cubadebate

Luego de presentarse por primera vez en algunas regiones de Argentina como las provincias de Tucumán, Mendoza y Neuquén, el músico cubano Eliades Ochoa y su clásico grupo Patria (devenido de cuarteto en un formato de ocho músicos) llegaron al emblemático Teatro Ópera, en la Ciudad de Buenos Aires, para dar su último show en su tercera visita a este país.

Hace varios días los principales medios gráficos, de televisión, radio y digitales, publicaron entrevistas con el mítico santiaguero, una de las figuras del Buena Vista Social Club.

De este modo la revista de música Rolling Stone títuló: "Llega el Johnny Cash cubano", en alusión "al cantautor estadounidense que demostró que el country era tan rebelde como el rock and roll".

Por su parte, el diario Página/12 publicó que "lo de Ochoa y compañía fue realmente intenso por estas tierras, con shows diarios en diferentes provincias. Él dice que es así siempre, y que es así, además, como le gusta. "¡Sí, señora!", sonríe al comienzo del diálogo con Página/12, imponiendo con una frase tan corta, en un instante, todo el acento cubano, y a la vez la geografía, y la música de la isla. "Así es esto que nos gusta tanto: terminamos por la noche, dormimos un rato, cogemos el avión temprano, y ya aparecemos en otro lugar. Ya estamos acostumbrados y, ¿quiere que le diga? No me gusta descansar mucho cuando estamos trabajando. Eso de hacer un concierto hoy y esperar dos o tres días al próximo... No, no es para mí. ¡Lo mío es la música, señora, la mú-si-ca!".

El último show, el de la capital, el robusto guajiro apareció en escena con su vestimenta de siempre: guayabera negra, su sombrero y una amplia sonrisa. Luego de las buenas noches y de agradecer a los presentes arrancó con par de sones y fue dando cátedra de auténtica música cubana regalando guarachas, boleros, guajiras, un changüí y, para seguir en el Caribe, hasta un merengue. Un repertorio que armó con temas de su último disco titulado Afrocubismo, sus grandes éxitos como Píntate los labios María y Estoy como nunca. Por supuesto que no faltaron los antológicos El cuarto de Tula, El Chan Chan (donde hizo un homenaje a Compay Segundo) y Candela, "hitazos" que lo consagraron con el proyecto Buena Vista Social Club.

Fue precisamente con El cuarto de Tula que, como dice esa canción, se prendió la candela y la temperatura del concierto llegó a su punto clímax. Y es que, aunque El Coliseo es un tradicional y antiguo teatro, que no está diseñado para el público bailador, buena parte de los presentes no se aguantaron las ganas e invadieron los pasillos y no pararon hasta subir al escenario. Así, como nunca y a pesar de sus 65 años a cuestas, se despidió de Argentina Eliades Ochoa.