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Trump y la estrategia del caos

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Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto AFP.

En Estados Unidos, el proceso de elecciones presidenciales, se desarrolla en un contexto sin precedentes en la historia de esa nación. El pueblo estadounidense participará en unos comicios marcados por los efectos devastadores de la pandemia, las implicaciones del racismo sistémico y la crisis económica más severa desde la Gran Depresión, que según The New York Times se evidencia en los siguientes indicadores: caída récord del PIB en 9,5 por ciento en los últimos tres meses, 30 millones de personas han solicitado ayuda por estar desempleados y el gasto del consumidor ha decrecido en 10,1 por ciento.

A este complejo panorama se añade la obsesión de un presidente por reelegirse que ha llegado al extremo de quebrar las normas básicas que imperan en ese país sobre lo “políticamente correcto” y parecería que en este empeño no tiene límites visibles. A partir de esas circunstancias objetivas, Donald Trump y su equipo de campaña hace un tiempo concluyeron que no tenían posibilidades de ganar las elecciones en noviembre. Por lo tanto, decidieron que la única opción realista para imponerse sería el despliegue de una estrategia que desconociera y atacara los fundamentos del sistema electoral.

El plan está centrado en cuatro pilares fundamentales: desestimular y obstaculizar la participación de votantes que favorecen o se inclinan por el candidato demócrata; sabotear el funcionamiento del servicio postal; impedir que se creen las condiciones logísticas necesarias en los centros de votación y presionar directamente a las autoridades electorales a nivel local.

Esta concepción parte de la premisa de que ese país no está preparado para enfrentar las exigencias y desafíos que ha impuesto la COVID -19 a los comicios presidenciales. Las recientes elecciones primarias fueron una clara muestra de la gravedad de esta situación. Entre los principales problemas sobresalieron: retraso en la llegada de las boletas enviadas por correo, demora excesiva en el conteo de los votos, cierre masivo de centros de votación, requerimientos innecesarios para votar, largas colas, colapso de sitios webs electorales y votantes que no sabían dónde ejercer el sufragio. Esto provocó que en algunos condados de estados decisivos como Wisconsin y Pennsylvania los resultados tardaran diez días en conocerse.

Esta realidad es un adelanto en pequeña escala de lo que podría ocurrir el 3 de noviembre. Todo esto fue posible debido a los serios problemas estructurales, organizativos y funcionales de un sistema electoral estadounidense que está al borde del colapso. Cuando apenas faltan dos meses para el primer martes de noviembre, lo más peligroso es que no existe la posibilidad real de revertir esta situación. Trump y su equipo interpretan que estas vulnerabilidades constituyen oportunidades únicas para lograr sus propósitos. Por lo tanto, no basta con que las condiciones objetivas del país favorezcan a Joe Biden debido a que los republicanos tienen la capacidad de incidir en tres aspectos que resultan estratégicos: la decisión de votar o no, el ejercicio propiamente del voto y en su conteo.

Con relación al desestímulo de los votantes, las acciones están enfocadas en crear un ambiente de falta de confianza y credibilidad en el proceso electoral. Su principal exponente es Trump, quien durante un evento en Wisconsin enfatizó: “la única manera en que nosotros perdemos estas elecciones es si son manipuladas”. Contemplar el fraude como una posibilidad real e inevitable, constituye el eje central de esta campaña de desinformación que no solo promueve la confusión y el caos, sino que tiene como objetivo final preparar psicológicamente al pueblo estadounidense para que parezca natural que Trump se autoproclame ganador ante supuestas irregularidades electorales.

Según una encuesta realizada entre el 9 y 12 de agosto por Wall Street Journal y NBC News, el 45 por ciento de los votantes registrados no confían en que los resultados de las elecciones sean exactos y el 51 por ciento considera que el voto por correo no será contado adecuadamente. El ambiente de desconfianza y la percepción de fraude ya está presente en el electorado estadounidense, tendencia que debe profundizarse a medida que se acerque el 3 de noviembre.

Las maniobras para obstaculizar la participación en las urnas están estrechamente vinculadas a impedir que el Servicio Postal de Estados Unidos pueda garantizar la entrega de las boletas y su posterior distribución en los lugares habilitados para el conteo de los votos. En estos momentos, esa institución federal está en una situación crítica al no tener la infraestructura necesaria para manejar adecuadamente y en los tiempos requeridos un flujo estimado en decenas de millones de boletas. Por esa razón, los demócratas están presionando para aprobar un fondo de emergencia de 25 mil millones de dólares para que esa agencia pueda funcionar.

Por su parte, Trump hace apenas tres meses designó al frente del correo postal a Louis DeJoy, quien es su aliado incondicional y ha donado para sus campañas políticas más de 2 millones de dólares. Su objetivo al frente de esa institución es obstaculizar su funcionamiento para contribuir a que ocurran las siguientes situaciones: que a los votantes por correo no le lleguen sus boletas o en el mejor de los casos que arriben atrasadas, que no sean recogidas una vez ejercido el voto y que no se envíen a los centros de votación dentro de los plazos de tiempo establecidos, lo que impediría que sean contadas.

Esto podría suceder con cientos de miles de boletas de potenciales votantes demócratas y en las circunstancias actuales, los republicanos tienen la capacidad real de incidir en este proceso. De acuerdo a la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, hay 33 estados que exigen que las boletas deben ser recibidas por las autoridades electorales el día antes de las elecciones. Paralelamente, el Comité Nacional Republicano y grupos conservadores han gastado millones de dólares en la presentación de litigios en al menos 17 estados para limitar la expansión del voto por correo que es considerado por el candidato republicano como su principal desafío.

Sobre las condiciones logísticas en los centros de votación, las acciones están dirigidas a obstaculizar que estas instalaciones desarrollen su trabajo con celeridad, lo que tendría un impacto significativo en su capacidad para el procesamiento y conteo de las boletas. En estos momentos, se requieren principalmente máquinas de alta velocidad para el escaneo y contratar gran cantidad de personal debido a que, según el Centro para la Integridad Pública, más de la mitad de los que laboran habitualmente en estos lugares son personas vulnerables al COVID-19 por ser mayores de 61 años. Si estas problemáticas no tienen solución antes de noviembre, es altamente probable que varios estados se demoren días en divulgar los resultados, lo que es funcional a los intereses de Trump como parte de la promoción del caos.

Sobre las acciones de intimidación y presión a las autoridades electorales locales, la campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano están trabajando intensamente en 15 estados para reclutar alrededor de 50 000 voluntarios que serían entrenados para desempeñarse como “observadores electorales”. En la práctica, estas personas incidirán directamente en los centros de votación y su entorno más cercano para asegurarse que en estos lugares se haga un “control más estricto de los votantes”, fundamentalmente negros, latinos y jóvenes. En determinados estados decisivos que se ganan por un estrecho margen, no es descartable que este tipo de tácticas intimidatorias sean determinantes. Debe recordarse que en las elecciones del 2000, en la Florida, la diferencia fue de 537 votos y hubo que esperar más de un mes para conocer el resultado final.

En cualquier caso, la estrategia de Trump contribuirá a que en estas elecciones sea más difícil votar, sea más complicado el escrutinio y probablemente el resultado oficial pueda tardar varios días. A partir de estos elementos, puede asegurarse que en términos prácticos está en curso un proceso de “secuestro” de las elecciones presidenciales y estamos en presencia de un candidato que ya se proclama vencedor sin todavía haberse contado ningún voto. Nunca esa nación ha enfrentado una situación de esta naturaleza. Por ello, no hay claridad sobre las eventuales implicaciones para Estados Unidos y el mundo de lo que algunos han llamado como un posible “Chernóbil electoral”. Tal vez por estas razones, Bernie Sanders en su reciente intervención en la Convención Nacional Demócrata dijo: “esta elección es la más importante en la historia moderna de este país”.

(Tomado de Progreso Semanal)

Se han publicado 18 comentarios



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  • sachiel dijo:

    Ese caos nos va a alcanzar a todos, por igual...

  • Rafael dijo:

    Trump, con diferente metodos y objetivos diferentes, le ha aplicado la misma receta al pueblo de los EEUU que le aplico a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba: La Estrategia de Caos. Aun esta por ver los resultados en su propio pueblo.

  • Don Pedro dijo:

    Es impresionante notar que a pesar de todo, un gran porcierto de su base electoral continúa apoyándolo, y peor aún que Biden no aprenda de los errores de Hillary y esté siguiendo el mismo camino al fracaso

  • Nyleme dijo:

    Así es como han estado trabajando durante los últimos años los republicanos y el pueblo estadounidense manipulable a la máxima expresión
    No se cual es su significado de cultura y de informormacion.

  • Reto dijo:

    El show se aproxima...

  • Cubano dijo:

    Un fraude monumental en el país de la "democracia" .. el pueblo norteamericano tiene que raccionar y sacar a ese fascista de la Casa Balnca de cualquier manera de lo contrario veremos una dictadura en los próximos cuatro años

  • Ride dijo:

    Trump ha sido un tramposo fracasado pero como es una persona mala que no lo quiere ni su familia, tiene tanta maldad que da terror volver a verlo como presidente de los EEUU sería muy terrible para la humanidad incluyendo el pueblo de los EEUU , los demócratas tendrán que prepararse muy bien pues trump vendrá con todo así tenga que matar a su propia familia para volver a ser el presidente de los Estados Unidos

  • AlejandroJCG dijo:

    Decadencia del imperio USA. La "familia" Trump y sus gangsters haran todo por el poder infinito en ese pais.

  • Elier garcia dijo:

    Es ciertamente preocupante la incertidumbre que todavía existe en torno a las elecciones de noviembre. Por más increíble que parezca las elecciones están aún con pronóstico reservado. El mundo requiere la no reelección de Trump. Desalentador para el sería tener que lidiar 4 años más con el actual presidente. Pido a todas las personas de bien de los Estados Unidos a votar por Biden

  • J dijo:

    Es increíble como se puede manipular una sociedad que debido a sus aires de grandeza no es capaz de reconocer errores fatales.
    No es ni será la primera votación que de una forma u otra resultará o se tratará de sabotear. Aunque puede que el pesar si sea grande pues estamos ante el Hitler del siglo XXI con posiblemente 4 años de mandatos más y ojalá que no sean 8 porque ya ha hecho varias amenazas que dan a temer lo peor

  • Juan Gabriel Fong dijo:

    Es realmente duro decirlo, pero definitivamente los cubanos vamos a tener que prepararnos para 4 años más con Donald Trump al mando de la casa blanca!!!

  • osmanydesdeijv dijo:

    Ojala..el h...de p... No salga...pero los americanos y sus dirigentes caben en su gran mayoría en la misma parte de la balansa y es que como parásitos que son le chupan la energía vital al planeta para mantener su consumismo ...y aunque parezca raro , trump toca la musica que le gusta a ellos. Ese pueblo americano tan gentil no esta dispuesto a perder el derecho que tienen los pichones del aguila imperial a la hora de alimentarse

  • violeta.chaviano dijo:

    La ESTRATEGIA de Trump es auproclamarse en su SEGUNDO mandato , un PRESIDENTE que carece de todo, bien INEFICIENTE en sus 4 años de mandato , lo primero no se ha interesado para nada en la PANDEMIA en su PAIS, lo segundo no ha enfrentado con eficiencia la entrada del huracán LAURA, y los negros mandados a matar que van a su cuenta

  • violeta.chaviano dijo:

    Trump quiere imponerle al PUEBLO AMERICANO ser REELECTO , lo considero un PRESIDENTE TOTALMENTE INEFICIENTE al extremo que ha hecho caso omiso a la PANDEMIA por COVID. , el número de CONTAGIOS al bote y que decir del NUMERO de FALLECIDOS MUCHAS GRACIAS

  • Antonio Díaz Medina dijo:

    Trump es el lider de una ¨revolución¨ de un sector nacionalista del capital norteamericano, aquel que ha sido el más afectado por la globalización y el neoliberalismo. Su agenda es nacionalista a ultransa, y en ello predomina rescatar las producciones y mercdos que EE.UU. perdió al perder la competencia en el sector 2 de la economía, la manufactura ante Asia y Europa, léase China y Alemania, con alguna contribución de Japón y Korea del Sur.
    Esa agenda beneficia, al menos en las intenciones, a grandes sectores de la clase obrera norteamericana, la que perdió Detroit, ahora ciudad desolada, casi todo el medio este y oeste del pais.
    A estos sectores les importa muy poco la falta de ética, las mentiras y trampas de Trump. Saben que toda la política alli está corrompida hasta lo más profundo y nada de lo que se diga, por más verdad que sea, les va a hacer cambiar, entre otras cosas porque la mayoría ni se toma el trabajo de escucharlas, mucho menos prestarles atención.
    Hay un esfuerzo tremendo del capital transnacional, financiero y bursatil de sacar a Trump, le cortaron buena parte del apoyo y tienen a todo su sistema de información y propaganda, la gran prensa y la pequeña moderna, en función de ello, pero parece que no les va a lacanzar.
    Esto es lo que los tiene preocupados, las reglas del juego se las han cambiado y eso si es inadmisible, más alla de perder estas elecciones, hablo de perderlas no el Partido Demócrata, sino el gran capital que esta apostando por sacar a Trump por lo que les afectó en su cruzada antiglobalización y por salvar las reglas del ¨juego democrático¨ estadounidense.
    El gran capital está en la contradicción de ver con buenos ojos la cruzada contra China, por razones ideológicas, pero estar en contra por razones capitalistas, de dinero. La gran paradoja del mundo hoy, lo he repetido hasta el cansancio, es que la mayor potencia capitalista mundial, EE.UU. está contra las cuerdas económicamente hablando, por la mayor economía socialista que haya existido jamás, China.
    No se si Trump siga o no de Presidente, no uso el termino ¨elegido¨ porque lo considero inapropiado. Pero la encrucijada es, más que interesante, transformadora, estan en juego todas las reglas del juego capitalista en el principal país capitalista hoy.

  • Antonio Díaz Medina dijo:

    El Partido Demócrata perdió la posibilidad de ser ¨revolucionario¨ al sacrificar a su único político con apoyo popular, ganas y garras para hacerlo, Bernie Sanders. Este es el único que entiende de que se tratan estas elecciones y cuyos seguidores podría contrarrestar toda esta ofensiva republicana para manipular las elecciones a su favor.
    Pero el P.D. también está cogido entre dos intereses contrapuestos, el del gran capital neoliberal globalizador y la izquierda de ese país. No hay partido de izquierda en el cuadrilátero político norteamericano. Hay que seguir esperando, pero parece que no mucho si Trump sigue de presidente. La situación verdaderamente revolucionaria se nutrirá copiosamente de la agudización de las contradicciones que este hecho provocará en EE.UU. y en todo el mundo.

  • Jose R Oro dijo:

    Excelente definicion de lo que esta pasando en los Estados Unidos!

  • Benito dijo:

    Mr.""Adolfo"" Trump está dispuesto a todo para reelegirse y seguir en su afán de dominar al mundo y servir así a los poderosos super ricos ( cómo él). Tensar las relaciones internacionales hasta el borde de la guerra, conducir y apoyar el derribamiento de gobiernos progresistas en cualquier parte del planeta, más en América Latina, encumbrar a los racistas, culpar a los pobres por su pobreza, a los desempleados por que no les gusta trabajar o no saben trabajar, acusar sin pruebas a otros de crímenes que él ha cometido y comete,y.......mucho más que prolongaría mucho esta nota.
    C.Malaparte decía: los pueblos tienen el Gobierno que merecen. No estoy de acuerdo con ello para nada pero, valdría la pena, que todo el pueblo estaunidense lo supiera y tuviese en cuenta

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Rafael González Morales

periodista de Progreso Semanal

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