Cubadebate

Caterine Ibargüen volvió a ganar el triple salto en una final de la Liga del Diamante. Foto: Sitio del Weltklasse Zúrich.

Caterine Ibargüen es la reina del triple salto mundial. Hace varios años ya que se encaramó en la cima del mundo y poco a poco ha ido esculpiendo una carrera de éxito, donde pululan los títulos, a todos los niveles.

Es campeona olímpica y mundial, reina a nivel panamericano y centroamericano, dueña de varios diamantes, matizados con una extensa racha de imbatibilidad. Por todos estos méritos y luego de un año 2018 que clasifica entre los mejores de su carrera, la antioqueña se llevó con sobrado merecimiento: el Premio a la Mejor atleta del año de la IAAF, coronando así, una carrera deportiva que ya es legendaria, aunque todavía le queden algunas otras historias que contar.

A Caterine la encontré en La Habana, y tuve el honor de conversar con ella, luego de haber disfrutado, en primera fila, de su esforzada jornada de trabajo bajo la mirada certera de su entrenador Ubaldo Duany.

¿Qué tal si repasamos el pasado año? Cómo recuerdas ese 2018 en el que firmaste una temporada de ensueño.

El año 2018 es un año lleno de éxito. Un año muy bien planificado. Un año en el que tenía muchos sueños que se consiguieron y han servido para darme mucha más confianza para lo que viene, porque 2019 es un año con muchos compromisos, con un campeonato del mundo que va a ser la antesala de unos Juegos Olímpicos.

El año se planificó y se realizó tal cual, lo que hizo que consiguiéramos sensaciones maravillosas que me han llevado a catalogar el 2018 como uno de los mejores años de mi carrera, tanto a nivel competitivo como a nivel personal. Estoy, entonces, muy feliz con mi pasada temporada.

Seleccionada Mejor Atleta de la IAAF, y envuelta en una historia singular para llegar a la Gala pues tu equipaje no viajó de Bogotá a Mónaco, sino que se fue a Cali… ¿Qué pasó por tu mente en el momento que anuncian tu victoria, cuando recibes el premio?

Mira de verdad que todo en la vida te enseña. Al conocer que la maleta se había quedado en Colombia, yo que soy muy creyente en Dios le preguntaba por qué me ponía a prueba de esa manera, porque solo estaba experimentando dificultades en un día que se suponía tenía que estar entre los más felices de mi vida. Pero me sobrepuse, y traté de gozar el momento.

La verdad es que somos pocos los atletas que tenemos la posibilidad de haber sido nombrados como los mejores del año, es una bendición que tuve considerando que tenemos tantos compañeros de excelencia en este deporte. Para mí fue un privilegio, una confirmación de que estoy en el lugar preciso porque pude superar un año regular (2017) para lograr un 2018 de excelencia.

Yo entendí que había nacido para esto y agradecida con Dios por haberme puesto en el camino del deporte, lo disfruté demasiado…
Cuando se me nombra (hace una pausa, porque ciertamente se emociona al recordar lo que ha vivido), la verdad es que las sensaciones son inexplicables, es como cuando estas en una final, vas perdiendo y te queda un solo salto….

También era consciente de lo importante que era para Colombia, porque mi país lo disfrutó mucho, lo transmitieron en vivo y era un día para que la gente estuviera feliz, para que lo disfrutara en familia. Y nada, fue un día de locura, muy feliz con este premio.

A propósito de tu país, a pesar de ser representante de un deporte de menos tradición que otros como el fútbol, te has convertido en un ídolo allí, ¿cómo repercute en ti el hecho de saberte tan popular?

Mira yo me siento muy respaldada por mi país. Mi país se ha tomado el atletismo y en especial el salto triple como un deporte nacional.

Estar en la calle y ver que los niños juegan a hacer salto triple es algo muy importante y muy bonito para mí. Haber logrado poner de moda esta prueba y convertirlo también en una opción de vida para la juventud es algo demasiado importante. El respaldo que siento de mi país es una fuerza que me emociona y que me motiva a levantarme cada día con el compromiso de dar lo mejor de mí y mostrarle al mundo de qué estamos hechos los colombianos y de una u otra manera, cada vez que me vean poder darle alegrías a mi pueblo.

Estoy muy complacida con la oportunidad que he tenido de hacer cosas buenas por mi país, por los niños y por mi familia a través del deporte.

Según me comentó el profesor Ubaldo Duany, tienen por delante compromisos de la Liga de Diamantes, el Campeonato Mundial y también los Juegos Panamericanos de Lima. Y de esto quería preguntar ¿por qué siempre has dicho si a contender en estos eventos regionales que no son prioridad para la mayoría de los atletas de élite de nuestra área geográfica?

Lastimosamente en nuestro deporte el mayor nivel se desarrolla en Europa, entonces cada vez que tengo la oportunidad de vestir los colores de mi país lo disfruto. Lo hago con todo el placer porque además de tener un respaldo total de mi país y sus entidades deportivas, creo que es lo menos que puedo hacer. Voy para darle nivel a los campeonatos de nuestra región, para representar a mi país y poder disfrutar de toda esta gente que muchas veces no tiene la posibilidad de ir a una Liga de Diamante. Tener ese roce con la gente de mi selección es algo que me llena, y son competencias que tomó como una recarga personal, porque mientras una liga de diamantes presiona, unos juegos panamericanos te hacen disfrutar.

¿Qué ha significado la llegada de Yulimar Rojas a la élite de esta modalidad?

Cada vez que se presentan en una competencia dos atletas de tanto nivel deportivo esto le da más proyección a la prueba, más disfrute. Yo creo que con ello ganamos las dos, porque no es lo mismo hablar solo de Caterine Ibargüen, Caterine Ibargüen que saber que ahora tengo una rival que llama también la atención del público, que se preocupa por saber qué va a pasar, esto a mí me exige y me motiva, aunque mi trabajo siempre ha sido personal por mi superación y para mi disfrute reconozco que, al haber dos atletas de tanto nivel, la motivación crece.

La llegada de Yulimar, que es una atleta de excelencia, solo ha podido ser positivo, beneficioso tanto para ella y como para mí.

Lo has ganado todo y no son pocos los casos de atletas que se han llegado a “aburrir” de competir y ganar. Por citar, puedo referir a Carolina Klüft o a Ashton Eaton. ¿Cómo haces para mantenerte motivada?

Porque me gusta. Yo me levanto a entrenar y para mi esa actividad es una oportunidad más de vida. Yo amo lo que hago, no importa si quedo décima o primera, si lo disfruto, soy feliz. Amo entrenar, me gusta entrenar, las dos o tres o cuatro horas que le dedico al deporte cada día para mi es lo mejor y ese es mi disfrute. Cuando ganas una medalla olímpica y te la guindan dices, wow he luchado tanto por esto y aunque es el cierre de un ciclo, todo vuelve a comenzar porque cuando te bajas del podio ya estás listo para recapacitar y buscar otras motivaciones. Es una vida de constantes retos y siempre habrá que luchar por lograr algo, por superar obstáculos.

Cada año es una historia nueva. A mí no se me ha terminado la motivación y espero no se me termine nunca, aunque no esté en las pistas, espero poder seguir en el deporte.

Has pensado en el retiro

Si, por supuesto, creo que como atletas es algo para lo que tenemos que estar psicológicamente preparados. Todo en el mundo llega a su final, y solo le pido a Dios que no sea un retiro forzoso, sino que sea algo planificado. De acuerdo a esto lo que hemos pensado es llegar hasta Tokio 2020 porque ese es el compromiso que tengo con mi país, con mi entrenador, conmigo y con mi familia. Solo espero poder llegar en la mejor forma posible y como te dije, que no haya lesiones u otras circunstancias que me fuercen a irme antes.

Inessa Kravets y su brinco de 15.50m ¿Es posible?

Yo considero que si es una marca posible. Creo que lograrla es cuestión de estar en el momento preciso, el día preciso, con el clima preciso. Es una combinación de muchos factores que no solo dependen de ti. Un récord del mundo no se consigue todos los días, por algo ha estado ahí por tantos años. Yo no quito la vista de esa marca porque creo que es posible. También es una motivación para mí, porque es una de las pocas cosas que no he podido lograr en el deporte. Aunque no es mi obsesión, si Dios me da la posibilidad de hacerlo, pues bien.

Ubaldo Duany, ¿Su papel en tu vida?

Ubaldo Duany ha sido la persona que llegó para cambiar mi vida. Para permitirme soñar, para permitirme realizar mis sueños, para permitirme confiar en alguien y así no sea de sangre llegar a considerarlo mi padre.

La vida quiso que coincidiéramos, pese a haber nacido en países distintos y hemos establecido una relación de amistad que ha sido una de las claves en los resultados. Hemos compaginado tan bien, pero basta con mirarnos para saber qué hacer. Nosotros nos hablamos con las miradas y tengo que agradecerle a Dios por permitirnos lograr una superación profesional increíble para ambos.

Revisa en las memorias que guardas de tu carrera, ¿con qué momento te quedarías?

Vaya, me has puesto a pensar, pero creo que me quedo con cada momento, con todos los resultados, buenos o no, porque cada momento te da una enseñanza y cada uno lleva por detrás una historia de sacrificios…