Cubadebate

Al filo de las 11 de la noche del lunes, el ojo del huracán Iván dejaba de tocar tierra cubana y enfilaba rumbo al Golfo de México, aunque todavía sus fuertes vientos con rachas superiores a los 200 kilómetros por hora azotaban la Isla.Según un reporte del doctor José Rubiera, director del Instituto de Meteorología de Cuba, los vientos huracanados en la zona más occidental del país se seguirían sintiendo durante toda la madrugada, para ir atunuandose en la mañana del martes."No hay peligro de retorno de Iván", afirmó Rubiera, quien pronosticó que las lluvias iban a mantenerse en casi todo el territorio nacional y poco a poco disminuirían en horas de la tarde.Más de un millón y medio de cubanos continuaban evacuados, y de ellos más de 200 000 pertenecen a la provincia de Pinar del Río. El presidente cubano Fidel Castro recorrió en horas de la mañana varios de los municipios más afectados por los vientos y las lluvias, y agradeció jocosamente la "caballerosidad" de Iván, de no atravesar la Isla, lo cual hubiera tenido un afecto sumamente devastador.