El Diario del Che el 5 de octubre de 1967
Integrantes de la guerrilla en Bolivia. Foto tomada de Trabajadores.
OCTUBRE 5
Al reiniciar la marcha caminamos con dificultad hasta las 5.15 hs., momento en que dejamos un trillo de ganado y nos internamos en un bosquecillo ralo pero lo suficientemente alto como para ponernos a cubierto de miradas indiscretas. Benigno y Pacho hicieron varias exploraciones buscando agua y vadearon completamente la casa cercana sin encontrarla, probablemente sea un pocito al lado. Al acabar la exploración vieron llegar 6 soldados a la casa, al parecer de camino. Salimos al anochecer con la gente agotada por la falta de agua y Eustaquio dando espectáculo y llorando la falta de un buche de agua. Tras un camino muy malo y muy jalonado de paradas, llegamos por la madrugada a un bosquecillo donde se oía el ladrido de los perros cercanos. Se ve un firme alto y pelado muy cerca.
Curamos a Benigno que tiene un poco supurada la herida y le apliqué una inyección al Médico. De resultas de la cura, Benigno se quejó de dolor por la noche.
La radio informó que nuestros dos cambas fueron trasladados a Camiri para servir de testigos en el juicio de Debray.
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Un matutino diferente:
No siempre nos percatamos que hacemos la historia día a día. A veces uno se minimiza o no se reconoce, tampoco es para engrandecer, pero hay hechos cotidianos, que de contarlos, enaltecen.
Somos trabajadores de una UEB de Generación Eléctrica que tenemos como buen hábito hacer cada viernes, el matutino de la semana. Como el próximo domingo el mundo entero rendirá homenaje al eterno Guerrillero Heroico, hoy, en nosotros, no pudo pasar inadvertida la fecha.
Inicié el matutino, empecé por ahí, hablando del Che y de los 50 años de su asesinato, de los trabajos de rehabilitación en la Plaza de Santa Clara que lleva su nombre, de la delegación cubana que viaja a Bolivia a rendir homenaje junto a miles de ciudadanos de otras latitudes.
Habló nuestro director, de la disponibilidad que tenemos en la planta, del esfuerzo que han hecho los mecánicos, los operadores, de los resultados de la producción. Luego regaló un libro a un joven trabajador, de esos que aquí son comunes, de los que se van cuando concluyen la jornada y regresan antes de ver o saludar a la familia porque un problema en la producción lo necesita de vuelta.
Hablaron los jóvenes, hubo uno que dijo que iba a cantar y cantó, hizo un dúo con otra joven que nos sorprendió a todos. Hubo otra que dijo un poema, entre la propia aglomeración de trabajadores secundaba una voz ¡En lo oscuro, señora en lo oscuro!.
Les puedo asegurar que yo sentía al Che a mi lado, en el rostro de un sencillo operador, de un eléctrico, de un mecánico, de un hombre común.
Che eterno. A 50 años de tu heroica caida, tu figura sigue enarbolandose en los mas remotos lugares del mundo. Eso nos reconforta y nos permite soñar en un mundo mejor. Hasta la Victoria Siempre
ORDENE MI COMANDANTE!!!