Las protestas van por su cuarta semana. Foto: Archivo.
En una entrevista en la que admitió que Chile “todavía es un país demasiado desigual”, el presidente Sebastián Piñera, quien defiende su decisión de sacar a los militares a las calles, afirmó que cumplirá su mandato a pesar de los pedidos de renuncia y protestas a lo largo de tres semanas, en las cuales se contabilizan unos 40 muertos según fuentes diversas, miles de detenidos y heridos, y decenas de denuncias por torturas.
En medio de la crisis política y social más profunda desde el regreso de la democracia al país sudamericano, Piñera reiteró que no cederá al pedido de renuncia que mantienen los manifestantes y que estaría dispuesto a negociar “todo”, incluida una posible reforma a la Constitución.
“Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, aseguró el mandatario en una entrevista a la cadena británica BBC, la primera que concede desde el inicio de la crisis a mediados de octubre.
“Voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con quienes me eligieron y con todos los chilenos”, dijo desde La Moneda, mientras a pocas cuadras los manifestantes protagonizaban el llamado “superlunes” de protestas que, como en las oportunidades anteriores, fue violentamente reprimido.
Piñera agregó que si quieren hacer contra él una acusación constitucional -como impulsan legisladores opositores y manifestantes- “están en su derecho”, pero aseguró que esas acusaciones no van a prosperar, “porque la solución en democracia es respetar a las reglas de la democracia”.
La acusación constitucional contra el gobernante de centroderecha busca sacarlo del cargo y lo inhabilitaría de la función pública por cinco años. Tras ser aprobada por los diputados, una acusación contra el presidente necesitaría la aprobación de dos tercios del Senado.
Piñera, que defiende su decisión de haber decretado el estado de emergencia y haber sacado a los militares a la calle, se refirió también a las denuncias de uso excesivo de la fuerza durante la represión. “Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional”, dijo.
Durante la entrevista con la BBC, el presidente admitió que Chile “todavía es un país demasiado desigual” y que la gente “tiene la percepción, y con mucha razón, de que hay demasiados abusos”.
Los niveles de desigualdad en Chile son una de las principales quejas de los manifestantes. Sobre esto Piñera dijo que el país “está en promedio en términos de desigualdad en América Latina”.
(Con información de Página 12 y Reuters)