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Diseño cubano en México, elogio de lo posible

Por: Ivette Leyva García
En este artículo: Arte, Cuba, Cultura, Diseño, México
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Banquetas de Guajiro Studio, proyecto que estará representado en varias de las actividades de Design Week México.

Faltan apenas tres semanas para que inicie Design Week México (DWM), evento bautizado en inglés, pero con objetivos económicos, sociales y culturales formulados en claro español. Promover los valores del diseño como pieza indiscutible del desarrollo nacional, contribuir a la calidad de vida de las comunidades y visibilizar las fortalezas de los profesionales mexicanos se hallan entre sus propósitos.

La cita anual, organizada por México Territorio Creativo, entidad que estimula la producción en torno al diseño y la arquitectura, ocurrirá del 3 al 27 de octubre. Para esta oncena edición se ha elegido a Yucatán como estado invitado y a Cuba, como país.

El mero halago de una invitación no basta, a veces, para comprender a fondo sus connotaciones. En este caso, habría que empezar por resaltar la importancia de la sede: Design Week… se efectúa en Ciudad de México (CDMX), elegida Capital Mundial del Diseño de 2018 entre 35 aspirantes y primera urbe latinoamericana en obtener tal designación.

Luego, habría que ahondar en los países que, como Cuba, han sido protagonistas de la cita. De tal manera encontramos que, en 2017, ese lugar lo ocupó Suiza y, en años precedentes, el homenaje recayó en naciones como Alemania (2016), Italia (2015), Reino Unido (2014) o Brasil (2013). Se trata de economías altamente industrializadas o emergentes (en el caso del gigante latinoamericano), en las que el diseño es considerado un factor estratégico del desarrollo, aportador de riquezas materiales, de activos intangibles, de bienestar; con una ostensible y amplia inserción en los diferentes sectores productivos y sociales.

El hecho de que Design Week… coloque a la mayor de las Antillas en el mismo espacio de reconocimiento en el que figuraron los países mencionados, no significa, obviamente, que hayamos alcanzado en nuestro contexto una presencia del quehacer de la profesión semejante a la de esas naciones. Los factores que determinan tal estado de cosas son muchos, pero la ausencia de profesionales competentes no es uno de ellos.

Es por tales motivos que la designación de Cuba como país invitado a DWM es relevante en dos sentidos: no solo constituye un homenaje a los exponentes históricos y actuales de la actividad; a quienes nos legaron piezas icónicas en su colaboración con instituciones que demandaban diseño para la gente, diseño social, y a quienes han luchado contra viento-marea-escaseces-incomprensiones por defender la práctica profesional.

Esta invitación es, también, un reconocimiento de lo posible; un buen pretexto para identificar reservas de prosperidad existentes en la Isla; una motivación para eliminar tropiezos y evitar torpezas en el camino que media entre el proyecto de diseño (solución) y un usuario con necesidades (problema); un acicate que nos obliga a pensar en todo el bien que nos haríamos, si aprovecháramos tanto potencial.

Un mes de intercambio singular

Marco Coello, uno de los fundadores y director Cultural de Design Week México, accedió a intercambiar con la prensa cubana, en medio aún de la organización del evento.

En su opinión, será muy interesante para colegas arquitectos, diseñadores, estudiantes y público en general interactuar con la altísima calidad de nuestro diseño en la oncena edición de DWM, con Cuba como país invitado.

“Los creativos cubanos tienen un elevado nivel profesional, cuentan con un extraordinario manejo del espacio, el color y la proporción”, afirma Coello, para quien ha sido “sumamente grato conocer esta particularidad del talento” de nuestros coterráneos.

Durante una breve estancia previa en La Habana, el director Cultural de Design Week… conoció al grupo de diseñadores elegidos por los propios organizadores para colaborar con maestros artesanos de Mérida, estado de Yucatán, y de Taxco, en Guerrero, como parte del programa de residencias Visión y Tradición.

Sandra de Huelbes, Maité Duménigo, Carilyn de la Vega, Ángel Ricardo Fornaris, Rafael Estopiñales y Adrián García fueron los seis protagonistas de este intercambio por la parte cubana.

“Sus propuestas, el discurso con que las acompañaron, la manera de presentarlas y la relación que lograron con los artesanos fue increíble”, expresó el entrevistado, confiado en que de Visión y Tradición saldrán “piezas fantásticas”, las cuales serán exhibidas en el Museo Nacional de Antropología (10-27 de octubre) en CDMX.

Otra de las llamativas propuestas que integran DWM es Design House, proyecto consistente en la intervención colectiva de un inmueble por parte de varios estudios de arquitectura y diseño, que en esta ocasión suman 26.

Entre los despachos involucrados en tal iniciativa se encuentra C Cúbica Arquitectos, del cual Coello también es socio fundador. En esta oportunidad, han realizado un trabajo de colaboración con el diseñador cubano Luis Ramírez, Premio ONDi 2018 con su mobiliario Mondrian.

Al representante de nuestro país en Design House se le pidió intervenir el recibidor de la casa, ubicada en el número 140 de las calles Aguiar y Seijas, de Virreyes, municipio Miguel Hidalgo. Se trata de un área de aproximadamente 15 m2 en el cual se halla el acceso principal y desde donde se establece una conexión con un salón interior de mayores dimensiones y de carácter multifuncional. Para llevar a cabo este trabajo, Ramírez detalló que se estudiaron “los desniveles y texturas utilizadas en los tiempos prehispánicos”; así como el uso de “diversos materiales pétreos en pisos, enchapes y soportes”.

En opinión de Coello, ha sido “fantástico” el trabajo llevado a cabo por el diseñador cubano; “su comprensión del espacio arquitectónico interior y los elementos de mobiliario han permitido que el proceso fluya”; se trata de un profesional con “una visión muy clara y contemporánea de estos temas, con la cual nos sentimos muy en sincronía”. A partir de estos elementos, augura que “el resultado de la colaboración será muy positivo”.

Las personas asistentes al evento, quienes podrían sobrepasar las 15 mil, tendrán reservadas otras sorpresas.

A partir del 5 de octubre, en el Museo de Arte Moderno podrá disfrutarse de una exposición de lujo nombrada Cuba: la singularidad del diseño; la cual se plantea extender hasta febrero del 2020. Esta muestra está conformada por muebles, luminarias, vajillas, fotografías, maquetas y materiales gráficos e interactivos de profesionales cubanos de diversas generaciones; entre cuyos nombres destacan los de Clara Porset, Gonzalo Córdoba, Alfredo Rostgaard y Eduardo Muñoz Bachs.

Igualmente, la nómina del concurso Inédito se exhibirá del 4 al 20 de octubre en Espacio CDMX, un antiguo taller recuperado en 2018 y dedicado a la promoción de la arquitectura y el diseño. Del total de propuestas escogidas —alrededor de 70—, cinco son cubanas y están a cargo de Guajiro Studio (proyecto de Carilyn de la Vega y Carlos Pérez), De Marías (nombre que incluye a Isabel M. Pérez y M. Carolina García), Ana Isabel Quevedo, Darío Veranes y delaFUENTE (integrado por Jorge Luis de la Fuente y Mical Romero).

En este contexto se entregarán las ocho menciones honoríficas y el premio en metálico que otorga el certamen, destinado a la promoción de proyectos con impacto social y ambiental.

Otras de las sedes en las que se resaltará el tema Cuba será la Torre del Reloj, galería distintiva de la colonia Polanco, en Chapultepec. Allí se podrá disfrutar, del 11 al 27 de octubre, de la expo Ellas restauran, en la cual se refleja la labor de aproximadamente 15 especialistas con más de dos décadas consagradas al rescate patrimonial en la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana. A propósito de esta invitación, el propio Leal afirmó en la web del evento que “contar con la experiencia de Design Week México, nos honra y satisface”.

Observar 20 contenedores industriales, camuflados de rojo, emplazados en un espacio público como el Parque Lincoln, mostrando y comercializando selectos artículos de diseño, no es cosa de todos los días.

Solo quienes asistan a DWM entre el 5 y el 6 de octubre tendrán la oportunidad de relatar esta experiencia. En uno de esos contenedores, el dedicado al país invitado, mostrará sus trabajos de joyería textil Katy Ocaña. A juicio de esta apasionada del diseño gráfico y de accesorios, la participación en una iniciativa como Diseño contenido proporciona una necesaria retroalimentación “para crecer como creativos y pequeños emprendedores”.

Para finales de mes (25-27 de octubre) se ha planificado otra feria comercial, la Expo Design Week en Espacio CDMX, donde además de la venta directa de artículos se ofrecerán charlas sobre la importancia de las industrias creativas y se promoverán encuentros de negocios.

El despliegue de diseño cubano en todas estas actividades, donde se mostrará el trabajo de casi 50 personas, escogidas en representación del amplio universo creativo existente en la Isla, ha contado con el apoyo de la Fundación Caguayo y la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, entre otras instituciones.

Gestos que bastan

Mecedora para la escuela Camilo Cienfuegos, de Clara Porset.

“Nos sentimos profundamente honrados y entusiasmados de presentar todo este talento de arquitectos, diseñadores industriales y gráficos en CDMX”; expresa Marco Coello al finalizar nuestro intercambio, en nombre del evento anfitrión.

Por el país invitado inquirimos las impresiones de Omar David Pérez, del proyecto Ensamble, ganador de un Premio ONDi 2016 con su Banco GEM. A este diseñador, la posibilidad de representar a Cuba en DWM le provoca una sensación reconfortante: “complace saber que ha valido la pena tanto trabajo, el de los iniciadores, el de nuestros maestros y el de quienes estamos haciendo hoy muchas cosas sin perder la perspectiva de quiénes somos”.

Sus palabras nacen del reconocimiento hacia una obra forjada con voluntades múltiples y por la cual es imposible dejar de sentir orgullo, aun sin ser “gráficos” o “industriales”. Es la obra que también reclama gratitud hacia quien la enaltece.

Basta con adentrarse un poco en la historia de dichas especialidades para que nazca el respeto por aquellos que, en los años iniciales de la Revolución crearon tanta maravilla y por quienes, en condiciones menos favorables, le han dado continuidad.

Basta con que un hito no obligue a mirar, desde el compromiso social, las oportunidades que nos abriría el diseño si se estimulara y condujera su inserción, allí donde no está.

Basta con ser justos para agradecer a México Territorio Creativo por distinguir a un país pequeño, a un país enorme; por identificar y premiar el talento, ahí donde lo hay.

Uno de los tantos carteles hechos por Alfredo Rostgaard para la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina.

Generaciones más contemporáneas de cartelistas también formarán parte de la cita mexicana. Imagen de “Vampiros en La Habana”, de Nelson Ponce.

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  • Luis Ramírez dijo:

    El diseño cubano rebasa nuestras fronteras y es reconocido una vez más a nivel internacional. PODEMOS HACER MUCHO MÁS!!

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