Cubadebate

Momento en que se introduce la cesta con dos miembros de la brigada de salvamento minero y comienzan los trabajos para localizar a Julen. Foto: @gomezdcelis.

Especialistas de salvamento comenzaron este jueves la fase final para excavar una galería y rescatar al niño Julen, de dos años, que el pasado 13 de enero cayó a un pozo de 107 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro en Totalán, Málaga.

La Brigada de Salvamento Minero realizará un desplazamiento vertical y cavará a decenas de metros de profundidad -en condiciones extremas- una galería horizontal de varios metros que lleve al pozo donde se encuentra Julen, informaron medios españoles.

La operación consiste en que los mineros bajen en equipos de dos personas (en el interior de una cápsula fabricada expresamente para esta operación) y se releven cada 40 minutos aproximadamente para mantener su rendimiento físico.

Deben excavar de forma manual una galería de unos cuatro metros de longitud que conecte un túnel abierto y entubado paralelo al pozo donde cayó el menor, a la altura donde se cree que está el niño. Para esa operación se han estimado unas 24 horas.

La velocidad de excavación es de entre cinco y ocho horas por metro.

En el operativo participan ocho miembros de la Brigada de Salvamento Minero desplazados desde Asturias, diez guardias civiles (ocho especialistas de Montaña y dos de Actividades Subacuáticas) y ocho bomberos del Consorcio Provincial de Málaga.

El trabajo para perforar un pozo vertical paralelo al pozo en que cayó el niño y entubarlo comenzó el 13 de enero, y ha implicado mover más de 40 mil toneladas de tierra. La dureza del terreno demoró la operación e hizo que no fuera posible hasta este jueves la entrada de los rescatistas, que antes pidieron se confirmara por un geolocalizador que el tubo excavado está alineado con la zona donde está el niño.

“Hay que tener en cuenta que la roca a la que se enfrentan es durísima, mucho más que la de una explotación de carbón, pero si todo se da bien, en unas diez horas habrían avanzado quizás un par de metros y podrían hacer lo que nosotros llamamos un cale: un agujero por el que meter una pequeña cámara y ver si, en efecto, el chaval está al otro lado”, dijo Santiago Suárez, que dirigió la Brigada de Intervención Minera entre 2005 y 2009.

“Y hay que tener en cuenta que van a ciegas, que un estudio de materiales serio llevaría tres meses y esto se ha hecho en tres días, y que puede haber desviación, porque no tienen un mapa claro de nada. Es un trabajo brutal, y a ciegas”, explicó.

(Con información de La Vanguardia y agencias)