Cubadebate

Un grupo de trabajo de senadores de ambos partidos se acerca a un acuerdo sobre los principios generales para reformar las leyes de inmigración del país, lo que representa el esfuerzo bipartidista más sustantivo hacia una importante legislación en años.

Los tres demócratas y tres republicanos, que han estado reuniéndose en silencio durante los últimos meses, planean anunciar un acuerdo definitivo tan pronto como el próximo viernes.

La medida supondría el primer paso tentativo hacia la reforma integral de la inmigración después de un estancamiento sobre el tema. El nuevo esfuerzo fue impulsado en gran medida por la creciente influencia de los votantes latinos que respaldaron fuertemente a Obama y otros demócratas en noviembre.

Obama también se ha referido a la reforma migratoria como una de sus prioridades legislativas y lanzará su propia campaña pública sobre el tema la próxima semana en Nevada. Sin embargo, un número significativo de estadounidenses, sobre todo dentro del Partido Republicano, siguen oponiéndose a leyes que faciliten la permanencia de los inmigrantes ilegales en el país, así como la obtención de un estatus legal.

Se espera que los senadores llamen a normalizar la situación de los 11 millones de inmigrantes indocumentados de la nación, incluyendo a aquellos con antecedentes penales, dijeron funcionarios. También es probable que el grupo apruebe estrictos controles fronterizos y un mejor sistema para que los empleadores verifiquen el estatus migratorio de los trabajadores.

No ha quedado claro, sin embargo, si el acuerdo final ofrecerá orientación sobre el tema tal vez más espinoso en el debate sobre la inmigración: ¿Qué mecanismo podrían utilizar los inmigrantes ilegales  para alcanzar la plena ciudadanía?

"Tenemos un acuerdo básico en muchos de los principios fundamentales", dijo un demócrata por Illinois, miembro del grupo, esta semana. "Ahora tenemos que redactar. Se necesita tiempo".

Otros senadores que participan en las conversaciones son los demócratas Charles E. Schumer (Nueva York) y Robert Menéndez (Nueva Jersey), y los republicanos Lindsey O. Graham (Carolina del Sur), John McCain (Arizona) y Marco Rubio (Florida).

Otros dos, los senadores Jeff Flake (republicano por Arizona) y Michael F. Bennet (demócrata por Coloradp), también han participado en algunas de las discusiones.

Los asistentes al congreso destacan que un acuerdo final aún no ha sido alcanzado. Pero las negociaciones han sido las más profundas en cuanto al tema migratorios -que involucran, además, a miembros de ambos partidos- desde que un intento similar se frustró en 2010 sin producir proyecto de ley alguno.

McCain, quien encabezó un esfuerzo anterior que fracasó en 2007, dijo que las actitud de los republicanos ha cambiado dramáticamente debido a la derrota en las urnas el pasado noviembre. Obama obtuvo más del 70 por ciento de los votos entre los latinos y los asiáticos, y un número creciente de líderes republicanos cree que la acción en materia de inmigración es necesaria para ampliar el atractivo del partido ante los grupos minoritarios.

McCain, quien perdió a su propia candidatura para la Casa Blanca en 2008, añadió: "Es el momento de avanzar en esto." Sin embargo, reconoció que no cree que "esto va a ser fácil".

El ritmo acelerado que muestran las conversaciones sobre la cuestión de los inmigrantes, indican que la reforma migratoria será una de las más altas prioridades del Congreso, y está sobre la palestra cuando la Casa Blanca se prepara para lanzar su propia campaña pública sobre el tema.

(Con información de The Huffington Post)