Cubadebate

“… por la vereda, a descubrir y a fundar”

En la foto son trece, pero suman cerca de 30. Su modus operandi es muy singular. Se conocieron por Facebook, y precisamente desde esta red social articularon su primera excursión a la montaña. No se trata de una iniciativa oficialista y mucho menos financiada desde el exterior. Para cada aventura -hasta ahora van solo dos- este grupo de jóvenes tiene que pedir permiso o vacaciones en sus centros laborales o de estudio, pagar de sus bolsillos los pasajes de ida y vuelta, y hacer 17 mil gestiones para lograr las condiciones básicas de hospedaje. Es verdad que como la mayoría son periodistas, siempre encuentran una mano amiga entre los miembros de algunas estructuras provinciales de la UPEC (Unión de Periodistas de Cuba). ¿Qué los une? Todas y todos tienen un blog, o al menos, se sienten parte de la blogosfera cubana.

Algo que ha caracterizado sus "reuniones" ha sido el silencio mediático. Mientras que el encuentro de twitteros -"Twitthab"- fue ampliamente perseguido por la prensa extranjera acreditada en la Isla, o el Encuentro de Blogueros en Matanzas recibió una fuerte cobertura nacional, las expediciones de este grupo al Pico Turquino y al Nicho en el Escambray solo han sido divulgadas en los blogs de los propios protagonistas.

¿Cuál es el objetivo de estos viajes, además del obvio contacto directo con la naturaleza? Los jóvenes han aprovechado estas "acampadas" para intercambiar criterios en torno a la realidad de la blogosfera, discutir el papel que debe desempeñar la prensa cubana hoy y profundizar sobre otros temas de interés colectivo, siempre abordados de manera informal.

Por supuesto que la diversión nunca ha estado ausente: juegos, canciones de todos los tiempos y fotografías para registrar cada momento. La vocación de ser útiles y de compartir saberes con otros, algo que por suerte aún caracteriza a buena parte de la juventud cubana, los ha llevado a concebir, como parte de su recorrido, visitas a lugares históricos o momentos especiales como el que vivieron en la casa de María Orquídea en Cienfuegos. Siempre dedican tiempo a conversar con los campesinos de la Sierra Maestra, leer unas líneas dedicadas a los Cinco en la cima del Turquino y contarles a los niños de una escuelita primaria en el Escambray las historias más asombrosas sobre estos héroes que están lejos de casa.

De tantos momentos compartidos ha surgido una amistad grupal que cada día se fortalece. Mensajes en Twitter, comentarios cómplices en Facebook y líneas que se agolpan en un chat grupal, hacen más atractiva y dinámica la convivencia en la web de estos "blogueros guerrilleros".

Guerrilleros porque de cierta manera el espíritu de guerrilla los ha contagiado. Largas caminatas sobre las piedras de un río santiaguero, casas de campaña armadas en las faldas de las lomas del Escambray, noches de contar estrellas y sueños de una juventud preocupada pero dispuesta, semejan epopeyas juveniles de jóvenes inolvidables que se hicieron llamar Pachungo, Eliseo, Ernesto...

La próxima cita se empieza a construir. ¿Quizás la Ciénaga? ¿Quizás ir de visita otra vez al monte matancero con los muchachos de Corimacao? Sin quitarse el polvo del camino estos jóvenes ya empiezan a inventar un nuevo encuentro. Seguramente otra vez visitarán alguna escuelita, conversaran con los campesinos y dedicarán un minuto para recordar al Che o para hablar a favor de los Cinco.

Seguramente seguirán sin ser noticia, y algunos de ellos, creen que es mejor así. Las cosas han de hacerse sin que el mundo lo vea a uno pasar. Lo importante es que la comunidad de blogueros guerrilleros crece; si contamos a los que no han podido ir pero se siente parte casi son 50 jóvenes de diferentes provincias del país. Y si la primera foto les dio la impresión de que eran jóvenes irreverentes, desaliñados y un poquito jodedores, aquí les dejamos otra: trece jóvenes serios, profesionales, periodistas, informáticos, arquitectos e ingenieros. Verán que son los mismos: jóvenes cubanos que interactúan en la web, pero que fuera de ella han decidido ser más que blogueros; han decidido hacerse amigos.