Eliminando estorbos
“El que haya un nuevo presidente (en Brasil) es definitivamente una oportunidad para restablecer la relación bajo algunos puntos, objetivos e iniciativas importantes que hasta hoy no se podían hacer por la tormenta política que había”, dice Peter Schechter, director del centro latinoamericano del Atlantic Council, un laboratorio de ideas en Washington. (Fuente: El País)
Guillermo TellSin ningún tapujo el directivo de una institución encargada de recomendar estrategias al gobierno imperial, fue más lejos al añadir que la colaboración con el ejecutivo golpista puede abarcar “desde la crisis en Venezuela hasta un mayor entendimiento en asuntos tecnológicos, educativos y comerciales”, transparentando objetivos cardinales de mayor alcance detrás de la suspensión senatorial de la presidenta constitucional Dilma Rousseff.
Destaca en sus declaraciones la alusión a Venezuela, entre las metas a compartir, lo que viene a confirmar la proyección regional del tramado golpe parlamentario en Brasil, denunciada por prestigiosos politólogos, en pos de derrocar los gobiernos independientes, progresistas y de izquierda, en América Latina y restaurar el neoliberalismo y el poder aliado de las oligarquías internas.
Schechter se declaró “relativamente optimista” sobre la capacidad del nuevo presidente brasileño de “enderezar” el país y estrechar lazos con socios clave, como Estados Unidos, porque, dijo, tal relación fue impedida por todos los problemas que tenía con Dilma, a quien por cierto la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad de (NSA, por sus siglas en inglés) espió durante años.
En consecuencia había que eliminar ese estorbo, y si es posible otros en la mirilla, en interés de la hegemonía imperial.
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