Cubadebate

Compañero Homero Acosta Álvarez, Secretario del Consejo de Estado
Autoridades cubanas que nos acompañan
Estimados colegas, delegados e invitados:

En nombre de la Fiscalía General de la República de Cuba y del Comité  Organizador del XII  Encuentro Internacional  Ciencias  Penales 2014, les doy la más cordial bienvenida y les deseo una grata estancia en nuestro país. Para nosotros es un honor y motivo de sincero agradecimiento contar con su presencia en nuestra Patria y entre nuestro Pueblo, un Pueblo abnegado, generoso, optimista y heroico.

Nuestras sociedades han tenido que hacer frente a numerosos desafíos y sin dudas, no pocos de ellos han encontrado respuestas en las Ciencias Penales, lo que no significa que siempre hayan sido las adecuadas, aunque ello no se traduce en que tengamos que renunciar a las mismas.

No han sido nuestros pueblos los que han elegido que sobre sus niños, mujeres, hombres y ancianos recaigan los efectos de las guerras, las violaciones a la soberanía de los Estados, el terrorismo, la falta de seguridad ciudadana, la droga, el tráfico de personas, de armas, de órganos, el incremento de la violencia, los actos para desestabilizar a los estados democráticamente electos, el crimen organizado transnacional y la corrupción, entre otras viejas y nuevas modalidades delictivas.

Tampoco podemos hacer responsables a nuestros ciudadanos que a falta de una mayor prevención del delito, más cárceles, nuevas figuras delictivas y sanciones más severas se van a resolver los crecientes problemas que se enfrentan, cuando a la par de ellos aumentan en el mundo los pobres, los excluidos de siempre y los que se seguirán incorporando, algo que se contrapone directamente a lo que ocurre en nuestra Patria, de la que a pesar de nuestras imperfecciones, nos sentimos orgullosos.

Estimados Delegados e Invitados

Sin lugar a dudas nos encontramos ante un expansionismo acelerado del Derecho Penal que requiere una evaluación crítica, responsable y adecuada de las realidades de cada Estado.

Necesitamos de un sistema de justicia penal cada vez con un mayor contenido ético, que coloque en el centro de su actividad la defensa de la sociedad sin detrimento de las garantías y derechos individuales de los ciudadanos, lo que hoy cuenta con reconocimiento universal.

Necesitamos respuestas penales racionales, humanas, flexibles, con mayor celeridad y calidad, donde la severidad esté presente cuando las circunstancias, los hechos y los que lo cometen lo ameriten para garantizar la seguridad ciudadana.

Tenemos que ser capaces de seguir construyendo un Derecho Penal que se parezca a nuestras realidades, que sea auténtico, no importado, que sea útil a nuestras sociedades.

No basta con tener códigos penales y procesales del primer mundo, cuando la práctica de varias naciones habla de todo lo contrario. No basta con construir cárceles lujosas y tener las calles llenas de niños que trabajan y viven en la total pobreza, ser víctimas de violencia las mujeres y existir discriminación por el color de la piel, identidad de género, orientación sexual y otras. No podemos seguir hablando de Debido Proceso, cuando todavía existen ejecuciones extrajudiciales, presos sin condenas y peor, en ocasiones sin delitos y tribunales penales, lo que no excluye, todo lo contrario, el conocimiento de lo que fecundamente se concibe en las ciencias del Derecho.

Para los cubanos, la respuesta penal ante estos fenómenos está estrechamente vinculada al papel del Derecho en la Revolución. En el pensamiento y la práctica revolucionaria cubanos, a lo largo de varios siglos, ha existido una vocación y respeto por el ciudadano, el Derecho y la Legalidad
Nuestro país trabaja sistemáticamente en la prevención del delito mediante programas de desarrollo económico, social y cultural y el perfeccionamiento constante y continuo de nuestra legislación. La incorporación de todos los actores de la sociedad a la labor preventiva, debe contribuir a contener y disminuir las manifestaciones delictivas más relevantes, así como las ilegalidades e indisciplinas sociales, lo que significa continuar trabajando para resolver lo que todavía hoy, por diversas razones no hemos alcanzado.

Estimados Delegados e Invitados

Cuba, aunque en escala reducida, pero no despreciable, no escapa a los fenómenos de la corrupción, la droga y el tráfico de personas, pero nos distingue la voluntad férrea de nuestra Revolución de luchar sin descanso para evitar que proliferen en nuestra sociedad.

En el caso de nuestra Patria hay que adicionar  una particular, selectiva, discriminatoria  e inhumana política por parte de los Estados Unidos, cuyo Gobierno  mantiene en vigor  la llamada Ley  de Ajuste Cubano, y su política de pies secos y pies mojados, que  estimula , promueve, apoya  y tolera el tráfico humano desde nuestro país. Esta Ley  establece que aquellos cubanos que logren alcanzar tierra firme estadounidense, obtienen  la autorización  para permanecer en ese país, sin que se cumplan los requisitos migratorios, rígidamente establecidos, para los ciudadanos provenientes de otros países latinoamericanos, africanos o asiáticos.

Un momento de reflexión especial, requiere en nuestra opinión el terrorismo.
Para el pueblo cubano, la lucha contra el terrorismo reviste una especial connotación.

El Departamento de Estado ha vuelto a incluir a Cuba en su Lista unilateral y arbitraria de Estados patrocinadores del Terrorismo internacional con el verdadero propósito de endurecer la persecución de nuestras transacciones financieras internacionales en todo el mundo y justificar así la política de bloqueo, a lo que se ha unido el proyecto ZunZuneo de la USAID, que no solo viola las leyes cubanas, sino también las de su país y otras agresiones con el empleo de las infocomunicaciones y otras tecnologías.

En los casi 55 años transcurridos desde el triunfo de la Revolución, además del bloqueo genocida y la feroz guerra económica que sucesivos gobiernos de los Estados Unidos han practicado contra Cuba para rendir por hambre o enfermedades a nuestro pueblo, y que acaban de ser condenados una vez más por 188 países  la Asamblea General de la ONU,  se cuentan por miles los actos terroristas cometidos, con la anuencia, financiamiento o conocimiento de las autoridades de los Estados Unidos, en cuyo territorio tranquilamente y sin molestias se pasean terroristas de la catadura de Posada Carriles y otros.

Cuba, rechaza totalmente que se utilice el enfrentamiento al terrorismo como pretexto para justificar la intromisión en los asuntos internos de otros Estados, la agresión y el menoscabo a la soberanía nacional.

Como expresión inequívoca de su compromiso al enfrentamiento de actos de esta naturaleza, Cuba ha suscrito los 13 instrumentos internacionales sobre terrorismo.

Tanta impunidad nos ha obligado a defendernos. Aún quedan tres jóvenes patriotas cubanos presos injustamente en cárceles estadounidenses por el único delito de combatir el terrorismo contra Cuba y defender a su Pueblo, los que han sido víctimas de uno de los procesos judiciales más extendido, sinuoso e injusto que haya conocido la humanidad..

Estimados delegados e invitados...

Es necesario continuar  rechazando la militarización del ciberespacio y la aplicación extraterritorial de las Leyes de los Estados Unidos en detrimento de otras naciones soberanas.  

Cuba  no será nunca indiferente ante los crímenes, injusticias y atropellos que afectan a la humanidad.

Nuestro país no claudicará  jamás en la defensa  de su independencia y soberanía, en la defensa de un socialismo próspero y sostenible convencido de que con su  resistencia, contribuye a la lucha  de muchos pueblos  del mundo por una  vida más digna.

Hago mías en este momento las palabras de nuestro Lider Histórico Fidel Castro Ruz:

"El hombre no puede renunciar nunca a los sueños, el hombre no puede renunciar nunca a las utopías. Es que luchar por una utopía es, en parte, construirla."

 Muchas Gracias

(Tomado de la página de la Fiscalía General de la República de Cuba)