Ser felices, simplemente: ¡Gracias!
Por Pedro Margolles Villanueva
Esta historia comienza en un día… (I)
El hombre se levantó temprano en la mañana como era usual e hizo el café antes de marchar a su trabajo.
“Sería un día más”, pensaba. Pero algo extraño sucedía, de lo que se percató apenas transcurridos los primeros momentos de la mañana. Para él iba a ser un día distinto.
Todo comenzó al llevarle el café a su esposa a la cama, después de alcanzárselo no le dio las gracias como solía hacer siempre.
Te sientes mal, le pregunto, y ella apenas le contestó, solo escuchó un sonido gutural: ¡Jumm¡¡.
Repasó en su mente si la noche anterior había sucedido algún disgusto pero no fue así.
Algo extraño pasaba, su hijo que ya había salido para sus clases en la Universidad, no se había despedido de él, ni le deseó un buen día, como acostumbraba
Pedro terminó de vestirse y salió para la calle.
Seguían sucediendo cosas extrañas. En el elevador de su edificio se encontró a un vecino que entró y no dijo nada. Le dio los buenos días y no le contestó.
En la calle, apenas caminó unos metros, un grupo de jóvenes estudiantes conversaba. Pudo escuchar que hablaban en voz muy alta, lo que permitía fácilmente oír un dialogo.
-El examen de ayer estuvo de p… dijo uno de ellos, expresando una palabrota.
-Asere, respondió el otro, , le zumban los c…, lo que nos hizo la profe ¡ah y no nos dio ni chance para copiar! Qué clase de número el de la vieja esa.
Algo extraño pasaba, ya no era solo en su casa. Continuó hasta la parada de la guagua y esa mañana las personas no hacían la cola en orden. Todos se agolpaban tumultuosamente en la puerta. Una señora mayor de edad tuvo que quedarse entre las últimas, Pedro la ayudó a subir al ómnibus, pero ella ni siquiera le agradeció el gesto.
Dentro del vehículo una música ensordecedora acaparaba todo el espacio y con el calor y tanta gente, se preguntó porqué esa música de reggaetón, tan alta que lo abrumaba. Nadie se quejó.
Además pensó, “¿desde cuándo los ómnibus en las grandes ciudades estaban musicalizados y obligaban a escuchar a todo volumen, al arbitrio del chofer, molestando a los pasajeros?”. No recordaba en pasados años algo igual en la Habana. ¿Qué estaba pasando?
Una joven a su lado, en estado de gestación trataba de sostenerse, mientras un hombre sentado frente a ella miraba ensimismado para el techo de la guagua y otro se distraía leyendo un periódico.
Más atrás otro hombre mayor que llevaba un paquete en su regazo la llamó y le se cedió su asiento. Pero tampoco la joven dio las gracias y ni siquiera le ayudó con la jaba que llevaba.
Al llegar al trabajo, Pedro, como era usual, dio los buenos días, pero la recepcionista tampoco le contestó. ¿Sería una epidemia que también había contagiado a mi mujer?
Al salir a mediodía, solía ir a una cafetería cercana donde siempre tomaba algún refresco o un café. Llegó y la dependienta que conversaba animadamente con otra empleada ni siquiera lo miró. Pasó un buen rato sin atender su presencia. Pedro le dijo: por favor una cola, pero parece que la empleada era sorda pues tuvo que repetir tres veces su petición. Al fin le dirigió una mirada y le contestó ¿jumm?
Esa forma gutural de responder también lo había hecho su esposa. Sería una epidemia. Tomó el refresco le dio las gracias, pero tampoco le contestó.
Caminó por la acera para reincorporarse al trabajo y un hombre miraba hacia lo alto y llamaba a toda voz a alguien. No pudo escuchar el nombre de la persona, porque desde otra casa cercana un tocadiscos estaba a todo volumen y envolvía con su sonido el ambiente del barrió.
Otro que pasaba cerca dejó caer distraídamente una lata vacía de cerveza en la calle.
Ciertamente algo raro estaba ocurriendo ese día.
Pensó que lo que le había sucedido ahora podría ser parte de un buen guión para una película del ICAIC o una de las telenovelas que trasmite la televisión.
No sería extraño, ya que en los últimos tiempos en algunas de esas producciones primaban también las malas palabras y algunas conductas completamente antisociales y degradantes. Aquella situación le disgustó y pensó: serán cosas de ciertos escritores.
Pero también él veía películas de otros países, sin embargo, aunque hubiese violencia se notaba otro ambiente. Hasta los mafiosos en ocasiones eran educados y al final, en los más malos y sangrientos filmes, terminaban con “los malos”. Algo importante, siempre había un buen policía y exhibían su bandera varias veces, lo que era un buen augurio de “patriotismo”.
Tal vez el relato de Pedro pueda parecerle a algunos de los lectores pura ficción, pero realmente algo parecido sucede cotidianamente en La Habana y tal vez en otros lugares de Cuba. Es triste y debe llamarnos a la reflexión.
(Continuará…)
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Sí que continúe por favor, falta más...
Realmente no creo que un articulo como este sea publicado en un medio tan importante como Cubadebate. Además quien lo escribio jamas ha sido periodista.
Simplemente una descripción de la cotidianidad de muchos.
me gusto el artículo, pienso que es la cruda realidad de los tiempos en que vivimo. aunque para otros no sea más que incomodida el públicarlo. Sí, vivimos rodeados de personas mal educadas, sin una gota de escrúpulos y falta de respeto. creo que el periodista debiera agregar a su historia los criterios negativo que le enviaron. sería como las conclusiones. que hirónico. sierto
A Pedro le faltó por ver muchas cosas, es cierto que continuará, pero ya le pongo el Tele avances:
Te falta por ver, en cualquiera de nuestros canales de TV, lo siguiente:
- gentes que estornudan al aire, cuando más en la mano; después sin miedo te la extienden para saludarte;
- gentes que escupen en las aceras, calles, edificios públicos y hasta en el mismo ómnibus urbano;
- aquellos que se sacan los mocos y los pegan en cualquier sitio, incluidos asientos, máquinas de alquiler, paradas, matas, paradas, columnas y cuanto artefacto se encuentren;
- caballos amarrados en el césped de cualquier parque, en cualquier provincia;
- perros deambulando con sarna y cuando los van a recoger todo el mundo: ay pobrecito, no te lo lleves;
- dependientes chupándose con una mano un mango, naranja, cualquier fruta o chupándose los dedos por algo grasiento que manipularon y, con cualquiera de las dos te despachan todo lo que les pidas;
- conductores que, desde que obtuvieron su permiso de conducir, se creen que la vía es de ellos, olvidando que la principal prioridad la tiene el peatón, dentro o fuera de los pasos peatonales;
- conductores que en las afueras de hospitales tocan el claxon tantas veces se les antoja olvidando que los hospitales son zonas de silencio;
- establecimientos públicos en cuyas entradas se puede leer: Abiertos de Lunes a Domingo de 8:00 a.m. a 12:00 m. y de 1:00 p.m. a #@!:00 p.m., y te los encuentras cerrados a cualquier hora de la tarde;
Ay Pedro, como te falta por ver en la tan promocionada "Auténtica Cuba" por el MINTUR.
Este, como algunos otros temas,que reflejan de alguna manera,degradacion de los valores humanos, cuando conocemos que algunas actividades festivas culminan con elevado grado de violencia, con secuelas fatales para algunas familias,era algo inimaginable en la decada de los años 70, contrasta con que a partir de esa época se desarrollaron programas como la batalla por el Noveno Grado, la universalización y otros esfuerzos por elevar la Instrucción. Llama la atencion que no es la primera ocacion en que se aborda este asunto en medios de difucion, sin embargo cada dia se agudiza mas, sería bueno disponer de datos estadisticos de indicadores relacionados con el asunto(violencia,robos,accidentes,etc)para poder realizar un analisis objetivo,a partir del cual el personal especializado y el responsabilizado con rescatar los valores perdidos, defina un Programa realista que permita corregir conductas.Cada cubano sabe perfectamente el papel que le corresponde ante cada situacion pues como se desprende de los Programas Sociales desarrollados, no quedaron analfabetos, lo que no se debe seguir con la frase-consigna de que determinadas deformaciones son responsabilidad de todos. Es necesario acotar las responsabilidades, desde el papel que juega la familia, hasta el de cada institucion que le corresponde enfrentar el quebrantamiento de las desviaciones de la conducta ,que ponga en evidencia la Cultura y la Educación.
Si, muy interesante y nada mas lejos a la relidad, identificar responsablemente los problemas nos permite ACABAR de ponerle fín a esta EXTRAÑA EPIDEMIA, a gritos pedimos tomar todas las medidas, tenemos para eso y más, pero estos desordenes sociales no es tarea de uno es tarea de todos, no basta con sentirnos disgustados y ser entes pasivos, porque si así fuese ... NO TE QUEJES. Involucrarnos todos, es sin duda el mejor antidoto a tales comportamientos, ¿cómo? empezando por la familia, la cuadra, tu radio de accion, años atrás los loquitos indisciplinados median sus conductas, siempre tenían respuestas a sus actos, y lo mas importante, ES NECESARIO QUE SE HAGA CUMPLIR LAS LEYES QUE RIGEN EL COMPORTAMIENTO CIUDADANO, POR LAS ENTIDADES DEL ORDEN PUBLICO.
AH, y ahora los que aquí opinen, esten o no de acuerdo con el articulo, es su derecho, REVISEN SI ACTUAN DEBIDAMENTE EN LA COTIDIANIDAD, vaya que.... nos miremos por dentro un poquito .....
es el regodeo en lo que todos saben que está sucediendo, que estamos alentando que suceda y que al final, será la desgracia de todos. esperemos el final de este cuento, que seguró será estaba dormido y despertó.. o esperemos un futuro mejor... o nada de esto es realidad.
quizas mañana todo sea diferente... Hombres, estad alertas....!!!
Xiomara disculpa más bien nada más cerca de la realidad que se vive en nuestra habana de hoy y poruqe no en nuestra cuba de hoy es para estar asustadisimo y enojadisimo todo en superlativo. asi va este mundo asi va La habana
Habia una vez............. pero hoy se perdio todo lo que eramos de educado,en las escuelas hay que retomar le educacion formal,para las futuras generaciones,ya esta del presente no tendra remedio,pero esta del presente se le podra imponer soberanas multas,como se aplican en el resto del mundo,si soverbias multas que duelan,ya veran si se educan o no,eso no falla o por que creen que en el mundo exterior la gente anda por el trillito,aplquemos multas bien elevadas y ya veran como todo vuelve a su cause.
Muchas gracias Pedro Margolles Villanueva por este relato tan real para mi, te felicito y te mando un fuerte abrazo de corazon a corazon nesesitamos mucho mas amor, califico tu articulo no terminado como exelente y no te preocupes que cuando la tormeta pasa todo debe volver a la normalidad, la tormenta moderna es la culpable pero ni modo debemos enfrentarla, aqui en ohio tambie pasa eso, no tan rudo en los negocios pero si entre la poblacion, pero ni modo continuaremos dando la pelea, venceremos pues aun quedan Muchos ¨Pedro´s¨ como el tan real de tu gran relato, gracias nueva
jorge es verdad mano dura por parte de la policia y otras autoridades primero ya veran como la familia le dicen no hagas esto o lo otro eso de familia vendra despues no hemos vuelto tercer mundistas mentales si le llamas la atencion a una persona por un mal comportamiente te diran horrores en mejor de los casos y nadie se mete
Muy bueno el artículo, refleja exactamente lo que se vive hoy, en La Habana principalmente. He tenido la oportunidad de estar en varias provincias y créanme, al llegar a La Habana se siente la diferencia, es una lástima. Creo que se debe hacer algo al respecto, porque pronto será demasiado tarde.
Oye todo esta muy bonito y correcto la cosa es hacer mas y hablar menos
Lo dicho, y más aún: Se ha perdido la consideración y el respeto al prójimo.
Estudiantes universitarios que salen del aula durante el receso y se ponen a vociferar en los pasillos como si fuera el Estadio Latinoamericano (con frases del tono que describe el artículo), sin tener en cuenta que en el aula vecina la clase puede no haber terminado. Que se plantan a conversar en medio de una puerta sin tener en cuenta que obstruyen el paso, que sin importarles nada plantan sus posaderas en las escaleras, impidiendo el paso... claro está, los bancos que había en esa misma universidad hace 48 años ya no existen, ni están los conserjes que no permiten bullicio en los pasillos...
La Habana de mi juventud ya no existe, ha sido infiltrada y ocupada por los "V's"'... que conste, no es mera nostalgia, pues estas conductas no las he visto, muy recientemente, en otras universidades, ni en Europa, ni en África.
Juan parece no conocer que Pedro Margolles ha sido director de Prensa Latina...
¿Quien es Juan?
No le evitemos a nuestros hijos las dificultades de la vida, enseñemosle más bien a superarlas.
Estoy segura de que el autor nos llevara de su casa al trabajo,a la cafeteria,a la parada,al consultorio,al banco,a las tiendas de divisa y de MN,al hospital,a un taller de reparacion,a una oficina de inmigracion,al malecon,etc etc etc.
Esta historia creo que tiene varios capitulos porque sera una radiografia de nuestro modo de vida actual,por lo que pienso que,aunque sintetizando ,en honor al espacio de que dispone,resaltaran muchas de las miserias humanas a que nos llevan nuestra falta de educacion,de consideracion,y de sensibilidad humana fundamentalmente.
A veces me parece que no estoy viviendo entre cubanos,...al menos,no los cubanos entre quienes me crie.
Me gusto la historieta, asi son muchas personas, pero creo que hay mas personas felices y educadas y la vida en qualquer parte esta dificil mas el sol brilla siempre para aquellos quem tienen bueno corazon, saludos hasta vancouver mi querida Cuba.
En Venezuela todas esas demostraciones consecutivas de mala educación son cotidianas. Irreverencia hacia el prójimo o sencillamente mala educación reinante y creciente. Lo siento por ti Cuba.
Buen día y gracias por recordármelo, ya tenía tiempo que sencillamente, no saludaba al comentar alguna opinión en estos espacios.
JUAN, NO SE CUALES SON TUS INTENCIONES PERO LAS DE PEDRO SON UN LLAMADO A LA REFLEXION , ENSEÑAR LO QUE ESTA MAL HECHO Y VER COMO ENTRE TODOS CON CRITERIO EDUCATIVO Y RESPALDO LEGAL PODEMOS VOLVER AL PARAISO DE LAS BUENAS COSTUMBRES.
Yo concuerdo, ademas de retomar la educacion formal en las escuelas se deben poner multas, cuando a alguien su mal comportamiento le afecta su bolsillo enseguida aprende y no trata de no incurrir de nuevo en esa falta, si alguien tiene un equipo de musica en alto volumen molestando la tranquilidad de los vecinos, y si se le ha llamado la atencion y sigue haciendo lo que le place como si fuera el dueneo de ese vecindario, no queda de otra que educarle a fuerza de multa y que si no le da verguenza que se le este llamando la atencion y si no le inmuta molestar a los demas pues quizas y le duela ver afectada su economia y asi aprendera que todos merecemos ser respetados y todos debemos respetar, sino seria imposible la convicencia social, ese es el caso actual de Cuba, la convivencia social es un infierno personificado, en otros paises se usa esta frase "tu derecho termina donde comienza el del otro"
No creo que lo que describe usted, Margolles, sea algo extraño ya en nuestra sociedad. Lamentablemente es ya lo cotidiano, lo "normal" en el comportamiento de la gente en nuestro país. Como dijo alguien la degradacion de los valores humanos en la sociedad cubana ha alcanzado niveles alarmantes.
Lo dijo Marthin Luther King, "Mis derechos terminan donde comienzan los derechos del otro."
leidy: Pasa un cursito de ortografía ¡Por favor!!!
Es un reflejo pálido del irrespeto y la indisciplina social que se ha generalizado, no solo en la Habana, sino en todo el país. Tenemos todo legislado, pero no cumplimos con las más elementales reglas del respeto. Será interminable para Pedro enumerar los desmanes que se cometen a diario; pero no debemos desmayar en el empeño individual y colectivo para enfrentar todas las indisciplinas por todas las vías que el Estado tiene.
Agustín Dimas López Guevara
Cierto todo lo que este trabajo describe.Lo vivimos y sufrimos a diario.Todo lo dejamos a la escuela y el estado, olvidando que la familia es quien debe jugar el rol principar en la enseñanza de buenos habitos y costumbres.No hay que esperar a que un niño llegue al prescolar`para que la maerstra le enseñe a decir buenos días, por favor , a hablar en voz baja o que los papeles no se arrojan al piso.Eso se enseña en casa
¿No les parece que todo esto y lo mucho que falta por incluir en el artículo pudiera perfectamente asociarse con una palabra?: CAOS
excelente articulo para los jovenes y no tan jovenes.....gracias