Cubadebate

Comandante de las FARC-EP, Carlos Lozada. Foto: Prensa Latina.

El comandante de las FARC-EP, Carlos Lozada aseguró hoy que esa guerrilla está dispuesta a cumplir el cronograma de desarme, el cual terminaría en mayo, pese a los atrasos en la habilitación de las zonas y puntos transitorios.

Tenemos disposición para cumplir ese compromiso, lo que puede cimentar este proceso es la confianza en las partes, así como nosotros hemos demostrado voluntad para honrar nuestra palabra queremos que el Gobierno haga lo mismo, insistió el dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Unos siete mil integrantes de ese movimiento están concentrados en las zonas y puntos (menores que las primeras) dentro de 14 departamentos, sitios en los cuales deberán abandonar el armamento en su poder con supervisión de una misión de Naciones Unidas y prepararse con vistas a su reinserción en la vida civil.

Se supone que el 1 de junio deben desaparecer esos escenarios como figura jurídica para la implementación de la dejación de armas, pero eso no significa que tengamos que salir de allí porque realmente no está adelantado el procedimiento para reincorporar a la sociedad a los antiguos combatientes, explicó Lozada.

Nosotros estimamos -precisó- que ese período de alistamiento para la reincorporación debe tardar de dos a tres años; ya le hemos planteado al Ejecutivo, directamente al presidente Juan Manuel Santos, que hay que hacer esa diferenciación, una cosa es el plazo de medio año para la dejación de las armas y otra es el que demandará esa fase siguiente.

Según el jefe insurgente, quien fungió como portavoz de las FARC-EP en los diálogos de La Habana, en las zonas y puntos transitorios de normalización los miembros de dicha agrupación recibirán capacitación para la vida laboral.

Además, algunos guerrilleros y sus familiares están interesados en desarrollar proyectos productivos por lo que deberán esperar por la puesta en práctica de los mismos, se trata de programas contemplados en el pacto suscrito el 24 de noviembre, así que la salida de ellos de los campamentos provisionales está ligada a la ejecución de lo consensuado en el tema de reforma rural integral del cual seremos beneficiarios, expresó.

La estancia de los hombres y mujeres de las FARC-EP en dichos parajes (26 en total) podría prolongarse por más de dos años, consideró.

Al referirse a los atrasos en la habilitación de los espacios de alojamiento Lozada manifestó que si bien se avanza en unas regiones en otras persisten inconvenientes porque no llegan los materiales suficientes y toca parar las obras, o porque no se les paga el salario a los trabajadores, lo que se ha avanzado en el transcurso de la semana no es significativo, siguen las deficiencias en la logística, lamentó.

Estamos a la espera de una reunión con representantes del Gobierno para intentar agilizar esas faenas, dijo.

El 24 de noviembre Santos y el máximo líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, rubricaron el tratado definitivo con el que se comprometieron a terminar los enfrentamientos y hostilidades.

Ese consenso incluye medidas como el cese el fuego bilateral y el desarme dentro de las zonas y puntos. Paralelamente a la aplicación de lo concertado en el terreno, el Congreso de la República tiene la misión de tramitar las normas indispensables en el período actual.

Estamos convencidos de que la próxima semana se aprobará la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), no tenemos dudas de que independientemente de las dificultades que puedan surgir y del forcejeo normal en ese escenario (...) los parlamentarios han entendido la responsabilidad histórica que recae sobre sus hombros para implementar el acuerdo, comentó.

En virtud de la JEP serán creados tribunales para investigar, juzgar y sancionar a responsables del conflicto con las premisas de cero impunidad frente a crímenes de lesa humanidad pero sí beneficios de indultos y amnistías en casos de delitos políticos y conexos.

Politólogos y otros actores del escenario nacional han instado al Parlamento a acelerar la discusión y aprobación de las llamadas leyes de la paz. No obstante los tropiezos, seguimos trabajando para celebrar a finales de mayo el congreso constitutivo del partido de las FARC-EP, subrayó Lozada.

En correspondencia con lo pactado, las FARC-EP podrán dar tal salto sólo cuando concluyan el desarme.

Comandante de las FARC-EP, Carlos Lozada. Foto: Prensa Latina.

(Con información de Prensa Latina)