El primer debate presidencial del partido demócrata tuvo como protagonistas a la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y al gobernador de Vermont, Bernie Sanders.
Ambos ofrecieron los momentos más sobresalientes con cruces directos entre ellos y con una coincidencia que los llevó a la situación más destacada que culminara con el único apretón de manos de la noche.
Arriba en las encuestas, Clinton fue la participante en ofrecer el primer embate del encuentro dirigido contra su principal rival, Bernie Sanders, cuando se autodefinió como "socialista demócrata" y afirmó que no cree en el capitalismo, para continuar arremetiendo contra el senador en temas como el control de armas, en el cual “no es lo suficientemente fuerte” en su posición.
Sanders, por su parte, aprovechó la guerra de Iraq para devolver el ataque contra la ex senadora de Nueva York --quien en su momento votó a favor de esa intervención-- al describir ese conflicto como “el peor error de política exterior en la historia de este país”.
Sanders buscó a su vez diferenciarse al señalar que no apoya la acción unilateral de Estados Unidos ni la política de soldados nacionales en suelo sirio.
Sin embargo, el gran momento del primer debate presidencial demócrata que tuvo lugar en Las Vegas, fue cuando el senador de Vermont salió a apoyar a Hillary Clinton en la pregunta dedicada al escándalo de la cuenta de correo personal que utilizó mientras era secretaria de Estado.
“Creo que la (ex) Secretaria tiene razón. Los estadounidenses están hartos y cansados de escuchar sobre tus dichosos correos”, sorprendió el senador de Vermont.
Rápida de reflejos, algo que mostraría durante todo el debate incluso cuando recibió fuego cruzado en temas como el ataque al consulado estadounidense en Bengasi, Hillary le extendió la mano y mientras ambos se saludaban, la gente se paró de sus asientos para aplaudir en lo que se convertiría el momento de mayor protagonismo para Sanders.
En lo que también coincidieron ambos precandidatos que lideran las encuestas –aunque con una diferencia que promedia más de 20 puntos– fue al abordar el tema de los inmigrantes y la necesidad de llevar adelante una reforma migratoria integral para sacar de las sombras a los indocumentados que viven en el país.
Los otros tres precandidatos que completaron los 5 atriles, en cambio, tuvieron papeles secundarios: así ni el ex senador de Virginia, Jim Webber; ni el ex gobernador de Maryland, Martin O´Malley; y menos aún el ex gobernador de Rhode Island, Lincoln Chafee; pudieron lograr un momento de brillo.
La gran incógnita del primer encuentro oficial entre los demócratas que buscan suceder a Barack Obama a partir de enero de 2017, fue si el vicepresidente, Joe Biden, llegaría a último momento para sumarse a la discusión.
Biden, que aún no hizo pública su decisión sobre si será parte de la carrera por el liderazgo de la Casa Blanca, figura tercero en las encuestas con el 17.4%.
De lejos, lo siguen Webb con el 0.9%, O´Malley con el 0.4% y Chafee con el 0.3%, según el promedio de sondeos realizado por Real Clear Politics.
(Con información de VIA Noticias)